El gobierno y AN no están paralizados,
aunque "falta mucho por recorrer", dice
Bravo Mena insta a los panistas a vencer obstáculos
para consolidar la democracia
Anuncia que Medina Plascencia se encargará de
los trabajos electorales de 2003
GEORGINA SALDIERNA
Al comenzar ayer la reunión extraordinaria del
Consejo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN), el dirigente
Luis Felipe Bravo Mena instó a los miembros del instituto político
a defender y consolidar el patrimonio democrático que se alcanzó
el 2 de julio de 2000 frente a las fuerzas e intereses que, expresó,
quisieran restaurar el viejo orden autoritario por vía del descrédito,
el bloqueo, la siembra del pesimismo y la confusión.
Más tarde acusó a comentaristas y observadores
de querer encajar en la apreciación del público la idea de
que el gobierno está inmóvil, pero ni la administración
foxista ni el partido "estamos paralizados", puntualizó.
"Es verdad que en el camino de hacer de nuestra democracia
no sólo un régimen político, sino un sistema de vida,
con desarrollo humano y bienestar económico, nos falta mucho por
recorrer y nadie puede darse por satisfecho. Pero en ese empeño
estamos y nadie está paralizado, ni el gobierno ni el partido",
insistió.
Destacó
que en el México de hoy, plural, con equilibrio de fuerzas y división
real de poderes, la apuesta del futuro está en lograr una democracia
avanzada, no en el regreso al pasado.
Ello implica vencer con paciencia y determinación
los obstáculos que colocan la irresponsabilidad, la demagogia y
el revanchismo tan burdo como irracional de algunos actores políticos,
sostuvo.
Pidió a los panistas hacer bien su trabajo de cara
a los mexicanos, pues, puntualizó, la fuerza de Acción Nacional
se encuentra en los ciudadanos, no en los pasillos de los palacios de gobierno
ni en el número de escritorios públicos que ocupemos.
Bravo Mena hizo una presentación de la agenda del
encuentro, en la cual destacó el plan trianual, que enfatiza las
tareas electorales del próximo año. En la misma se incluyeron
las propuestas vertidas durante el proceso de selección del jefe
nacional panista, en marzo pasado.
El dirigente aprovechó el foro para dar a conocer
que su adversario en la disputa por la presidencia partidista, el senador
Carlos Medina Plascencia, se hará cargo de los trabajos electorales
de 2003.
También resaltó la propuesta para crear
un nuevo discurso del PAN y poner al día las tesis doctrinales.
Con ello no se pretende un cambio de doctrina, dijo, sino
tan sólo, y no es poca cosa, darle una expresión actual a
los principios fundamentales, de manera que se proyecten sobre las realidades,
los problemas y las cuestiones contemporáneas, así como en
torno a las situaciones sociales, políticas y económicas
que requieran una toma de posición clara, precisa y certera de parte
de Acción Nacional.
El humanismo político en que se fundamenta la identidad
del PAN, afirmó, contiene una riqueza inagotable, y a él
acuden muchos en búsqueda de alternativas tras el fracaso de los
socialismos y las insatisfacciones del neoliberalismo. El humanismo se
ubica en el centro político, enfatizó.
Previamente señaló que el 2 de julio debe
ser visto como patrimonio de toda la sociedad, que conjugó el empeño
de diversas fuerzas políticas. Y tiene que ser defendido frente
a intereses que quisieran restaurar el viejo orden autoritario y consolidarlo,
porque a "nuestra democracia le falta arraigarse cultural e institucionalmente",
concluyó.
Acuerdos del Consejo Nacional
Durante la reunión de los consejeros se aprobó
el plan trianual, el cual tiene como propósito fundamental ganar
la mayoría en las elecciones de 2003, lo que implica obtener al
menos 254 diputaciones, y cinco de las seis gubernaturas que estarán
en disputa.
Asimismo, se aprobaron los reglamentos de administración
y financiamiento público y el del Consejo Nacional. El primero busca
una mejor distribución de los recursos públicos a los estados
donde es débil la estructura panista, y el segundo tiene como propósito
simplificar las normas del debate.
Los consejeros eligieron a Gabriela Ruiz del Rincón
como tesorera del partido, con lo que se hará cargo de las finanzas
del PAN en todo el país, mientras que la Secretaría de Administración
?que estaba bajo su coordinación? pasa a ser dirección y
sólo se ocupará de los dineros del Comité Ejecutivo
Nacional.
La reunión extraordinaria del Consejo Nacional
panista se prolongó por más de 10 horas y se tuvo que dar
por concluida debido a la falta de quórum. Sin embargo, en corrillos
del blanquiazul trascendió que el secretario general del
partido, Manuel Espino, maniobró para romperlo y con ello evitar
que el tema del estado de México terminara de analizarse.
Problema sin resolver podría llegar hasta el
IFE
Luego de que el CEN del PAN decidió hace varias
semanas anular el comité directivo en el estado de México
y crear una delegación a causa del divisionismo y los problemas
políticos que enfrentaba el blanquiazul en aquella entidad,
el ex dirigente Francisco Gárate y su equipo de colaboradores se
inconformaron por la determinación y decidieron llevar el caso al
Consejo Nacional, para que determine si es procedente la desaparición
de la directiva local.
El caso fue el último punto en la agenda de los
consejeros, quienes se enfrascaron en un debate en torno a si el Consejo
Nacional tiene facultades o no para conocer del asunto. Por casi dos horas
de escucharon argumentos a favor y en contra, y cuando se votó si
el consejo debía intervenir se evidenció que ya no había
quórum, mismo que se integra con la mitad más uno de los
consejeros.
Sólo estaban presentes 101 de los 278 integrantes
del órgano de gobierno, razón por la cual se decidió
dar por terminada la reunión. El caso del estado de México
no pudo ser desahogado, pero se espera que en un próximo encuentro
del consejo se retome.
Por lo pronto, para evitar más fricciones, Bravo
Mena acordó recibir a Gárate en el transcurso de la semana
y buscar una salida al conflicto.
Pero mientras ello sucede, los integrantes de la depuesta
directiva estatal amenazaron ya con acudir al Instituto Federal Electoral,
pues desde su perspectiva no había elementos para anular al comité
y al consejo locales.