Abstención de 35.11%; habrá segunda vuelta

Avanza la derecha con 44% de votos en las legislativas de Francia

AFP, DPA Y REUTERS

Paris, 9 de junio. Los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas este do- mingo en Francia, que otorgan a la derecha casi 44 por ciento de los votos y a la izquierda 36 por ciento, permiten augurar una victoria en la segunda vuelta del 16 de junio a la Unión por la Mayoría Presidencial (UMP), compuesta por formaciones que apoyan al presidente Jacques Chirac.

El avance de la derecha tradicional en esa vuelta fue acompañado por un derrumbe de la extrema derecha, que obtuvo casi 13 por ciento de los votos, y de la extrema izquierda, que tuvo menos de 3 por ciento.

Sin embargo, comentaristas señalaron que es preciso esperar la segunda vuelta para confirmar las tendencias, especialmente porque esta vez la abstención alcanzó una cifra récord de 35.11 por ciento.

La Asamblea Nacional estaba dominada desde 1997 por una coalición de izquierda que sostuvo la acción de gobierno dirigido por el socialista Lionel Jospin, en coalición con el presidente Chirac.

Este sistema de Poder Ejecutivo compartido fue ampliamente criticado por todos los partidos durante la campaña electoral, y ha sido percibido por los electores como fuente de parálisis.

"Los franceses están cansados de la política polémica, quieren política de eficacia", declaró el primer ministro Jean Pierre Raffarin, nombrado por Chirac tras su relección presidencial.

Pero el ex ministro socialista Laurent Fabius advirtió que "no se puede hacer como si los franceses, y especialmente los que se abstuvieron, ya hubieran elegido".

De acuerdo con cifras definitivas del Ministerio del Interior, los candidatos de la UMP y sus aliados se alzaron con alrededor de 43.94 por ciento de los votos, mientras que la izquierda se ubicó en 36.04 por ciento.

Los candidatos de extrema derecha sólo podrán mantenerse en unas 30 circunscripciones contra 132 en las últimas legislativas de 1997.

El líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Jean Marie Le Pen, había provocado un terremoto político el 21 de abril al calificarse para la segunda vuelta de la elección presidencial, desplazando al socialista Jospin, quien ante su sorpresiva derrota decidió retirarse de la política.

En esa segunda vuelta, hace cinco semanas, Chirac fue relegido como presidente, en parte gracias a los votos de la izquierda, que llamó a detener a Le Pen. A su vez, el ultraderechista Le Pen sostuvo que las elecciones fueron "antidemocráticas, pues no nos permitieron llevar adelante una campaña electoral". Estimó además que "la fuerte proporción de candidatas mujeres que presentamos para respetar la regla de la paridad hizo bajar nuestro resultado".

Entre las candidatas mujeres se encuentra Marine Le Pen, hija del líder del FN, quien en su debut electoral logró 24.24 por ciento de los votos, detrás del candidato socialista Jean Claude Bois, quien se alzó con 38.20 por ciento de los sufragios, en un distrito electoral de la ciudad de Lens, en el norte de Francia. El próximo domingo los votantes decidirán quién de los dos se sentará en la Asamblea Nacional.

La extrema izquierda, a pesar de su número récord de candidatos, vio derrumbarse sus resultados con sólo 2.76 por ciento de la votación. Según analistas, numerosos electores se dieron cuenta que la dispersión fue justamente la que le costó a Jospin el acceso a la segunda vuelta presidencial.

La izquierda, a su vez, sufrió otra derrota, luego de la eliminación de Jospin de la presidencial. Mientras que el Partido Socialista parece haber mejorado levemente los resultados obtenidos durante la primera ronda de las parlamentarias de 1997, en las que se alzó con 23.6 por ciento, sus aliados comunistas parecen haberse dirigido al desastre: las estimaciones indican que contaron con un apoyo de 4 por ciento del electorado, contra 10 por ciento en 1997.

El Partido Socialista apuesta a aumentar sus votos el próximo domingo por una movilización de los electores que hoy no acudieron a las urnas. El primer secretario del partido, Francois Hollande, llamó a los que no votaron "a hacerlo masivamente" el 16 de junio, para evitar "una Asamblea Nacional desequilibrada", lo que sería peligroso para "los avances sociales" del país.

En los distritos donde ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta, los dos aspirantes con mejores resultados, así como los que obtuvieron más de 12.5 por ciento de los votos, pasarán a disputar la segunda ronda.

Si las tendencias de hoy se confirman el 16 de junio, tanto la jefatura del Estado como el Parlamento quedarán en manos de la derecha, y posiblemente hasta con mayoría absoluta. El gobierno instalado por Chirac al día siguiente de su relección, el 5 de mayo, dirigido por Raffarin, dispondrá de una fuerte base parlamentaria para continuar el programa de reformas que ya empezó, que incluye temas que la ultraderecha explotó durante la campaña presidencial, como el de la seguridad.

En caso de que en la segunda ronda se confirme la "anunciada derrota de la izquierda", según el periódico Le Monde, el neogaullista Chirac, de 69 años, habrá dado vuelta a su destino como el de la derecha conservadora. El 21 de abril pasado en la primera vuelta de las presidenciales, el mandatario obtuvo los peores resultados de un presidente que se presentaba a la relección desde 1958. Sin embargo, el hecho de que su rival no fuera Jospin, como se esperaba, sino Le Pen, lo ayudó a convertirse en el presidente relecto por el mayor margen de votos.

Luego, con la designación de Raffarin, un hombre simpático y de lenguaje sencillo que goza de altos índices de popularidad, Chirac logró sacar un as de la manga.

Las elecciones este día estuvieron marcadas por el escaso interés de la población, que según analistas se debería a un sentimiento de "saturación", por el hecho de haberse celebrado dos elecciones con muy poco tiempo de distancia.