MAR DE HISTORIAS
Fuera de lugar
CRISTINA PACHECO
(A las seis en punto suena el timbre. Bertha sonríe aliviada. Luisa se dirige a la puerta. Mauricio la frena:)
MAURICIO: Tranquila, jefa. Yo abro. Todavía soy el hombre de la casa, Ƒo no? (Enternecido). Para mí usté sigue siendo la mera mera.
BERTHA: Mi amor, estás borracho: déjame abrir.
MAURICIO: ƑCómo vas a creer? Ernesto es el novio de mi madre y por lo tanto me corresponde el privilegio de darle entrada. (Aparta a su mujer). Además, quiero decirle una que otra cosita.
LUISA: Mauricio: te advierto que si ofendes a Ernesto será como si me ofendieras a mí.
MAURICIO: Jefa: Ƒcuándo le he fallado? šNunca! (Guiña un ojo). Ton's qué: Ƒsomos o no somos?
BERTHA: No digas más tonterías. šAbre de una vez!
LUISA: Mejor voy yo. (Corre hacia la puerta y sonríe). šErnesto, qué puntual! Adelante.
ERNESTO: ƑCómo estás? (No se atreve a besarla pero le entrega un paquete). Es para ustedes. Ojalá les guste.
LUISA: Gracias. (Ilusionada). ƑQué es?
ERNESTO: Rompope. (En voz muy baja). No sabía qué traerles.
LUISA: No era necesario. (Le deja paso libre hacia la sala). Te presento a mi hijo y a mi nuera.
ERNESTO: (Se frota la mano en el faldón de la chamarra). Ernesto Vega, servidor. (A Mauricio) Tanto gusto.
MAURICIO: El gustísimo es mío; uh sí, šno sabe cuánto!
LUISA: (Exhibe la botella de obsequio). Ernesto nos la trajo.
BERTHA: Ay, qué pena que se haya molestado.
MAURICIO: (Entre dientes, a su mujer). šRompope! Francamente eso es de puñales o de viejas.
ESTHER: (Con disimulo). Contrólate. (A Ernesto). Siéntese donde guste. Está usted en su casa.
LUISA: (Elige copas en el trinchador). ƑQuién quiere rompopito?
MAURICIO: (A su mujer) Mi jefa ya hasta se volvió alburera.
BERTHA: (Entredientes) Estúpido. (Sonriendo) Pues sírvanos a todos, Luisa, por el gusto.
ERNESTO: A mí muy poquito.
MAURICIO: (En voz alta, a su madre) ƑNo que ya no tomaba?
BERTHA: Mi esposo es muy bromista. Ya lo irá conociendo.
LUISA: Ay, hija, no le hables de usted a Ernesto.
BERTHA: Bueno, es que se me hace un poquito raro...
MAURICIO: ƑPero por qué? Ya casi es de la familia. (Olfatea con repugnancia la copa que le entrega su madre). ƑCómo quiere que le digamos: Ernesto, Neto, Teto? Por aquello de la confianza.
ERNESTO: Pues como me llamo, aunque los cuates del equipo me dicen El Desnivel, por lo de mi pierna. (Mira incómoda a Bertha). Y no se los tomo a mal, no creas: son buena onda.
MAURICIO: šQué aguante! En tu lugar ya les hubiera partido la cara. Pero, bueno, cada quien tiene su manera de matar pulgas. (Desconsolado, a su madre). El Desnivel, jefa: no se midió.
BERTHA: (Precipitada). Mis hijos no tardan. Tenemos dos.
ERNESTO: Sergio y Rolando. Luisa habla mucho de ellos y de ustedes.
MAURICIO: (Se sienta y estira las piernas). Pues a nosotros es la primera vez que nos habla de usted.
LUISA: Ya estás como Bertha. ƑPor qué no le hablas de tú?
MAURICIO: Por pendejo. (Con falsa inocencia) Creo que este cuate y yo somos de la misma edad.
BERTHA: šMauricio!
LUISA: No, hijo: él es un año menor que tú. (A Ernesto) Ni te has tomado tu rompope.
ERNESTO: El partido acabó tarde y comimos hace ratito.
LUISA: (Con gran intimidad). ƑAdónde fueron?
