Puras especulaciones, que se lo promueva para frenar pesquisas del rescate bancario
Al frente del CCE, Rangel podría ser puente entre la industria y el sector financiero, afirma
Plantea estrecha relación con consejos coordinadores de los estados, hoy excluidos
DAVID ZUÑIGA
Hasta abril pasado Héctor Rangel Domene fue líder de un sector cuyo salvamento le ha costado a los mexicanos 338 mil millones de pesos, y que durante los últimos ocho años le ha dado la espalda a las empresas nacionales: la banca.
Ahora el directivo de BBVA-Bancomer busca la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y asegura que sólo le falta un voto, pues ya tiene el apoyo de su gremio, la Asociación de Banqueros de México (ABM), de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), del poderoso Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), en el cual la banca tiene una participación preponderante, e incluso de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
En cuanto a la eventual relección del actual dirigente, Claudio X. González, Rangel la considera poco probable, pues implicaría convocar, en medio del proceso electoral, a una asamblea extraordinaria que tendría que aprobar por unanimidad una reforma a los estatutos. Esto, sencillamente, ''no me suena''.
En entrevista con La Jornada, Rangel califica de ''puras especulaciones'' las versiones de que Roberto Hernández, presidente de Banamex, y otros banqueros pretenden colocarlo al frente del CCE para frenar cualquier intento de reabrir las pesquisas sobre el rescate bancario y para darle más fuerza al sector en su pugna con el Gobierno del Distrito Federal.
''Tengo 30 años de carrera profesional como banquero y como funcionario público (fue director de Finanzas de Pemex entre 1987 y 1991). En este tiempo he conocido a muchos políticos y hombres de negocios y tengo el apoyo de muchos empresarios, no sólo del sector bancario''. Más aún, niega que ser banquero sea una desventaja en esta contienda y asegura que él puede ser un ''puente'' entre el sector financiero y el aparato productivo.
En cuanto al desplome del financiamiento, sostiene que se debió a los problemas de altas tasas de interés, inflación y volatilidad derivados de la crisis de 1995. Luego de su quiebra, dijo, la banca tuvo ''un larguísimo periodo de convalecencia y apenas el año pasado se logró recapitalizarla y sanearla''.
Las propuestas
De llegar a la presidencia del CCE, Rangel Domene buscará reforzar la estrategia de negociación con el gobierno y con el Congreso, lo cual requerirá más recursos financieros, humanos y técnicos e incluso contratar a empresas especializadas. El banquero tendría el apoyo de BBVA-Bancomer para dedicarse de lleno al CCE y participar directamente en el cabildeo con los legisladores y no sólo con las cúpulas de los partidos.
En cuanto a la relación del CCE con el gobierno federal, propone que sea "respetuosa y propositiva, pero con una firme defensa de los intereses del sector privado, y eso puede llevar a críticas o a puntos de vista discordantes".
A su parecer, las reformas prioritarias son aquellas que tienen que ver con el fortalecimiento del estado de derecho: penas más severas a los delincuentes, federalización de los delitos, mejor coordinación entre corporaciones, combate al secuestro y mejorar la administración de la justicia.
Al mismo tiempo, se promoverán las reformas energética, fiscal y laboral, a fin de que los negocios del país puedan reducir sus costos, ser competitivos y sacarle jugo a todos los tratados comerciales que México ha firmado.
Otra de sus propuestas es lanzar una campaña de medios para limpiar la imagen de la iniciativa privada y crear conciencia sobre la necesidad de tener empresas competitivas. ''Hay una concepción equivocada. Mucha gente cree que los empresarios son explotadores y que el gobierno es el que genera riqueza. Nada más alejado de la realidad: las empresas son las que crean empleo y riqueza, las que invierten en capital humano, en máquinas, en infraestructura''.
Rangel también admite que el CCE ha sido centralista y ha excluido a organizaciones como los consejos coordinadores de los estados. Tener una relación estrecha con estas organizaciones, señala, es vital para cabildear con legisladores federales y locales y con los gobernadores. ''No es posible ignorar que existen estos organismos. Hay que buscar una fórmula adecuada para que participen''.
Los pasos de González
Lejos de los reflectores y sin confesar abiertamente sus intenciones, el aún dirigente del CCE, Claudio X. González, sigue en busca de apoyo para continuar al frente de la llamada cúpula de cúpulas del sector privado. El viernes, ante la Asociación de Industriales del Estado de México (AIEM), una de las más fuertes de la Concamin, presentó una mezcla de informe de su gestión y discurso de campaña. Habló de logros del CCE, como la corrección de los ''errores'' de la ''miscelánea'' fiscal, la firma del Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional, la creación del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad; también se refirió a la ''urgente'' necesidad de sacar adelante las reformas energética y laboral. Tras el evento, el presidente de la AIEM, Francisco Funtanet, declaró que esta asociación apoyaría una eventual reelección de González Laporte, quien esta semana cumplirá 68 años.