Fuertes combates entre rebeldes y ultraderechistas
por el control del noroeste del país
Mueren 60 civiles por la explosión de un misil
casero atribuido a las FARC
Hay además 145 desaparecidos y 93 heridos en
Bojayá, poblado cercano a la frontera con Panamá
Fue un acto de represalia ante la llegada de 500 escuadroneros,
afirma jefe de la policía de Chocó
DPA, AFP, REUTERS Y PL
Santafe de Bogota, 3 de mayo. Escenas de horror
fueron revividas hoy con la muerte de al menos 60 civiles, 93 heridos y
145 desaparecidos como consecuencia de la explosión de un cilindro-bomba,
en el marco de enfrentamientos entre la guerrilla y los paramilitares de
derecha en un poblado fronterizo con Panamá.
El sangriento episodio se produjo en el humilde poblado
de Bojayá, departamento de Chocó, en ac-ción atribuida
a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que, a decir de
autoridades locales, lanzaron el artefacto contra una iglesia donde se
refugiaban pobladores que habían huido de los combates.
Aunque una versión inicial señaló
que la guerrilla atacó el lugar creyendo que se trataba de un es-condite
de los paramilitares, la po-licía de Chocó dijo -por conducto
del coronel Ricardo Vargas- que en realidad fue un acto de "represalia"
de las FARC ante la reciente llegada a la zona de alrededor de 500 paramilitares.
"Se cree que la guerrilla acusó a los pobladores
de colaborar con las autodefensas ilegales y por ello perpetraron el ataque",
dijeron a su vez fuentes de organismos humanitarios que pidieron el anonimato,
en tanto que fuentes militares sólo pudieron confirmar la existencia
de combates en la región entre los bandos mencionados.
"Estamos ante una tragedia na-cional que demanda la solidaridad
de todo el país y la intervención inmediata del socorro nacional",
dijo el secretario de gobierno de Chocó, Jorge Caicedo, quien confirmó
que todas las víctimas eran civiles. No descartó que el número
de víctimas pueda aumentar.
El alcalde de Bojayá, Ariel Palacio, al reafirmar
el balance de unos 60 muertos y 93 heridos, señaló que entre
los heridos hay 13 de gravedad y que los 145 desaparecidos posiblemente
son habitantes que han optado por huir, tras desatarse los combates desde
el lunes.
Explicó que desde ayer la gente había comenzado
a llegar al casco urbano, y que las autoridades a su cargo habían
estado "preparando a la gente para que se concentrara en sitios donde pudiera
ser excluida de esta confrontación, pero cayó un artefacto
explosivo exactamente en la iglesia y eso nos ha generado esta catástrofe".
Más
enfrentamientos
El ataque sobre Bojayá, con el misil rudimentario,
ocurrió horas después de que las autoridades del departamento
de Nariño informaran de otro enfrentamiento entre las FARC y los
paramilitares en un paraje de Barbacoas, cuyo saldo sería de al
menos 30 rebeldes muertos contra otros 20 de los escuadroneros.
De este modo, el número de muertos aumenta a 90,
entre civiles y combatientes irregulares en menos de 48 horas.
El gobernador encargado de Chocó, David Emilio
Mosquera, explicó que las víctimas se hallan dentro del casco
urbano, en la cabecera municipal de Bojayá, y que en ese sitio,
"según informaciones que tenemos, están las pa-ramilitares
Autodefensas Unidas de Colombia, y entonces fueron atacadas por las FARC".
Otros reportes señalaron que los escuadrones paramilitares
controlan Bojayá y que los rebeldes de las FARC dominan el pueblo
vecino de Vigía del Fuerte, y que han estado combatiendo por el
control territorial de la región desde hace tiempo.
Se trata de una región húmeda y calurosa,
que constituye un corredor estratégico para el contrabando de armas
y drogas, pues en la zona de las confrontaciones existen grandes sembradíos
de coca, todo lo cual puede ser traficado por vía marítima
o terrestre a través de la frontera con Panamá.