ERNESTO: Con La Negra, pero no fue igual. Los muchachos luego luego dijeron: "Para tortas, las de doña Luisa". Es cierto. Pedí una de pierna, pero no me la terminé. Comparada con las tuyas...
LUISA: Lo dices por decir. (Coqueta) Bien que te ha de haber gustado. ƑY les dijiste a los muchachos por qué no había ido?
ERNESTO: No, pero les avisé que volverías este domingo. (A Bertha) Sin ella como que a nuestro partido le faltó sabor.
MAURICIO: Acá mi Desnivel también nos salió galanazo.
LUISA: Se llama Ernesto. Que no se te olvide.
ERNESTO: No importa, mami, palabra que no me molesta.
MAURICIO: (De pie). Momentito. ƑCómo de que mami? Aquí el único que puede decirle así soy yo.
BERTHA: Déjate de tonterías. (A Ernesto). Perdona, tomó un poco y está algo nervioso.
MAURICIO: Y nomás por eso me voy a echar otra cuba. (Aleja la botella de rompope). Tomo de lo fuerte y siempre me pago el gusto. Así me enseñó mi padre. Mi mamá, Ƒtambién te ha hablado de él?
ERNESTO: Mucho. Me hubiera gustado conocerlo.
MAURICIO: Cabrón, Ƒtambién piensas meterte con mi papá? (Retador) Ya bastante desmadre vinistes a hacer con mi jefa.
ERNESTO: No sé en qué te ofendí. (A Luisa) Sabes que lo dije sin doble intención.
LUISA: No tienes que explicarme nada. Te conozco. (A su hijo) Mauricio: comprendo lo que te sucede pero eso no justifica que seas tan majadero con Ernesto, sobre todo pensando que es mi pareja.
MAURICIO: ƑPara qué me lo repite?
LUISA: Para que lo entiendas. (Firme) Pude haber mantenido mi relación en secreto y no lo hice. ƑSabes por qué? Porque Ernesto pensó que no debía ser así.
ERNESTO: ƑPuedo hablar? (Mira a Bertha y a Mauricio) Me imagino que piensan: "Este tipo sólo quiere divertirse o aprovecharse de Luisa". Si estuviera en la situación de ustedes a lo mejor diría lo mismo.
MAURICIO: Pues claro. Porque como dijo el sabio: "Lo que no está bien está mal".
ERNESTO: A ver: en el caso nuestro, Ƒqué está mal?
MAURICIO: No me hagan hablar porque si me descoso no hay quien me pare. (A Bertha) Dile que mejor no me busque.
ERNESTO: Sólo dime qué está mal y ahí muere.
MAURICIO: šTodo, chingao, todo! (Arroja el vaso). ƑNo te das cuenta? Esta señora a la que estás tratando de encandilar es abuela, suegra y por si fuera poco šmadre! Mi madre.
ERNESTO: ƑY eso qué tiene que ver con...?
MAURICIO: No te hagas pendejo, güey. Sabes que también hablo de la edad. Ahorita le juras que no te importa. ƑY después?
LUISA: Eso es cosa mía.
MAURICIO: šY mía también! No quiero que nadie te humille ni se burle de nosotros.
ERNESTO: Amo a Luisa.
MAURICIO: A mí no me vengas con cuentos. Nadie se enamora de una... (A Bertha) Lo voy a decir: de una vieja.
BERTHA: ƑCómo te atreves a decirle eso a tu mamá?
MAURICIO: No te metas porque te parto la madre. (La puerta se abre de golpe. Aparecen Sergio y Rolando). Orale, parecen caballos.
LOS DOS NIÑOS: ƑQué pasa?
BERTHA: Nada. Vengan a saludar.
LUISA: Les presento a Ernesto. Es... bueno, va a ser mi compañero. Lo invité para que lo conocieran.
SERGIO: (A su madre). ƑCompañero es novio?
BERTHA: Niño, Ƒqué preguntas? (Mira a Ernesto).
ERNESTO: Sí, (Riendo enternecido). Más o menos.
ROLANDO: ƑY se van a casar?
LUISA: (Sonrojada). No creo, no sé...
ROLANDO: šMejor!
MAURICIO: ƑYa ven? Ni al niño le gusta la idea. (A Rolando). Diles, diles por qué no quieres.
ROLANDO: Porque los que se casan todo el tiempo se están peleando, como tú y mi mamá.