Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 18 de marzo de 2002
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Mundo
Tropas de India y Pakistán se enfrentaron en la región de Cachemira; no hubo víctimas

Atentado con granadas deja cinco muertos en Islamabad, entre ellos dos estadunidenses

Musharraf y Bush condenan el ataque, que no fue reivindicado por grupo alguno

DPA, AFP Y REUTERS

Islamabad, 17 de marzo. Cinco personas, entre ellas la esposa y la hija de un diplomático estadunidense, murieron y otras 40 resultaron heridas en esta capital cuando la iglesia en que participaban en un oficio religioso fue blanco de un ataque con granadas, al tiempo que tropas de India y Pakistán se enfrentaron en la frontera de la región de Cachemira.

isl18-054358-pihEl presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, condenó el atentado y dijo que éste no impedirá que su gobierno combata el terrorismo. "Este atroz ataque está destinado a sabotear el interés de Pakistán en un momento en el cual el país está activamente comprometido en eliminar el terrorismo".

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se mostró "indignado" por el atentado. "Condeno duramente estos asesinatos, que no pueden ser tolerados por ninguna persona con conciencia", declaró por medio de un comunicado.

"Trabajamos en estrecha colaboración con el gobierno paquistaní para asegurarnos que los responsables sean llevados ante la justicia", añadió, y presentó sus condolencias a los familiares de las víctimas en nombre del pueblo estadunidense.

El secretario de Estado, Colin Powell, agregó que Washington "está cooperando estrechamente en la investigación con los funcionarios que velan por el cumplimiento de la ley en Pakistán y está determinado a buscar a los culpables para llevarlos ante la justicia".

La embajadora de Estados Unidos en Pakistán, Wendy Chamberlin, confirmó que dos ciudadanas estadunidenses murieron: la esposa del diplomático Miltron Green, Barbara, y su hija Kristin, de 17 años.

Los otros tres muertos eran un afgano, una paquistaní y un hombre de nacionalidad desconocida, según las autoridades.

El ministro de Justicia paquistaní, Jalid Ranjha, dijo que no se puede descartar la participación extranjera en el ataque. Al cierre de esta edición, la policía no había anunciado detenciones ni una pista a seguir, y tampoco recibió reivindicación alguna del atentado.

Según fuentes del hospital al que fueron llevados los heridos, hay un alemán, 10 estadunidenses, cinco iraníes, dos ciudadanos de Sri Lanka, un etíope, un japonés y 12 paquistaníes. El estado de seis de los heridos es crítico, declaró a Afp un médico, pero no especificó sus nacionalidades.

La iglesia atacada se encuentra entre la embajada de Estados Unidos y la de China, en un barrio denominado oficialmente Enclave Diplomático, donde abundan los retenes y controles policiales.

Unas 70 personas se hallaban en el recinto religioso, según testigos, cuando uno o dos atacantes irrumpieron en su interior y lanzaron seis granadas. Las cinco víctimas murieron en el acto.

El ministro del Interior paquistaní, Moinuddin Haider, estimó que todo parece indicar que el ataque fue obra de activistas islámicos opuestos a la campaña militar estadunidense en Afganistán, que cuenta con el apoyo de Pakistán, y hostiles a la represión lanzada por Musharraf contra los extremistas.

Sin embargo, Haider señaló que el atentado pudo ser un acto suicida, en declaraciones a la cadena CNN. "Nadie reivindicó la responsabilidad, pero hay un cadáver no identificado, así que estamos examinando la posibilidad de que ese hombre esté implicado", agregó.

"El hombre, cuyo cuerpo no fue identificado, y del cual tratamos de averiguar la identidad, pudo cometer un atentado suicida", añadió Haider.

No obstante, las declaraciones del ministro del Interior contrastan con las declaraciones hechas a Afp por el jefe de la policía, Nasir Durrani, quien señaló que se sabe que un desconocido entró en el edificio y lanzó siete u ocho granadas, y luego se dio a la fuga.

Así las cosas, India y Pakistán sostuvieron un fuerte intercambio de disparos con morteros y ametralladoras, poniendo fin a un mes de calma en las tensiones entre ambos países en la frontera de la disputada región de Cachemira.

"La calma se interrumpió a las siete de la mañana (local) cuando soldados paquistaníes abrieron fuego con morteros contra posiciones indias en la localidad de Samba", dijo a Reuters un funcionario de alto rango de la fuerza de seguridad fronteriza.

La guardia fronteriza respondió y se produjo un fuerte tiroteo mientras los pobladores de la zona se desplazaban temerosos hacia lugares cercanos al extremo sur de Cachemira india, dijo el funcionario. No hubo informes de víctimas en ninguno de los lados.

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