TUMBANDO CAÑA
Ernesto Márquez
Luther King y la generación del sueño /
y II
AL CUMPLIRSE EN este mes el 34 aniversario luctuoso de
Martin Luther King, el líder negro, apóstol de la no violencia,
vemos cómo su "sueño" de igualdad, hermandad y paz entre
los negros y blancos de la nación más poderosa del mundo
ha quedado en sólo eso: un sueño. Hoy, más que nunca,
la violencia y la discriminación racial son activos fijos en una
sociedad en la que las minorías sociales, sobre todo la negra, ve
en la acción directa la forma de alcanzar sus reivindicaciones.
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LA PROTESTA negra no se identifica por su activismo de "paz y hermandad",
doctrina de Luther King. Hoy, los ídolos de la nueva generación
no son, desde luego, pastores ni profesores de universidad, sino más
bien grupos radicales como las revividas Panteras Negras o exponentes de
música rock o rap. Una canción del grupo Public Enemy comienza
con la voz de Malcolm X recitando: "Demasiado negro, demasiado fuerte".
Y Niggers with Attitude cantan algo que entienden los adolescentes de los
guetos negros: "Los negros saben cómo morir, no saben otra cosa
que morir, sueñan con morir". Rap en inglés significa "golpear".
EL MENSAJE CASI unánime de estos grupos (incluidos
los directores de cine Spike Lee, Mattie Rich, John Singleton o Van Peeble)
parece ser "guárdate tu ayuda. No la necesitamos ni queremos".
SEGUN LOS OBSERVADORES CADA vez son más los grupos
que exigen "acciones directas" contra la discriminación, control
autónomo y desarrollo con igualdad de oportunidades. Considerando
a la vez que el racismo ya no es físico, sino cultural. El segregacionismo
se ha trasladado a la economía, a la educación y a otros
terrenos más difíciles de combatir por la amplitud de sus
tentáculos.
MUCHOS NEGROS SE sienten extranjeros en la única
tierra que conocen, y reaccionan violentamente ante ese sentimiento. Exigen
que se les considere estadunidenses, que su cultura, lenguaje y sus costumbres
sean tan respetadas, alentadas y reconocidas como lo son la "otra cultura,
lengua y costumbres", la blanca. Algunos empiezan a creer que la única
forma de conseguirlo es separándose de los blancos.
"DECIR QUE AHORA los racistas somos nosotros es una tontería",
sale al paso el que fuera alcalde de Detroit Coleman Young. "No podemos
serlo simplemente porque no tenemos poder, y racismo implica la capacidad
de causar sufrimientos a otros. Nosotros no tenemos esa capacidad. Son
los blancos quienes la poseen...
"SI EL NEGRO vive en barrios marginales, donde se permite
el consumo de la droga, las bandas organizadas de adolescentes y unas escuelas
en las que los jóvenes van armados, se esta procreando ese caldo
de cultivo tan negativo que es el odio racial."
LOS BLANCOS SE sienten nerviosos ante esos casos: "Ellos
se sentían seguros con gente como Luther King, que procedía
de buena familia, había obtenido un doctorado en una universidad
del Norte e invitaba a los blancos a participar en sus manifestaciones",
ironiza el profesor Andrew Hacker, autor del polémico libro Dos
Naciones.
HACKER RECONOCE QUE la clase media representa ahora casi
40 por ciento de la población negra, cuando en 1967 no llegaba a
10 por ciento. Pero asegura que ese cambio ha sido posible gracias a medidas
legales, de discriminación positiva, que han llevado a los negros
a miles de puestos en la Administración y en el ejército
y que incluso han obligado a las empresas privadas a admitir y promover
empleados que de otra forma no hubieran dejado entrar".
SIN EMBARGO, LA periodista Audrey Edwards y el sociólogo
Craig Plite, investigadores del fenómeno social negro y autores
del libro Sociología del éxito negro, han examinado
las áreas donde consiguen empleo los negros y han llegado a la siguiente
conclusión: "Hoy en día hay más enfermeras, telefonistas,
carteros, capturistas de computadoras, policías y funcionarios de
todo tipo en los que les correspondería por su peso en el conjunto
de la población. Y casi tanto maestros, empleados de banca y vendedores
como sería normal. Lo que no hay suficientes son periodistas, ingenieros,
abogados, médicos, arquitectos o dentistas. Y aunque ha aumentado
notablemente el número de negros que ocupan cargos de elección
directa (miembros de las asambleas de los Estados del Congreso, alcaldes,
jueces), todavía no se llega a ese 13 por ciento considerado mágico".
ALGUN OPTIMISTA ESCRIBIO que de no ser por Martin Luther
King "en el país del dólar no se producirían tantas
series de televisión en la que sólo trabajan negros". Es
cierto que existen programas como los de Bill Cosby y las series El
príncipe de Bel Air o Cosas de casa, pero eso no refleja
la ubicación social de los negros en la estructura estadunidense.
SI SE VEN las series de televisión uno puede llegar
a creer que es normal encontrar abogados negros en los mejores bufetes
(como en La ley de Los Angeles) o cirujanos negros en los mejores
hospitales. El problema es que no es verdad.