El corredor tiene salida también por el río
Atrato, uno de los más extensos y caudalosos del país y que
desemboca en el Caribe, cuyo epicentro es puerta de entrada a la región
agroindustrial y minera de Urabá, que ha sufrido los rigores de
la guerra sucia entre guerrilla y paramilitares con decenas de ma-tanzas
de civiles.
El director del programa de atención sanitaria
del vecino de-partamento de Antioquia, Oscar Franco, llamó a las
FARC y a los paramilitares a permitir la llegada de asistencia médica,
sobre todo porque hay 13 heridos graves que demandan atención urgente
que no se les puede suministrar allí.
Eduardo Cifuentes, defensor del pueblo, indicó
que la entidad a su cargo "previamente había señalado el
peligro en que se encontraban estas poblaciones, y no obstante no se presentó
apoyo por parte del Estado y la fuerza pública", lo que evidencia
un "vacío" del Estado que ha dejado a la población civil
como víctima del conflicto armado.
Situación caótica
Los reportes indican que fuertes combates en la zona continúan
y que los heridos están siendo trasladados a municipios aledaños,
sin que se tengan de momento nuevos detalles de lo ocurrido, ya que hay
incomunicación telefónica.
Hace apenas unas horas la Fiscalía General acusó
a 68 paramilitares de asesinato múltiple en otros hechos, mientras
que las autoridades atribuyeron a las FARC la muerte del alcalde de Topaipí,
Wilson Alirio Castro, de 33 años, cuyo cuerpo fue hallado por vecinos
en una zona montañosa.
El jefe policial, coronel Luis He-rrera, acusó
a la guerrilla de estar detrás de ese crimen, con lo que suman siete
homicidios de alcaldes rurales colombianos en lo que va de este año.
Además, cerca de 50 alcaldes han sido ultimados
en los pasados tres años, por lo que en febrero 14 de ellos en Norte
de Santander amenazaron con renunciar.
Este día unos 80 diputados franceses, de todas
las tendencias políticas, hicieron un llamado en fa-vor de la liberación
de la candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada
por las FARC el 24 de febrero.
Los legisladores dijeron que es-te hecho viola los derechos
humanos más elementales" y ofende a la democracia.
La mayor guerrilla colombiana tiene en sus manos, además
de Betancourt, a cinco congresistas, 12 legisladores regionales, un go-bernador
y a dos ex ministros, en el contexto de un deterioro del conflicto armado
desde el rompimiento de las negociaciones de paz con el gobierno del presidente
Andrés Pastrana, ocurrido el pasado 20 de febrero.
De última hora, el ejército informó
que un niño de 14 años fue asesinado y su cadáver
cubierto con explosivos y envuelto en pa-pel de regalo, para ser usado
en un ataque contra una base militar de Vista Hermosa, acción que
atribuyó a la guerrilla de las FARC.
Teme la OEA por delegados
Mientras, el jefe de la fuerza aé-rea colombiana,
general Héctor Fabio Velasco, atribuyó a un se-cuestro de
las FARC la desaparición el 19 de abril de un helicóptero
que volaba de Canadá a Bolivia.
Según esto, durante un aterrizaje de emergencia
en una zona ru-ral entre Cauca y Nariño, sus ocupantes fueron tomados
prisioneros por la guerrilla, entre los que figuran dos canadienses, un
francés y un ecuatoriano.
Por su parte, la Organización de Estados Americanos
expresó su temor de que alguno de sus 50 delegados a las elecciones
presidenciales colombianas del 26 de mayo pueda ser secuestrado por los
grupos irregulares, como ocurrió ya en 1997.
Además, está preocupada por hechos de violencia
como el atentado del que salió ileso el candidato presidencial favorito
de derecha, Alvaro Uribe.
Por último, un estudio realizado por el Banco Mundial
reveló en la capital del país que unos 27 millones de colombianos
sobre una población total de 42 millones viven en situación
de pobreza y que 23 por ciento de éstos se en-cuentran en situación
de miseria extrema.