Iván Restrepo
Pequeñísimos ejemplos de mal uso del agua
Debido a la sequía que padece Sonora, que ya dura ocho años, no se podrán sembrar 80 mil hectáreas en la presente temporada agrícola. Especialmente en la zona sur de la entidad disminuirán los cultivos de maíz, algodón y hortalizas. En tanto, los datos oficiales indican que ha descendido el nivel de las presas que abastecen de agua a las principales ciudades de los valles Mayo y Yaqui, al tiempo que continúa el abatimiento de los mantos freáticos de los cuales se extrae el agua para cubrir las necesidades de la zona norte de Sonora. Aunque se puso en marcha un programa emergente para aminorar los efectos de la sequía, se carece de un programa que aborde y solucione integralmente el problema.
En el otro extremo norte del país, en Tamaulipas, la sequía también hace estragos en las siembras de sorgo y maíz, incidiendo hasta hoy en 200 mil hectáreas, una cuarta parte de la superficie que se acostumbra cultivar. La ganadería es otra actividad afectada. Hay que señalar también que debido al pago de las cuotas de agua que México adeudaba a Estados Unidos de los caudales de los ríos Colorado y Bravo, más de 14 mil agricultores del distrito de riego 025 no pudieron sembrar sus tierras este año.
Cinco niños que vivían en una pequeña comunidad del municipio de Tixtla, Guerrero, murieron al ingerir agua en mal estado con heces fecales. Como los pozos y manantiales de la región se encuentran contaminados, el sector salud pidió a las autoridades locales tomar medidas para evitar enfermedades gastrointestinales de diverso grado en la población. Una muy importante y conocida es "clorar" dichas fuentes. Sin embargo, la remesa de hipoclorito de calcio y sodio enviado para ese fin no fue suficiente para controlar el problema en muchos pozos. En la región ha aumentado el número de personas con diarrea y hay déficit de servicios públicos básicos.
También en Guerrero, donde según el gobernador todo anda en paz, mil 500 familias que habitan en la parte alta de Acapulco toman agua de arroyos contaminados desde hace un mes. Se calcula que la mitad padece enfermedades gastrointestinales e infecciones en la piel. Aunque se surte gratuitamente el líquido a la zona afectada a través de pipas, los choferes y sus ayudantes cobran por el servicio.
Al norte del estado de Coahuila el funcionamiento de la carboeléctrica Río Escondido (Micare) ocasiona serios daños. La extracción desmedida de agua de los mantos freáticos que lleva a cabo a través de 36 bombas está agotando los manantiales y las corrientes de los ríos, cuyo líquido es básico para la agricultura de la zona. Aunque se han elevado quejas ante diversas instancias oficiales responsables de cuidar el agua y el ambiente, no se ha hecho nada para evitar los desajustes que se presentan y que serán mayores en el futuro si no se regula la extracción.
Al menos 600 mil habitantes de la Delegación de Iztapalapa no cuentan con el servicio regular de agua potable. Para resolver el déficit, las autoridades extraen cada vez de mayor profundidad el agua del subsuelo. Sin embargo, es más la cantidad que se saca que la que se recarga, con los problemas que ello ocasiona. Aunque en otras áreas del valle de México la situación es similar, en Iztapalapa es crítica y se agrava con el paso de los días no solamente porque en el sistema de conducción se pierde parte apreciable del líquido, sino por falta de recursos para rehabilitar las redes de conducción y el elevado porcentaje de quienes no pagan por recibir ese servicio en la ciudad.
En tanto, medio millón de habitantes que viven al sur de la zona metropolitana de Guadalajara no cuentan con agua potable suficiente, pero en cambio ven pasar por las colonias donde viven millones de litros de aguas negras que van a parar a la presa El Ahogado, que finalmente terminan en el río Santiago sin tratamiento alguno, violando normas muy claras sobre la calidad del líquido que se deposita en los ríos y demás cuerpos de agua del país.
Como se desprende de estos pequeños ejemplos, la temporada de secas pone al descubierto carencias, contaminación y mal uso del agua. Nadie supo más de la cruzada nacional por el bosque y el agua, anunciada hace un año como principio de solución de los problemas que arrastran esos dos vitales recursos.