Recomienda a los países socios restructurar las paraestatales antes de enajenarlas
Las paraestatales que se venden se convierten en monopolios: OCDE
Los gobiernos que privatizan compañías deben tener leyes que prohíban la concentración
Las desincorporaciones son mal vistas porque generan desempleo: Hans Christiansen
HUMBERTO ORTIZ MORENO
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió que las privatizaciones de empresas públicas y privadas para beneficio de multinacionales "son un área muy sensitiva" para cualquier nación, porque se ha encontrado que los que solían ser monopolios públicos al venderse se convierten en monopolios privados.
En consecuencia, recomendó a los países miembros -México entre ellos- restructurar las entidades paraestatales antes de privatizarlas.
Hans Christiansen, administrador de la División de Movimientos de Capital, Inversión y Servicios de la Dirección de Asuntos Financieros, Fiscales y Empresariales de la OCDE, puntualizó que la adquisición de empresas por parte de las multinacionales "en algunos casos no ha sido bien recibida por la pérdida masiva de empleos, aunque la funcionalidad de las compañías mejore".
En materia de competencia, aseveró que los efectos de este rubro son complejos, pues si bien existen muchos ejemplos de los beneficios para los consumidores con la presencia de Inversión Extranjera Directa (IED) al abrirse la competencia, "también es cierto que puede generar que se concentre el mercado, por lo que las economías receptoras deben contar con leyes antimonopolio que prevengan este tipo de sucesos".
El funcionario de la OCDE, quien estuvo en México hasta este fin de semana para anunciar el lanzamiento de su libro Inversión extranjera directa para el desarrollo; maximizando los beneficios", explicó que los beneficios de la IED son reales y "exceden" los costos de la misma, "sobre todo cuando los países en vías de desarrollo establecen las políticas necesarias que los garanticen".
Expuso que algunos ejemplos de tales políticas son la apertura hacia el comercio internacional, mediante la cual la IED ha permitido a los países en vías de desarrollo insertarse en la economía mundial, con la posibilidad de especializarse para obtener mayores ventajas.
Habló de la transferencia de tecnología y la capacitación de los recurso humanos como otro de los beneficios de la IED, pero aclaró que si bien la transmisión de conocimientos y tecnologías por parte de las grandes empresas a sus subsidiarias en las naciones en vías de desarrollo "es bien conocida", sin embargo es necesario invertir para cerrar la brecha que existe tanto en tecnología como en educación para aprovecharlos al máximo.
Pero es en el rubro de la competencia donde Christiansen se detiene para reflexionar. Puntualizó que los efectos de este rubro son complejos y aunque existen muchos ejemplos de los beneficios para los consumidores con la presencia IED al abrirse la competencia, igualmente es cierto que puede generar que se concentre el mercado, por lo que las economías receptoras deben contar con leyes antimonopolio que prevengan este tipo de sucesos.
En materia de desarrollo y restructura empresarial, el experto de la OCDE sostuvo que la adquisición de empresas locales (ya sean públicas o privadas) por parte de multinacionales en algunos casos no ha sido bien recibida por la pérdida masiva de empleos, pese a que la funcionalidad de la empresa mejore.