El sospechoso, ex colaborador gubernamental,
asegura experta microbióloga de EU
Casi seguro que la FBI conozca la identidad del responsable
de los ataques con ántrax
Podría haber negociado su libertad a cambio de
no divulgar programas secretos, dice
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 13 de mayo. Es casi seguro que la FBI
conozca la identidad del responsable del envío de cartas contaminadas
con ántrax el año pasado, que causaron la muerte de cuatro
personas, pero el gobierno estadunidense podría estar renuente a
arrestarlo, ya que se trata de un ex colaborador gubernamental que tiene
conocimiento de programas secretos que las autoridades no desean que sean
revelados, afirmó una microbióloga experta en estos asuntos.
Esta
semana, el director de la FBI negó nuevamente que exista un principal
sospechoso de los ataques de ántrax, pero la experta en armas biológicas
Barbara Hatch Rosenberg rechaza la versión oficial. "Existe un sospechoso,
ex empleado de un contratista del gobierno de Estados Unidos, es alguien
con mucha experiencia en el manejo del ántrax", dijo Rosenberg,
experta en control de armas biológicas, profesora en la Universidad
Estatal de Nueva York en Purchase y presidenta del programa de armas biológicas
de la Federación de Científicos Estadunidenses (FAS, por
sus siglas en inglés).
En entrevista con La Jornada señaló
que varios expertos en biodefensa han entregado el nombre de este individuo
al FBI y que ha sido entrevistado por las autoridades varias veces. "Es
una persona que trabajó para un contratista de defensa de Estados
Unidos, con suficiente experiencia para fabricar ántrax; actualmente
cuenta con una vacuna para el ántrax y ha diseñado escenarios
bioterroristas y los ha simulado", afirmó Rosenberg, quien dice
conocer el nombre de este individuo pero que no desea revelarlo a la prensa.
"No es reconfortante ?agregó? descubrir que programas secretos estadunidenses
podrían haber sido la fuente de ese apoyo, y que la seguridad es
tan laxa en laboratorios militares contratistas."
Robert Mueller, director de la FBI, declaró al
Congreso hace unos días que su agencia cree que el responsable de
los ataques es estadunidense, con conocimiento científico, y que
actuó solo. La FBI ha admitido que ha interrogado con polígrafo
a varios empleados actuales o ex empleados de laboratorios científicos
que elaboran ántrax, pero Mueller insistió de nuevo hace
unos días en que "no tenemos a una persona específicamente
que sobresalga de los demás".
No obstante, Rosenberg, quien ha estudiado armas biológicas
durante más de una década como microbióloga, dijo
que existen sólo cuatro lugares en Estados Unidos que elaboran el
tipo de ántrax utilizado en las cartas enviadas por correo a varios
medios y a dos senadores federales el año pasado. "Las autoridades
ciertamente han sabido durante meses que el ataque de ántrax fue
hecho desde adentro", afirmó. "Sabemos que la FBI está observando
a esta persona y es probable el sospechoso conozca actividades secretas
que el gobierno desearía que no fueran divulgadas."
Cuando se le preguntó qué actividades podrían
ser tan secretas para que el gobierno no detuviera a esa persona, que ha
amenazado a dos legisladores federales y ha aterrorizado a parte del país,
Rosenberg dijo que se refería a programas de investigación
del ántrax que serían violatorios de los tratados internacionales
que regulan las armas biológicas y químicas.
"Creo que hay amplias pruebas", dijo Rosenberg. Especuló
que tal vez esta persona aún no ha sido arrestada porque el gobierno
no cuenta con suficientes pruebas para condenarlo legalmente sin poner
en peligro un tema de seguridad nacional, pero agregó que varias
personas que trabajan en el gobierno estadunidense le han expresado el
temor de que se haya llegado a un arreglo de no juzgar a esta persona a
cambio de su silencio.
Esta acusación, declaró el director de la
FBI la semana pasada, es falsa. "Los informes de que nos estamos centrando
en un individuo particular y que por cualquier razón no estamos
persiguiéndolo son simplemente falsos", declaró ante el Congreso.
Pero Rosenberg insistió en la entrevista con La Jornada en
que hay gente en el gobierno estadunidense que cree que existe el peligro
de que la administración de George W. Bush no juzgará al
responsable.