El periodismo, amenazado por terroristas y por
gobiernos que buscan coartar libertades
Altos funcionarios de ONU, contra la "tentación
de imponer regulaciones drásticas a la prensa"
Informadores han sido víctimas de asesinatos,
secuestros, torturas y atentados, denuncian
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Ginebra, 3 de mayo. La prensa en el mundo afronta
una amenaza doble, en forma directa e indirecta, debido a las amenazas
del terrorismo y ante nuevas medidas adoptadas por gobiernos que han instaurado
reglas en detrimento de los derechos y las libertades de los medios en
el contexto de las campañas contra el terrorismo.
El secretario general de la Organización de Naciones
Unidas (ONU), Kofi Annan, la alta comisionada para los derechos humanos
del organismo, Mary Robinson, y el director general de la UNESCO, Koichiro
Matsuura, coincidieron en señalar lo anterior en un mensaje conjunto
emitido hoy con motivo del Día internacional de la libertad de
expresión.
Hicieron
énfasis en las amenazas indirectas que se ciernen sobre la prensa
a raíz del terrorismo, dado que los gobiernos pueden reaccionar
"instaurando nuevas reglas, leyes o medios de vigilancia que afectan esos
mismos derechos y libertades que se supone que una campaña contra
el terrorismo debe defender".
Al denunciar los ataques terroristas contra periodistas,
reporteros y editores, que han sido objeto de asesinatos, secuestros, torturas
y atentados, además de ser afectadas en algunos casos las sedes
de los medios de comunicación, destacaron que "hay que resistir
a la tentación de imponer regulaciones drásticas a la prensa".
Más de 50 muertes
En el curso de los dos años recientes, más
de 50 periodistas murieron cubriendo conflictos, y cada vez con mayor frecuencia
se constata que los informadores caídos no son víctimas de
accidentes en las guerras, sino blancos deliberados de aquellos que tratan
de ocultar sus actividades criminales, subrayaron los altos funcionarios
de la ONU.
Los diferentes organismos de prensa internacional, desde
Europa a América Latina y Estados Unidos, evocaron varios de los
casos ocurridos recientemente de ataques a la prensa y los periodistas,
como en Cisjordania ante la ofensiva israelí sobre los territorios
palestinos, seguido de Colombia, con numerosas víctimas entre los
informadores.
Otros casos graves se refieren a las muertes de informadores
durante la reciente guerra estadunidense en Afganistán, mientras
que la libertad de prensa sigue siendo pisoteada en muchos países
de Africa, entre los que se mencionó el caso de Zimbabwe, donde
tres reporteros comparecieron ante un tribunal acusados de abuso de sus
"privilegios de periodistas".
En Costa Rica se mantiene la impunidad de los autores
materiales e intelectuales del periodista colombiano Parmenio Medina, en
tanto que en Guatemala un periodista fue asesinado, otro se exilió
y 27 recibieron distintas amenazas entre junio y abril pasados.
En Bolivia y El Salvador se denunció que persiste
la intolerancia y los atropellos contra la prensa, mientras que en Uruguay
hay una pérdida de la pluralidad informativa e independencia de
prensa.
En París se denunció que la afgana Jamila
Mujahed, el haitiano Robert Philomi y el cubano Lázaro Jordana figuran
entre muchos informadores de otros países que han sido objeto de
persecución, encarcelamiento, exilio y, en otros casos, de muerte.
En Madrid, diversas organizaciones dieron su apoyo a la prensa en las comunidades
del País Vasco y Navarra, bajo amenazas de ETA.
También la Felap denunció "tiempos aciagos"
para la prensa, mientras que Granma afirmó que el mercado
mediático mundial se encuentra bajo control de un "monopolio capitalista"
que impide la libertad de expresión y "secuestra" la verdad.