Prevén que los acuerdos serían con Madrazo, porque tendría control sobre bancada priísta

Espera Fox que el tricolor logre mayoría en la Cámara en 2003 para sacar adelante iniciativas

Dudan en Los Pinos que este año se aprueben reformas laboral, energética y del Estado

JUAN MANUEL VENEGAS

Cuando el presidente Vicente Fox Quesada dijo a principios de este mes que no le interesaba mantener la relación con la actual Cámara de Diputados, que esperaría nuevos tiempos "para construir una buena relación", se refería a los cálculos que ya se hicieron en Los Pinos para 2003.

De acuerdo con funcionarios gubernamentales y panistas consultados, el escenario que se vislumbra en la casa presidencial apunta hacia una composición legislativa "más o menos" similar a la actual, pero con preeminencia priísta, por lo que la búsqueda de acuerdos se concentrará en la nueva dirigencia encabezada por Roberto Madrazo, que se espera ejercerá mayor control sobre el grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en San Lázaro.

Por lo pronto, Fox ya tiene algo seguro: su declarada amiga, la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del tricolor, Elba Esther Gordillo, será quien coordinará los trabajos partidistas para la reforma del Estado. Para ello ya está en contacto, incluso, con integrantes del CEN del Partido Acción Nacional (PAN) y con el jefe de la Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental, Ramón Muñoz.

Y es que lo que está detrás de todo esto es el compromiso que el propio Madrazo hizo con Fox: primero, cuando antes de ganar la presidencia priísta le vendió la idea de que sólo él le garantizaba "gobernabilidad", y después en las reuniones que concluyeron con el llamado presidencial al priísmo a "gobernar juntos".

Los funcionarios gubernamentales y los panistas consultados coincidieron en que los comicios del próximo año, en los que se renovarán la totalidad de las diputaciones federales, seis gubernaturas y siete congresos estatales, son de la "máxima" atención del presidente Fox, pues de la composición que resulte en el Palacio Legislativo de San Lázaro dependerá el futuro de las "reformas estructurales" que plantea, pues, a decir verdad, "no hay buenas expectativas" con el paquete de iniciativas que se discutirán este año.

Porque además, arrancando ya el año electoral, el próximo mes de septiembre, en Los Pinos "se duda" que haya disposición de los diputados y de las propias directivas partidistas para meterse a un debate sobre temas fundamentales como las reformas laboral y al sector energético, que son las que interesan al mandatario. "Los costos" que en estos casos siempre consideran los partidos políticos son parte del corte de caja que hacen los asesores del Presidente de la República.

En tal sentido, señalaron algunos de los consultados, Fox Quesada optaría por esperar "mejores tiempos" para retomar no sólo las iniciativas que anunció en los temas de energía, legislación laboral y telecomunicaciones, sino también el proyecto de reforma fiscal, tal como lo ha ofrecido a grupos empresariales nacionales y extranjeros.

La estrategia sería, pues, empezar a tejer acuerdos y compromisos con el grupo priísta que -se espera- dominará las posiciones legislativas en la segunda mitad del sexenio, máxime que para obtener los resultados que Fox pretende de las reformas a los sectores mencionados es indispensable la "revisión a fondo" de la Constitución.

Por ello la importancia -aceptan las fuentes- de lo que el presidente Fox haya acordado con Madrazo y lo que el dirigente priísta "esté en condiciones y posibilidades" de cumplir.