Daños al sector por importación masiva de granos, advierten
Demandan diputados replantear el TLCAN en su capítulo agrícola
ROBERTO GARDUÑO
Los resultados del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) en materia de producción agropecuaria han propiciado "daños serios" a los intereses de México, porque la desenfrenada importación de maíz, trigo, sorgo y soya está acabando con el mercado nacional, al desplazar áreas productivas específicas, con el consecuente incremento del desempleo, señala un documento de trabajo de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, cuyos postulados sugieren la "urgente" renegociación del TLCAN en su capítulo agrícola.
El argumento de los diputados federales para explicar dicha "catástrofe" es el siguiente: "En el periodo 87-93 importamos 17.4 millones de toneladas de maíz. Entre 1994 y 1999 compramos 29.3 millones de toneladas de ese grano básico. Es decir, en la parte primaria del TLCAN, incrementamos en 68 por ciento las importaciones del producto principal de nuestra agricultura. Y en soya pasamos de 10.2 millones de toneladas a 23.1 millones, y en sorgo de 18.6 a 22.6 millones de toneladas de importación".
Y para no dejar lugar a dudas, el documento de trabajo refiere que si se toma en cuenta la suma de esos cultivos en los periodos citados, "se percibe la magnitud del proceso señalado, al pasar de 52.3 millones de toneladas de importación entre 1987 y 1993, a 89.5 millones de toneladas en el periodo de 1994 a 1999, es decir, las importaciones crecieron 37.2 millones durante el periodo del tratado.
Entre las propuestas básicas que se desprenden del documento, cuyo fundamento es renegociar el capitulo agrícola del TLCAN, se encuentra la referida a conformar un comité de cuotas de importación, que "se circunscribe a promover el cumplimiento de las normas de participación y consulta real y oportuna de organizaciones de productores. Sin duda, que aun cuando esas asociaciones participen y hagan llegar sus propuestas de los aranceles pactados en el tratado, la resistencia a aplicarlos por la presión de los importadores y la ponderación de las autoridades para no repercutirlos en los consumidores, complicarán las decisiones".
Por lo anterior, el establecimiento de un arancel cuota que se considera en el artículo 701 del tratado comercial, obliga a plantear el estudio o análisis de vías alternativas para el acuerdo y la aplicación de esa medida.
Respecto al capítulo de los aranceles-cuota, se pretende su "aplicación en el marco de la conciliación de los intereses de la población consumidora con los productos primarios, y exige el estudio a fondo de posibles opciones de convenios entre las firmas importadoras y procesadoras de la materia prima de importación y las organizaciones de productores de mayor representatividad y especialización en los sistemas-producto, para pactar la proporción del arancel-cuota comprometido con un precio resultan- te que estimule la producción y a los agricultores".
Los diputados que integran la Comisión de Agricultura señalan en el documento elaborado por el organismo denominado Prosa (Productos y Operación SA) por encargo de ellos, que es necesario impulsar el reconocimiento de los países signantes, de los efectos negativos que se han tenido en los campos de la agricultura y ganadería mexicanas, en los primeros siete años del tratado.
"La falta de visión de largo plazo de los negociadores, para la consolidación de un Tratado de Libre Comercio, no consideró que la equidad y amplitud de los beneficios comerciales deberían haber sido los instrumentos para fortalecerlo. De otra manera se corren serios riesgos sociales que lo mantienen en permanente entredicho."
"Incumple metas el Procampo"
En el esquema que deberá revisarse, si prospera la iniciativa, por un comité plural de diputados y senadores, se incluye al Procampo, porque a la fecha no logró compensar las pérdidas por la caída de precios y actuó en forma discriminatoria:
"Uno de los instrumentos cuestionables y perfectibles lo constituye ese programa de apoyo al agro, creado como el mecanismo de apoyo directo a los ingresos de los productores agrícolas, durante el periodo de transición considerado en el TLCAN, mismo que no ha cumplido con los objetivos que se le asignaron desde el principio, pues en los primeros siete años de vida del tratado, no ha podido compensar la reducción y eliminación de los diversos conceptos de subsidios al costo y por la pérdida de ingresos propiciada por la apertura comercial, esto sin tomar en cuenta la reducción de su valor en términos reales, año con año."