Dime de un amor que no ha sufrido abrió puntual el concierto del domingo

Jaguares regaló a sus fans una tarde de sorpresas en el Zócalo

Cecilia Toussaint, Federico Fong, Julieta Venegas y José Fors, músicos invitados al palomazo

MARIANA NORANDI ESPECIAL

La tarde de ayer, los Jaguares fueron benévolos y no hicieron esperar a los miles de incondicionales que se reunieron en el Zócalo capitalino bajo un intenso calor. Muy puntual, a las dos de la tarde, la banda hizo sonar los primeros acordes de Dime de un amor que no ha sufrido, tema de su más reciente disco Cuando la sangre galopa, con el que empezaron el concierto que ofrecieron dentro del 18 Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Mientras el quinteto, conformado por Saúl Hernández en la guitarra y en la voz, Alfonso André en la batería, César Vampiro López en la guitarra eléctrica, Leo Muñoz en las percusiones y el colombiano Chucho Merchant en el bajo, solucionaba los problemas de sonido que se presentaron al principio del concierto, personas de las primeras filas eran ayudadas por elementos de seguridad a saltar la valla protectora debido a los aplastamientos que se estaban produciendo. Los que aguantaban en sus primeros lugares, eran refrescados con manguerazos de agua, y no faltó la moza que ante el gran calor se quitó la playera y exhibió sus encantos al sol.

A medida que avanzaba el concierto, el sonido mejoraba, la voz de Saúl adquiría mayor definición y la gente parecía que se aplacaba.

El quinteto realizó un recorrido musical por varios rincones de sus cinco años de historia y por aquellos lugares, donde los Caifanes dejaron mayor huella, con temas como Aviéntame o Afuera. Pero lo que en un principio iba a ser un concierto multitudinario y muy esperado por sus fans, poco a poco se fue transformando, además, en una tarde de sorpresas, ya que palomearon con la banda varios invitados y representantes del rock mexicano. La primera en aparecer fue Cecilia Toussaint, esposa de Alfonso André, fiel amiga de la banda y asidua participante en sus conciertos. Totalmente vestida de negro, interpretó el tema No dejes que demostrando una vez más que su voz se encuentra en uno de sus mejores momentos.

Hasta que dejes de respirar

Tras esa rola, Chucho Merchant le cedió su lugar a Federico Fong, bajista de La Barranca, con el que tocaron Hasta que dejes de respirar, otro de esos temas que inmortalizaron a los Caifanes. Pero las sorpresas no se habían acabado para los seguidores de este grupo: Julieta Venegas con su acordeón subió al escenario cuando todavía se encontraban ahí Cecilia y Federico y tocaron Detrás de los cerros.

El sonido iba mejorando y Saúl iba adquiriendo más soltura y comunicación con su público, el cual aventaba de vez en cuando un tenis, una cachucha o un sombrero al escenario. Algunos objetos llegaban, otros se quedaban por el camino.

Toque duro y metalero

Cuando habían pasado algunas canciones, los organizadores pidieron a los reporteros y fotógrafos que abandonasen el área adjudicada para la prensa porque, según ellos, así se había acordado, motivo que provocó el desacuerdo de los reporteros y algunos enfrentamientos. Muchos abandonaron el recinto, otros nos quedamos y testimoniamos que la organización de este evento no brilló por su eficacia. Mientras los periodistas se quejaban, los organizadores ayudaban a saltar las vallas a los que no aguantaban las primeras filas y refrescaban a manguerazos al público, los Jaguares seguían tocando, recordando canciones, presentando temas nuevos e invitando a músicos amigos a palomear con ellos. El siguiente roquero en subir al escenario fue José Fors, ex cantante de la Cuca, quien al interpretar Será por eso dio un toque más duro y metalero a la fiesta.

De tanto en tanto, Saúl lanzaba frases políticas, alentando a la raza a seguir la lucha por un México más justo. "Para la resistencia" dedicó Aviéntate; en La vida no es igual señaló: "A ver si arreglamos este México descompuesto. Raza, la historia de este país se escribe aquí, con tus manos". Dedicó Imagínate "a toda esa gente que fue asesinada injustamente en este país como Digna Ochoa". Poco antes de acabar el concierto, Alfonso André cedió su instrumento al baterista del grupo Jumbo para él cantar el tema Miércoles de ceniza.

La banda se despidió con una versión instrumental de Afuera, coreada por Cecilia Toussaint. Cuando faltaban 15 minutos para las cuatro de la tarde, el quinteto abandonó el escenario, pero regresó pocos minutos después para realizar un encore de cuatro temas más. Quisiera ser alcohol arrancó el pilón de la tarde, el cual fue introducido por Saúl como "la única forma de estar dentro de una mujer es convirtiéndose en alcohol", frase que provocó que más de una admiradora le lanzara piropos. Antes de cantar La célula que explota, tema muy solicitado por el público, Saúl subió al escenario a un invitado inesperado: don Antonio, veterano de origen maya que participó en la ceremonia prehispánica del polémico concierto Unidos por la Paz. En el concierto de ayer, el invitado aprovechó para agradecer públicamente la ayuda que le brindó Saúl y saludar a los fans de los Jaguares.

Después de dos horas, se despidió de sus seguidores con Antes de que nos olviden.

Aunque dejó claro que cuenta con un gran número de admiradores logrado mediante mucho trabajo y constancia, la banda demostró que suena mucho mejor en lugares más pequeños que el Zócalo y que necesita alejarse del mito Caifanes para crear un nuevo sello Jaguares, más acorde con su nueva formación y con estos tiempos.