Veinte años de homenaje a los que hicieron
un arte
Hoy se cumplen 20 años de la declaración
del Día Internacional de la Danza, instituida por la UNESCO, para
rendir homenaje al llamado Shakespeare de la danza, el coreógrafo
francés Jean Georges Noverre, nacido el 29 de abril de 1727.
Georges Noverre impulsa la independencia del baile y el
drama de la ópera, para convertirlos en una manifestación
artística autónoma. Así, para 1800 se inicia el desarrollo
de la danza sobre puntas.
Marius Petisa, con sus coreografías de largo aliento
aunadas a la música de Chaikovski ?en Cascanueces, La bella durmiente
y el Lago de los Cisnes?, y posteriormente Anna Pavlova, con su
compañía itinerante, contribuyen al arraigo del ballet.
La danza moderna, que rompe con las ejecuciones tradicionales
para crear sus propios estilos, comienza a desarrollarse en los veinte
y los treinta, para madurar con el surgimiento de las grandes compañías:
American Ballet Theatre, New York City Ballet y el Ballet Opera de París,
agrupaciones en las que destaca la influencia de coreógrafos rusos,
entre ellos Rudolf Nureyev, Natalia Makarova y Mijaíl Barishnikov.
Andanzas mexicanas
Si
bien es cierto que México es un país de danzantes, también
lo es que la conformación de compañías y ballets en
el país es prácticamente un movimiento joven, con menos de
un siglo de existencia.
Los primeros registros de esta disciplina como tal datan
de 1920, cuando Yol Iztma y Nellie Campobello, alumnas de la estadunidense
Lettie Carroll, comienzan a figurar en los escenarios. Pero sólo
en 1932 se funda la Escuela de Danza de la Secretaría de Educación
Pública, y Nellie y Gloria Campobello se convierten en las protagonistas
de una expresión nacionalista y revolucionaria.
Guillermina Bravo, Amalia Hernández y Josefina
Lavalle, junto con Magda Montoya y Sergio Franco, Miguel Córcega
y Alberto Almazán se convierten posteriormente en los representantes
de esta disciplina con la institución del Ballet Nacional de México
en la mitad del siglo XX.
En los setenta y los ochenta se desarrolla el movimiento
de la danza independiente. La irreverencia ante lo tradicional es implantada
por Lidia y Rosa Romero, Jorge Domínguez y Eva Zapfe.
En este momento la creatividad de Raúl Flores Canelo
no encuentra igual al exponer los enfrentamientos políticos y culturales
de México con sentido del humor y una fuerte dosis de realismo.
Posteriormente Víctor Ruiz, Claudia Lavista, Gladiola
Orozco y Beatriz Madrid construyen la atmósfera cosmopolita y los
contenidos de denuncia social que marcan el perfil estético del
Ballet Teatro del Espacio.
Realismo puro
La declaración de la UNESCO en 1982 da al gremio
mexicano un respiro de 12 horas ante las dificultades que ha enfrentado
desde hace 80 años: escasez de estímulos a la creación,
centralización y falta de profesionalización de promotores
culturales y carencia de políticas en materia de formación
de públicos, enseñanza y espacios para las presentaciones.
Según cifras del INBA, en este país con
100 millones de habitantes sólo existen 147 compañías
de danza contemporánea, 100 de folclórica y 96 de flamenco.
Estos grupos deben enfrentar una política cultural
que prefiere traer costosas compañías extranjeras. Además
del ''temor histórico de explorar el cuerpo" de una sociedad judeo-cristiana,
lo que se suma a las actuales políticas de gobierno de un partido
conservador.