Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 9 de marzo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Cultura
REPORTAJE

Compositores e intérpretes la consideran un instrumento poco explorado

Actualidad de la marimba en Chiapas y el extranjero: esplendor y buenos augurios

ANGEL VARGAS ENVIADO

Tuxtla Gutierrez, Chis., 8 de marzo. Raymundo Ruiz es un niño de ocho años que recorre diario a pie más de 12 kilómetros de vereda, sin importar el calor abrasante o la lluvia torrencial, para acudir al taller de marimba que se imparte en la casa de la cultura de su municipio, una de las 85 que existen en Chiapas.

Su familia es de músicos, más por tradición y gusto que como medio para ganarse la vida, pues lo mismo su padre que sus dos hermanos mayores trabajan de jornaleros y reciben un salario de 25 pesos por día.

Hay ocasiones en las que Raymundo dedica sólo una hora a sus prácticas musicales, pero, cuando se aproxima una presentación o un concurso, el maestro hace que él y sus demás compañeros dediquen de dos a dos horas y media durante los 15 días previos al acto.

Ser maestro de marimba, por cierto, es una actividad que también se desempeña más por oficio y ánimo de mantener la tradición que por el sueldo que se percibe, entre 500 y mil pesos mensuales, por ejemplo, en los municipios de Copainalá y Venustiano Carranza, respectivamente, según Pepe Ruiz Guanes, director de la Marimba Infantil de Copainalá.

De acuerdo con apreciaciones de las autoridades culturales de la entidad y de reconocidos intérpretes y compositores, entre ellos los integrantes del famoso clan Nandayapa, encabezados por don Zeferino, la marimba vive un momento de esplendor y los augurios sobre su porvenir son más que optimistas no sólo en Chiapas y en el país, sino en el resto del mundo.

Es considerado, de hecho, un instrumento en ciernes, del cual se asegura queda aún mucho por descubrir y explorar, desde el punto de vista de su construcción, interpretación y de ser abordada por los compositores.

Esto es válido para el ámbito tradicional, pero sobre todo para el de la música académica, en el que ha cobrado cada vez más presencia en las grandes salas de concierto del mundo merced al virtuosismo de ejecutantes como la japonesa Keiko Abe.

En el caso de ''La tierra de la marimba", como se llama a Chiapas, el repunte que ha cobrado el instrumento en la última década es atribuido en gran medida al creciente interés demostrado por un sinfín de niños y jóvenes de las nueve regiones de la entidad.

Antes, sobre todo en los años 70 y 80, explica Javier Nandayapa Vargas, se vivió una situación drástica ante la influencia y expansión que tuvo entre esos sectores la música electrónica, la cual ''afortunadamente ya se quedó en la historia y todo parece indicar que retomamos el camino de los años 50 y 60, cuando la marimba vivió su época de oro en el país".

Para el gobierno chiapaneco, según el titular del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta), Oscar Oliva, resulta prioritario preservar y desarrollar este patrimonio. Por ello, además de impartirse talleres de la especialidad en las casas de cultura, se procura que la marimba esté presente en todo acto cultural o artístico, además de que cada municipio cuenta con un grupo o conjunto.

De manera específica, se le ha impulsado mediante la realización de concursos, tanto de construcción como de interpretación, y a partir de 1999 con un festival internacional, cuya segunda versión concluyó la noche de este viernes en Tuxtla Gutiérrez.

El desarrollo que ha mostrado la marimba en el género de concierto ha provocado cierta inquietud e incluso resquemor entre los intérpretes de origen popular, los cuales consideran que en aras de la experimentación podría atentarse contra los valores tradicionales.

Empero, solistas como el mexicano Raúl Tudón, el francés Thomas Dalle y la japonesa Momoko Kamiya, participantes en el segundo festival de marimbistas, subrayan que no hay razón para preocuparse y aseguran que la música tradicional para marimba nunca se verá en peligro de desaparecer o de sufrir alguna afectación.

''La vanguardia y la tradición van de manera paralela; de la mano", definen.

El director de la Marimba de la Presidencia de la República de Guatemala, Lester Godínez Orantes, coincide con esa opinión y agrega que en ambos campos, el clásico y el popular, se trata de un instrumento que no pierde su capacidad de sorprender, en contraste con otros, como el violín y el piano, que han agotado ya sus posibilidades.

''Los grandes autores europeos lamentablemente no conocieron la marimba ni ésta a ellos. Pero eso no ha sido obstáculo para que los intérpretes de esta región del continente (Latinoamérica) no toquen ese tipo de repertorio, pues siempre nos hemos preocupado por hacer transcripciones y llevar esas grandes obras universales a lugares donde de otra forma hubiera sido imposible llegar", abunda.

Lo que urge advertir y reflexionar, enfatiza Zeferino Nandayapa, es que el repertorio popular no ha presentado en los años recientes el desarrollo que sí ha tenido el de concierto, ya que los músicos han mostrado cierto conformismo al limitarse con el ya existente.

Sobre el origen de la marimba en México, específicamente en Chiapas, se han desarrollado tres teorías: una considera que llegó de Africa, a través de los esclavos que trajeron los conquistadores; otra le concede una procedencia asiática, en especial se menciona un instrumento malayo semejante a la marimba que después pasó a Africa; y la tercera sostiene que es de origen maya, tesis que toma como sustento un dibujo que se encontró en un vestigio arqueológico.

Fue a mediados del siglo XIX y gracias a Manuel Bolán que el instrumento adquirió rasgos particulares para ser considerado netamente chiapaneco. Sin embargo su evolución no paró allí y a finales de ese siglo un músico originario de San Bartolomé de los Llanos (hoy municipio de Venustiano Carranza), Corazón Borrás, inventó el segundo teclado y de esta manera creó la marimba moderna.

La construcción de marimbas es otro arte y puede decirse que gran parte de la producción nacional de este instrumento proviene de esta entidad, merced a las familias que generacionalmente se han dedicado a este oficio, como la Nandayapa, de Chiapa de Corzo, con más de cien años de tradición. No es una actividad que genere recursos financieros de importancia para las arcas estatales, debido a que es de corte artesanal y no industrial.

Las marimbas chiapanecas cuentan con doble teclado y para fabricarlas se utiliza madera de hormiguillo en el teclado y de cedro en las cajas de resonancia. Su afinación la determina el tamaño de las teclas y el efecto de vibración que caracteriza al instrumento está determinado por los orificios que se localizan en la parte inferior de los resonadores y que son cubiertos por una membrana pegada con cera.

Para fortuna suya, hoy la marimba ha logrado recuperar el amor de los niños chiapanecos y puede verse a muchos Raymundo Ruiz que recorren largas distancias para acariciarla.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año