Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 15 de abril de 2002
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Mundo
Casi todos los medios informativos de EU hablaron de "renuncia" y no de un "golpe"

Insta el gobierno de Bush a Hugo Chávez a "cambiar su rumbo equivocado"

Apoya Washington las decisiones de la OEA para enviar una delegación a Venezuela

JIM CASON Y DAVID BROOK CORRESPONSALES

Washington, 14 de abril. Condoleezza Rice, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que Hugo Chávez "necesita respetar los procesos constitucionales", y señaló: "esperamos que reconozca que todo el mundo lo está observando y que aproveche esta oportunidad para corregir su propio barco, el cual francamente ha navegado con el rumbo equivocado durante mucho tiempo".

Poco después de los comentarios de Rice, la Casa Blanca emitió un comunicado declarando: "el pueblo de Venezuela ha enviado un mensaje claro al presidente Chávez: que desea tanto democracia como reforma. El gobierno de Chávez tiene una oportunidad para responder a este mensaje corrigiendo su curso y gobernar de manera plenamente democrática".

En los primeros comentarios desde Washington sobre el retorno de Chávez al gobierno de Venezuela, ni Rice ni la Casa Blanca hicieron referencia alguna a la interrupción del proceso democrático en ese país por primera vez en 40 años, lo que deja a Estados Unidos como -al vez- el único país en el mundo (posiblemente con la excepción de España) que no condenó el intento de golpe en Venezuela. Así, el gobierno de George W. Bush dejó la impresión de que aún prefiere a los golpistas que al gobierno constitucional de ese país.

Rice, en el programa Meet the Press de la cadena NBC, comentó esta mañana: "Espero que Hugo Chávez reciba el mensaje enviado por su pueblo de que sus propias políticas no están funcionando para el pueblo venezolano, al que ha tratado en forma altanera".

Chávez, afirmó la funcionaria, debe "reflexionar sobre cómo Venezuela llegó adonde está" y que "necesita respetar los procesos constitucionales. Este no es momento para una cacería de brujas, sino para la reconciliación nacional en Venezuela".

Llamado a trabajar pacíficamente

En el comunicado del secretario de prensa de la Casa Blanca difundido hoy, se informa que Estados Unidos observa con gran preocupación la situación en Venezuela, "lamenta la violencia y la pérdida de vidas, (y) llama a todos los venezolanos a que trabajen pacíficamente para resolver esta crisis".

Agrega que apoya las decisiones de la Organización de Estados Americanos para enviar una delegación y apoyar el "restablecimiento de una democracia plena" en el contexto de la Carta Democrática Interamericana.

La Casa Blanca consideró que Chávez "necesita aprovechar esta oportunidad para asegurar la legitimidad al extender la mano a la oposición política, la sociedad civil, y a todas las fuerzas democráticas de Venezuela". Advirtió que Chávez "tiene una responsabilidad particular de preservar la paz, proteger los derechos humanos y las libertades democráticas, y crear las condiciones necesarias para un diálogo nacional".

Pero en ningún lugar corrige sus comentarios oficiales anteriores de que Chávez había "renunciado", ni de que era víctima de un golpe o acción no constitucional. Cabe recordar que el 12 de abril el vocero del Departamento de Estado, Philip Reeker, ofreció esta respuesta al cambio de gobierno en Venezuela: "acciones no democráticas cometidas y alentadas por el gobierno de Chávez provocaron la crisis de ayer en Venezuela".

Detalló que el gobierno de Chávez había intentado suprimir las protestas pacíficas contra su gobierno con lujo de violencia, causando hasta "100 heridos o muertos",  señaló que los militares y la policía "rehusaron apoyar el papel del gobierno en tales violaciones a los derechos humanos", y que Chávez también censuró la trasmisión de estos sucesos en la televisión privada.

"El resultado de estas provocaciones es que Chávez renunció a la presidencia... Un gobierno civil de transición ha prometido elecciones prontas", informó Reeker el viernes pasado. Concluyó que su gobierno "tiene plena expectativa de que esta situación será resuelta pacífica y democráticamente". Y el gobierno estadunidense, dijo, se comprometía a trabajar con la OEA en el contexto de la Carta Democrática.

Ni en ese momento, ni ahora (dos días después), ha comentado el gobierno de George W. Bush la condena a la "alteración del orden constitucional" expresada oficialmente por sus socios en la OEA ayer, o por el Grupo de Río el día anterior, ni mucho menos ha responsabilizado a nadie más que al presidente constitucional de Venezuela de las acciones que llevaron a la crisis política.

Cabe recordar que el otro país que emitió un comunicado durante el golpe fue España, a través de una declaración conjunta con Estados Unidos difundida el 12 de abril, en la cual tampoco se condena la interrupción del proceso democrático, sino que sólo se considera que es una "situación excepcional" y expresa el deseo de ambos países de que se logre una "normalización plena de la democracia", sin comentar sobre el responsable de la situación anormal.

venezuela_support_83wHoy, en un comentario sobre este aparente misterio de cómo Washington puede proclamarse campeón de la democracia y a la vez tomar la decisión de no condenar la violación del proceso democrático en Venezuela, el corresponsal del diario The New York Times Tim Weiner escribió (antes de la noticia del retorno al poder de Chávez): "¿Cuándo un golpe no es un golpe? Al parecer, cuando así lo decide Estados Unidos, especialmente si el líder que cae no es amigo de los intereses estadunidenses. ¿Qué otra cosa se puede llamar a la caída el viernes del presidente de Venezuela, Hugo Chávez? ¿Una transición armada del poder? Cualquier otro nombre, a pesar de que fue deplorado por sus aliados europeos y latinoamericanos, fue una consumación de algo devotamente deseado por la Casa Blanca".

Wiener agrega que "para Washington, la crisis real en Caracas Chávez". De ahí, Weiner hace el recuento del apoyo a regímenes represivos y golpes apoyados por Estados Unidos en la historia reciente del continente.

Este comentario es particularmente notable en medio de una serie de reportajes en los medios estadunidenses, incluso del propio diario The New York Times, The Washington Post y CNN, entre otros, que durante los últimos tres días caracterizaban los acontecimientos en Venezuela como una insurrección civil contra Chávez y dejaban la clara impresión de que una mayoría de los venezolanos repudiaba a su presidente y que su fin fue expresión de la voluntad del pueblo. Casi nadie utilizó la palabra "golpe" en sus reportajes, y casi todos aceptaron y difundieron como hecho objetivo la versión de que Chávez había "renunciado".

Tan así fue que el propio The New York Times opinó en un editorial que la "renuncia" de Chávez fue de hecho un rescate del país y la democracia frente la amenaza de casi un "dictador".

Ahora muchos, incluso los defensores del sistema interamericano y su recién adoptada Carta Democrática, están a la espera aquí de la respuesta oficial a una pregunta básica: ¿cuándo y bajo qué condiciones Washington (y los medios) apoya a una democracia, y cuándo, y bajo qué condiciones, está dispuesto este gobierno no sólo a no condenar, sino hasta legitimar acciones que culminan en un golpe de Estado?

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