Sería un delito de lesa humanidad descuidar
archivos de la OIT, afirma el investigador
Fox y Abascal serían responsables de la pérdida
de documentos históricos en la STPS: Bouzas
El desaire al pasado nacional se muestra en el abandono
del acervo de Cedoc, asegura
ELIZABETH VELASCO CONTRERAS / II Y ULTIMA
La pérdida del acervo histórico y de documentos
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que debe custodiar
la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) representaría
un delito de lesa humanidad, porque forma parte de la memoria histórica
de México y de América Latina, sostiene Alfonso Bouzas Ortiz,
del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
"Si se deteriora ese archivo, que forma parte del acervo
histórico de la nación, la responsabilidad recaerá
en el titular de la STPS, Carlos Abascal, y en el gobierno de Vicente Fox",
señala.
Para
el especialista en derecho laboral e historia del movimiento obrero en
México es contradictorio que mientras el presidente Fox anunció
una campaña para fortalecer la lectura y las bibliotecas del país,
en los hechos "desatienda o quiera ignorar nuestra historia con la intención
de construir un país moderno, borrando nuestros genes. Creo que
el compromiso con el mundo es de grave responsabilidad".
Incluso, destaca, Fox habló de crear "una biblioteca
nacional, ignorando que ya existe en la UNAM. Y, bueno, bastaría
ver su nueva Ley de Ciencia y Tecnología, donde los paradigmas de
la historia no existen, no tienen relevancia, porque lo que interesa a
este gobierno es la productividad de la empresa, pero no de la pequeña
y mediana, sino de la trasnacional".
Indica que el "desaire" del gobierno foxista al pasado
nacional se muestra en el abandono del acervo del Centro de Documentación
y Biblioteca (Cedoc) de la STPS, porque con esos documentos "es posible
hacer un estudio de nuestro devenir. No podemos olvidar que la realidad
política del país se escribió con un partido de Estado,
y que uno de sus pilares fue el movimiento obrero. No tenemos historia
agraria y campesina, pues mucho de ella se perdió en la revolución.
En cambio, la historia de la revolución hecha gobierno es la que
se podría seguir con rigor en ese archivo".
Ese desaire, agrega, se ha tenido también para
con la educación pública y gratuita, la cultura, la seguridad
social y asistencia médica. "Este gobierno quiere renunciar a nuestras
raíces; borrar la historia, como si fuera ilegítima".
Justamente en su informe de labores de septiembre de 2001,
Abascal Carranza destacó que el 2 de julio de 2000 "los mexicanos
expresaron con su voto comprometido el nuevo rumbo de México, que
requiere la adecuación de las leyes, las instituciones y la cultura
del país".
Ahí informó que a partir de su gestión,
el personal de la otrora Subcoordinación de Documentación
y Formación Laboral -hoy General de Investigación y Divulgación
(SGID), de la cual depende el Cedoc- tiene la labor de "apoyar y promover
la investigación y difusión de la nueva cultura laboral",
prolegómeno de la flexibilización laboral y que desde 1995
impulsó Abascal como líder de la Coparmex.
Pese a que la SGID carece de recursos económicos
para conservar el acervo histórico del Cedoc, en esa subcoordinación,
que encabeza Roberto Grijalva, se han duplicado, a partir de 2001, los
cargos de funcionarios medios y superiores, a grado tal que casi hay una
proporción de un funcionario de área por un trabajador operativo,
pues tras el cierre del Cedoc 15 serán reubicados.
En 1999 esa subcoordinación contaba con 2 direcciones
de área, 4 subdirecciones, 8 jefes de departamento y 75 trabajadores.
A la fecha, dependen de la SGID 4 directores de área (de Impulso
a la Investigación y Divulgación Laboral; de Modernización
del Mercado Laboral; de Cultura Laboral, y de Información Sectorial
e Institucional), 8 subdirectores, 10 jefes de departamento y 25 operativos,
de acuerdo con información recabada en la STPS.
Esos cambios en la estructura orgánica de la STPS
no se han difundido en forma oficial; incluso, en el referido informe de
labores de Abascal aparece el organigrama de la anterior estructura de
la dependencia.
Grijalva Sánchez, responsable de la Subcoordinación
General de Investigación y Divulgación, ocupaba a principios
de 2001 la Dirección General de Capacitación y Productividad
(DGCP) de la STPS.
Sin embargo, fue reubicado por el titular de la dependencia
en abril de ese año, debido a que un grupo de trabajadores presentó
ante la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo
(Secodam) una denuncia en su contra por presunto "peculado, nepotismo,
contratación de personal fuera del organigrama de la STPS, asignación
irregular de los recursos institucionales" y otras irregularidades. De
la querella, Abascal dijo que careció de bases para proceder.
Grijalva, además de ser egresado de filosofía
por la Universidad Panamericana ha cursado seminarios especializados en
aviación, ha sido integrante del Patronato para la Edificación
de Iglesias en la diócesis de Tlanepantla, y "responsable de las
relaciones laborales para negociar y administrar el control del contrato
colectivo de trabajo del sindicato de Condutel, afiliado a la CTM".
En su currículum vitae asienta que de "julio
de 1997 a la fecha" continúa como propietario y director general
del restaurante El Navío, ubicado en León, Guanajuato, donde
uno de sus principales logros fue "haber creado el mejor restaurante de
mariscos del Bajío".
Las fuentes consultadas dentro de la STPS, señalan
que Grijalva y su equipo -del que sobresale Eugenio Voticky, contra quien
se presentó también la denuncia ante Secodam- insisten en
otorgar "servicios de calidad a los clientes que consultan los productos"
de la STPS.
En tanto, Mercedes Gómez Mont, directora de Información
Sectorial e Institucional, sostiene que para contar con un inmueble donde
se deposite el archivo histórico de la nación "estamos viendo
cómo podemos solicitar aportaciones o algún tipo de donaciones,
porque no hay dinero. Si alguien por ahí nos dijera que nos regala
un edificio, ¡sería una maravilla!"