Tel Aviv se lo atribuye a la ANP, pese a que Arafat externó inmediata condena
Atentado suicida en la ciudad israelí de Netanya provoca cuatro muertos y unos 56 heridos
Se responsabilizan del ataque en un mercado los brazos armados de Hamas y el FPLP
REUTERS, AFP Y DPA
Netanya, 19 de mayo. Cuatro personas murieron y unas 56 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado este domingo en un mercado de la ciudad israelí de Netanya, atribuido por Tel Aviv a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), pese a que ésta externó su inmediata condena.
"Este tipo de atentados pone en peligro nuestros intereses nacionales, daña nuestra justa causa y destruye nuestro sueño de fundar un Estado palestino", señaló la ANP en un comunicado en el que pidió a todos los sectores políticos, sociales y económicos, así como a todos los grupos armados, "condenar y detener" este tipo de ataques.
"Atacar a civiles israelíes va en contra de las decisiones de la Autoridad Nacional Palestina y hace cargar a nuestro pueblo con las acusaciones de terrorismo, cuando lucha por recuperar sus derechos y librarse de la ocupación racista y de la colonización", agregó.
El presidente de la ANP, Yasser Arafat, expresó su total repudio a los ataques "contra todos los civiles israelíes", en una entrevista emitida por la cadena de televisión italiana RAI3, en la que aprovechó la oportunidad para condenar "los ataques contra los civiles palestinos, los campos de refugiados y los pueblos".
Para Israel, el responsable de este atentado es la ANP, que "no hizo nada para impedir acciones terroristas", declaró la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Yaffa ben Ari, quien consideró que el terrorismo continúa, y advirtió que no habrá oportunidad de reactivar el proceso de paz si la Autoridad Nacional Palestina no emprende acciones contra la violencia.
"Esto demuestra que Israel debe seguir con sus operaciones" militares, declaró el ministro del Interior, Elm Yishai.
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, declaró a la cadena de televisión NBC que el atentado de este domingo prueba que el presidente palestino no puede controlar a quienes cometen ataques suicidas con bombas en Israel, respaldados por Irán y Siria, en referencia a los grupos de resistencia Hezbollah y Hamas.
Por su parte, la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, afirmó que el ataque puso de manifiesto la necesidad de hacer algo para evitar que el terror siga siendo utilizado "como arma en Medio Oriente".
Unas horas antes del atentado, la policía y los guardias fronterizos fueron puestos en estado de alerta en la región, a raíz de informaciones sobre un posible ataque, pero a pesar de esto, un presunto militante palestino que vestía uniforme del ejército israelí logró infiltrarse en el mercado abierto de Netanya. Se sospecha que el activista hizo estallar los explosivos que llevaba adosados a su cinturón y que al parecer estaban llenos de clavos.
Tanto el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedin al Qazzam, como el ala armada de Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), las Brigadas Abz Alm Mustafa, se atribuyeron el ataque.
Unas horas después del atentado, cuatro tanques israelíes incursionaron en la ciudad cisjordana de Tulkarem, cercana a Netanya, y detuvieron a dos personas, informaron fuentes de seguridad palestinas.
Justo antes del nuevo atentado, la dirigencia palestina estudiaba la celebración de comicios. En Ramallah, Cisjordania, se reunió por primera vez la Comisión Electoral para analizar el pedido de reformas y llamar a elecciones como prometió la semana pasada el propio Arafat.
Pero la reunión entre la Comisión Electoral y Arafat fue aplazada, ya que los representantes de la franja de Gaza no pudieron acudir al encuentro, así como por la sorpresiva visita del primer ministro de Jordania, Ali Abu, al-Ragheb, quien se entrevistó con el líder palestino.
Por la mañana, el canciller de Israel, Shimon Peres, presentó una versión revisada de su plan de pacificación, a la vez que llamó a un inmediato reinicio de las conversaciones de paz con los palestinos.
El plan considera, entre otras cosas, la creación de un Estado palestino independiente en unas cuantas semanas, cuyas fronteras definitivas deberán ser acordadas en el término de un año a través de negociaciones realizadas bajo los auspicios de las comunidad internacional.
Los temas conflictivos como Jerusalén, los refugiados palestinos y los asentamientos judíos en los territorios ocupados deberán ser tratados por los negociadores de ambas partes, también en el plazo de un año.
Sobre el asunto, el presidente del Consejo Legislativo Palestino (Parlamento), Ahmed Qorei, sostuvo que la iniciativa del príncipe Abdullah, de Arabia Saudita, "es la única aceptable para árabes y palestinos".
Mientras tanto, a unas horas de que la Unión Europea anunció un acuerdo para acoger a los 13 palestinos que se encontraban atrincherados en la Basílica de la Natividad, en Belén, surgió una serie de desmentidos. El primero de ellos fue de Chipre, al negar, en voz del canciller Ioannis Kassoulidis, que se haya llegado a un acuerdo, si bien las negociaciones entraron en su fase final, y rechazó que su país vaya a acoger a algún palestino.
También el gobierno español se vio obligado a corregir el anuncio de que entre los países europeos figuraba Finlandia, que se disponía a acoger a uno de los palestinos, y en su lugar mencionó a Bélgica.
De esta manera, el reparto quedará de la siguiente manera: España e Italia acogerán a tres palestinos cada uno; Grecia e Irlanda, a dos cada uno, y Bélgica y Portugal a uno cada uno, mientras que otro permanecerá en Chipre, y al final se espera que la distribución quede tal como ha sido anunciada.