Carlos Fernández-Vega

MIENTRAS EL PRESIDENTE Fox dedicaba su tiempo a dar cursos intensivos sobre los "éxitos" del modelo mexicano en el marco del ciclo de conferencias organizado por The Economist, las hordas especulativas -desatadas el pasado jueves por los desafortunados comentarios del secretario de Hacienda- hacían milimétricamente su trabajo, debilitando más al aguerrido y desplumado peso mexicano.

AHORA EL PROBLEMA estriba en cómo regresarlas a su corral para evitar más daños en esta mediáticamente sólida economía nacional, toda vez que lo expuesto ayer por el inquilino de Los Pinos en su faceta de catedrático parece no haber convencido a muchos.

COMO SUPONER QUE los grandes especuladores reaccionarán -asustados, arrepentidos por su desbocada actitud- en favor de la estabilidad financiera del país, con palabras como las que Vicente Fox pronunció ayer ante el referido foro de expertos: "En México tenemos claridad de rumbo, de modelo, de doctrina. Tenemos capacidad para mantener con firmeza el timón".

EN LAS ULTIMAS SEMANAS, al chiquillo mayor se le juntaron más problemas de los que él está en capacidad de atender, siempre con la mejor intención de resolverlos. La situación se ha tornado tan delicada que hasta la Primera cabecita blanca de la Nación ha tenido que salir al quite para pedir comprensión, confianza y paciencia a los rijosos mexicanos para que no desestimen la labor ni la palabra empeñada por su retoño.

EL PRESIDENTE DE LA República no logra dar solidez a su gobierno ni corregir los errores cometidos por buena parte de los integrantes de su gabinete. Mucho menos acabar con el flujo de información cruzada difundido desde las distintas secretarías de Estado, supuestamente bajo su control, pero a cambio ofrece "mantener y acrecentar la búsqueda de consensos que permitan seguir el avance por la ruta del cambio, en un marco de estabilidad", porque "dentro del debate, el país sigue en marcha".

ASI, EL PAIS DEBE estar tranquilo, toda vez que el inquilino de Los Pinos ofrece actuar "con disciplina y madurez política, a fin de minimizar el riesgo de contagio internacional, si éste existiera, ante la volatilidad financiera de los últimos días".

MIENTRAS LA ECONOMIA mexicana sigue mostrando "su fortaleza ante las turbulencias de la economía mundial", lo que nos obliga a "no bajar la guardia", el secretario de Energía, Ernesto Martens, le corrigió -por lo menos en el mediano plazo- la nota al director general de Petróleos Mexicanos, Raúl Muñoz Leos, quien en ese fatídico jueves -el pasado- de declaraciones aseguró que México aumentaría su plataforma de exportación de crudo en un millón de barriles diarios en el transcurso de los siguientes cuatro años, con lo que la extracción pasaría de 3.3 millones a 4.3 millones por día en 2006 (30 por ciento en el periodo)

MARTENS NO RUBRICO TAL declaración y ayer afirmó que "por ahora" no se modificará la plataforma de exportación petrolera, ya que el tan esperado impacto positivo por la mediática recuperación económica estadunidense aún no se percibe en el ámbito mundial, ergo no ha habido un incremento en la demanda de petróleo y aceite en el entorno mundial. Mientras lo anterior no se registre, la plataforma se mantendrá, "aunque estaremos pendientes". Si la economía de Estados Unidos y su benefactor impacto en el resto de mundo se empieza a sentir en fechas próximas se revisaría la situación, de tal suerte que el gobierno federal podría emitir una decisión al respecto el último día de junio.

SIN EMBARGO, DE acuerdo con lo expuesto por Muñoz Leos, la paraestatal ya está un escalón arriba con respecto a la posición del secretario de Energía, puesto que "Pemex -dijo su director general- ha iniciado una serie de proyectos orientados a aumentar su producción", incluyendo la relativa al gas natural.

EFECTIVAMENTE, MUÑOZ Leos y su equipo tiene muy avanzado su esquema de operación, que no sólo incluye el aumento en la plataforma de producción-exportación, sino consolidar la dependencia mexicana del mercado estadunidense, al que actualmente se destina 85 por ciento de los envíos foráneos de crudo. Lo anterior se refleja en lo expuesto por el director general de la paraestatal: El gobierno mexicano ha decidido aumentar la capacidad de interconexión de la red nacional de ductos transportadores de gas con la del vecino país del norte, para ayudarlo a superar la fuerte restricción en el abasto de dicho energético.

"ESTAMOS CONSIDERANDO aumentar la capacidad de interconexión de nuestra red de ductos con la de Estados Unidos y dar a Pemex mayor seguridad de acceso a los gasoductos del estado de Texas... El estado de Texas es un punto privilegiado de intercambio para la colocación de los excedentes de producción a largo plazo". La meta del gobierno es pasar de una producción de 4 mil millones de pies cúbicos a 7 mil millones de pies cúbicos por día en 2006, es decir, un incremento de 75 por ciento en el periodo.

MIENTRAS MARTENS Y Muñoz Leos se ponen de acuerdo en los tiempos y volúmenes convenientes para su política energética, el secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, tendría que sentarse a platicar con el gobernador del Banco de México y el secretario de Hacienda en torno a los salarios, toda que vez que Guillermo Ortiz y Francisco Gil se han manifestado por mantenerlos bajo ciertos parámetros para -dicen- no alterar el comportamiento inflacionario y el ex funcionario del Banco Mundial por no abaratar más la mano de obra e incrementar los salarios a fin de dejar de subsidiar al mercado externo con empleos mal pagados.

PARA DERBEZ NO CABE duda de que el camino a seguir es el del fortalecimiento del mercado interno, pues la combinación para el crecimiento económico es "dar buenos empleos, buenos salarios y ayudar a las empresas a que sean competitivas... Entregar mano de obra barata es una política que no es buena para México, y si bien hubo un momento en que funcionó, ahora abaratar los empleos conllevaría a un mercado interno muy débil... Ofrecer bajos salarios implicaría tener gente sin capacidad de compra, con empleo pero que no puede adquirir bienes".

EL SHOW, PUES, NO ha terminado. Habrá que esperar más y mejores capítulos, siempre en aras de "mantener y acrecentar la búsqueda de consensos que permitan seguir el avance por la ruta del cambio, en un marco de estabilidad".

Las rebanadas del pastel: