Precocupación empresarial por la "falta
de capacidad" para "lidiar con asuntos difíciles"
Fustiga el CCE a gobierno federal y legisladores por
no llegar a consensos
Rangel pide a Fox que nombre un funcionario "de la más
alta jerarquía" para coordinar las acciones Advierte que no tolerarán
más reformas "truncas e incompletas", pues de ser así frenarán
inversiones
DAVID ZUÑIGA
Los empresarios están preocupados por la "falta
de capacidad" del gobierno federal y de los legisladores para "lidiar con
asuntos difíciles y controvertidos" y producir resultados tangibles
para el progreso del país. La democracia es un buen sistema para
elegir gobernantes, pero no se ha traducido en consensos respecto al camino
a seguir, "particularmente en el ámbito económico", señaló
ayer el nuevo dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Héctor
Rangel Domene.
Ante
el presidente Vicente Fox y funcionarios del gabinete económico,
entre ellos el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz; el de
Economía, Luis Ernesto Derbez; el de Comunicaciones y Transportes,
Pedro Cerisola, y el coordinador de Políticas Públicas de
la Presidencia, Eduardo Sojo, Rangel Domene pidió nombrar a "un
funcionario de la más alta jerarquía" para que coordine las
acciones y se avance en las reformas estructurales.
El ex líder de los banqueros consideró que
México tendrá que crecer sostenidamente y sin inflación
durante los próximos 30 o 40 años para recuperar el terreno
perdido en crisis pasadas. Por ello, le anticipó a los legisladores
que el empresariado no va a tolerar más reformas "truncas e incompletas",
pues de ser así se frenarán las inversiones.
En su discurso de toma de posesión, Rangel Domene
reiteró el apoyo del empresariado a la administración de
Fox. Sin embargo, llamó al gobierno y a su partido, Acción
Nacional, a concretar cuanto antes un acuerdo político con las otras
organizaciones para aprobar las llamadas reformas estructurales (fiscal,
energética, laboral y de telecomunicaciones, entre otras).
Los cambios que el país necesita con urgencia,
según el dirigente de la cúpula de cúpulas, son: fortalecer
el estado de derecho y combatir la inseguridad y la corrupción;
consolidar la gobernabilidad y la eficiencia legislativa; sanear las finanzas
públicas y "racionalizar" el gasto corriente del gobierno; mejorar
la educación pública; privilegiar la competitividad y el
ahorro interno; atacar el contrabando y permitir la inversión privada
"en todos los sectores" reservados al Estado.
De la misma forma, el sector privado pugnará por
eliminar el déficit fiscal que, "calculado correctamente", asciende
a 4 por ciento del producto interno bruto y no a 0.65 por ciento estimado
para este año. También exigirá ampliar y diversificar
las fuentes de ingreso del fisco federal y "adelgazar el obeso aparato
gubernamental".
Rangel Domene exhortó a los tres poderes de la
Unión a obtener, en el corto plazo, mejores resultados en seguridad
y reformas estructurales. A los partidos les pidió aprobar algunas
de las reformas mencionadas antes de que se inicie la contienda electoral
de 2003.
Arrasar con los "timoratos"
El presidente saliente del CCE, Claudio X. González,
señaló que si bien ha habido algunos avances en modificación
de leyes, también hubo retrocesos en materia fiscal y siguen pendientes
cambios que permitan la inversión privada en generación de
electricidad y gas e incluso en la petroquímica.
En su discurso de despedida, recordó que desde
la primera vez que presidió el CCE, hace 17 años, se han
realizado cambios trascendentes para el país: privatizaciones, apertura
comercial, desregulación, aumento de los flujos de inversión,
la reforma del artículo 27, la normalización de las relaciones
Iglesia-Estado. "Imagínense: si hemos sido capaces de lograr todo
esto en 15 años, ¿qué no seremos capaces de lograr
en los próximos 15?
"No debemos desanimarnos ni frustrarnos por las dificultades
que enfrenta todo proceso de cambio; a final de cuentas, el cambio siempre
se impone y termina por arrasar a los timoratos (...) Eliminemos mitos,
tabúes y complejos que sólo han contribuido a detener el
progreso de nuestro país y sólo han creado más pobreza",
añadió.
Por separado, el Centro de Estudios Económicos
del Sector Privado (CEESP) alertó que el riesgo de una crisis sigue
latente, pues el contagio de Argentina, Brasil y Uruguay puede limitar
el crecimiento de México y provocar un aumento de las tasas de interés,
lo que tendría un efecto "explosivo" en las finanzas públicas.
Por ello consideró urgente una nueva reforma fiscal recaudatoria,
un recorte al gasto "que desaparezca funciones públicas" o una combinación
de ambas medidas.
En su reporte semanal, el CEESP señaló que
los problemas en Sudamérica, aunados a las pugnas dentro del gabinete,
están causando fluctuaciones del tipo de cambio. Asimismo señaló
que no es posible pedirle al gobierno federal que cumpla con los objetivos
de gasto y la entrega de participaciones, a menos que se revise la política
tributaria y los precios y tarifas del sector público.
El CEESP retoma la comparación que el secretario
de Hacienda hizo entre Argentina y México: "algunos faltantes se
pueden cubrir con ingresos no recurrentes provenientes de la venta de activos
gubernamentales, pero ¿qué haremos cuando no haya nada más
que vender? Esa pregunta no la pudo contestar el gobierno argentino y ahora
su población está pagando cara la falta de voluntad para
elevar los ingresos públicos".
No le temen a la devaluación
Los presidentes del CCE, Héctor Rangel Domene;
de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Javier
Prieto de la Fuente, y de la Confederación Patronal de la República
Mexicana (Coparmex), Jorge Espina Reyes, pronosticaron que la volatilidad
de los mercados financieros persistirá algunas semanas más,
pero descartaron que el precio del dólar aumente más allá
de 10.10 pesos por unidad y que ello modifique las expectativas macroeconómicas.
Por separado, la presidenta de la Cámara Nacional
de la Industria de la Transformación (Canacintra), Yeidckol Polevnsky
Gurwitz, consideró que el aumento del tipo de cambio es "un respiro"
para el mercado interno y para los industriales mexicanos que resultaban
perjudicados por la sobrevaluación del peso. En cuanto a la posibilidad
de que el Banco de México endurezca la política monetaria
y ello se traduzca en un aumento de tasas de interés, lo consideró
poco probable, aunque reconoció que la inflación de este
año cerrará "unas décimas más" por arriba de
la expectativa oficial de 4.5 por ciento, pero será "muy manejable".
Entretanto, el dirigente del Consejo Mexicano de Comercio
Exterior (Comce), Carlos Rojas Magnon, coincidió en que el deslizamiento
del peso no tendrá mayores consecuencias, pero por las dudas recomendó
a sus agremiados adquirir contratos de cobertura.