No esperamos inmovilismo; requerimos una ley del trabajo acorde al siglo XXI, dijo
Fustiga Fox a críticos de la reforma laboral
Porras y aplausos enmarcaron el encuentro entre el Ejecutivo y el gremio de mineros
FABIOLA MARTINEZ Y JUAN MANUEL VENEGAS
El presidente Vicente Fox criticó a quienes apuestan a la ''unanimidad e inmovilismo'' en el proceso de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT). La iniciativa de ley respectiva, aseguró, será enviada al Congreso de la Unión y esa instancia ''tendrá la última palabra''.
Un día después de que las organizaciones obreras manifestaran su repudio a cualquier cambio a la normatividad laboral, particularmente en el derecho a huelga y la jornada de ocho horas, el mandatario aseguró que el país demanda una "reorientación" del mundo del trabajo, y de inmediato hizo suya la añeja consigna de dirigentes obreros: "en las conquistas laborales, šni un paso atrás!", expresó ante trabajadores mineros.
Fox inauguró ayer la 32 convención de ese gremio de filiación priísta, cuyos integrantes, a diferencia de anteriores encuentros con sindicalistas, lo cobijaron en todo momento con porras y aplausos.
Sonriente y agradecido por la recepción, el Presidente continuó en su promoción de la ''nueva política laboral de Estado'' para la cual se requiere de "una Ley Federal del Trabajo para el siglo XXI".
El secretario del Trabajo y Previsión Social, Carlos Abascal Carranza, dijo que aunque por el momento no existe una fecha precisa para enviar al Congreso el anteproyecto de ley, dicha enmienda es necesaria.
''El discurso de los sindicatos (opositores a la reforma) es parte de la libertad de expresión de este país, pero está clarísimo que no podemos insertarnos en el siglo XXI con una normatividad del siglo XIX. Por ejemplo, ahí está el escalafón ciego; eso es obvio. No debemos tenerle miedo a la reforma porque detrás está un proceso de consenso", señaló el funcionario.
Atrás quedaron las rechiflas y las interrupciones abruptas del sector obrero tradicional e independiente. Esta vez, las huestes de Napoleón Gómez Urrutia, líder de los mineros, se encargaron incluso de halagarlo una y otra vez: šFox-amigo-los mineros están contigo!
El jefe del Ejecutivo sostuvo entonces que el gobierno no ha metido ni meterá las manos en los asuntos internos de las organizaciones sindicales, y volvió a repetir que el proyecto de reforma a la LFT, reglamentaria del artículo 123 constitucional, será resultado de un debate amplio y plural en el que prevalecerán el diálogo y el consenso.
''Ese es mi compromiso con la clase trabajadora y con el país. No esperamos ni unanimidad ni inmovilismo; caminemos juntos en la reorientación del mundo del trabajo que nuestro país demanda", dijo.
Fox dijo enorgullecerse de que México sea la novena economía en el mundo, "la más grande de Latinoamérica y la más grande dentro de países de habla hispana; la octava en materia de comercio internacional y de exportación... Hoy las condiciones son muy distintas; ya hay signos alentadores", aseveró.
Flanqueado por el secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, el líder minero y el dirigente del Congreso del Trabajo, Leonardo Rodríguez Alcaine, Fox aseguró que en las últimas siete quincenas se han generado en el país cerca de 200 mil nuevos empleos y aseguró que ''en todos y cada uno de los meses de este gobierno el poder adquisitivo de los trabajadores ha aumentado''.
Incluso, ante la solicitud de este gremio por mejorar las condiciones de los mineros que carecen de seguridad en el trabajo, Fox dijo que "ante los desafortunados acontecimientos del año pasado (14 muertos en las minas de Barroterán, Coahuila) reaccionamos con prontitud y pusimos en marcha un programa en el cual estamos verificando las condiciones de seguridad".
Antes, Gómez Urrutia le había manifestado que sería "inadmisible" perder aquellos derechos laborales que costaron la vida de miles de trabajadores, particularmente la contratación colectiva, el derecho a huelga, la libertad sindical y el respeto a la autonomía de las organizaciones.
Aún estamos a tiempo, solicitó el dirigente, de cambiar hacia una política económica y social más comprometida con la clase trabajadora y las clases sociales más necesitadas del país.
La efusividad y el apoyo que demostró el sindicato minero hacia el mandatario no fue coincidencia. En breve, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social decidirá si otorga el reconocimiento oficial (toma de nota) al comité que encabeza Gómez Urrutia, hijo de quien permaneció más de cuatro décadas al frente de este sindicato y quien anteriormente se había topado con la férrea negativa de la autoridad para oficializar su puesto.
De paso, el líder sindical que representa a más de 200 mil mineros exigió un asiento en la mesa en la que se elabora el anteproyecto de reforma laboral. Una y otra vez, la dirigencia de los mineros argumentó que en su sindicato prevalece la democracia y que existe total confianza en su líder.
Fox no dejó de agradecer el apoyo recibido y, en este ambiente, dijo que la economía mundial está en vías de "una franca recuperación y México está listo para emprender nuevamente el camino del crecimiento".
Optimista, exhortó a los trabajadores, "a las clases más necesitadas del país", a no perder el ánimo, porque -aseguró- vienen tiempos mejores.