Los descontentos aprovechan la presencia de los medios
Se multiplican en Monterrey los plantones y las marchas
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Organizaciones gremiales y movimientos de colonos de Monterrey aprovechan ya la atención de la prensa en esa ciudad, donde este fin de semana se realiza una carrera internacional de automovilismo y a partir de la próxima empezarán a llegar delegaciones de 180 países para participar en una cumbre convocada por la Organización de Naciones Unidas, para desempolvar añejas reivindicaciones y exigir a las autoridades panistas (estatales y municipales) solución a sus problemas.
Habitantes de los sectores más desfavorecidos de la ciudad, uno de los principales polos de desarrollo industrial del país, empezaron esta semana a llamar la atención sobre sus inconformidades, que van desde la regularización de terrenos en asentamientos irregulares hasta demandas de pago de salarios atrasados o la amenaza del cuerpo de policías antimotines de la capital de realizar un paro si no recibe un incremento de sueldo.
Una de las protestas más llamativas fue la realizada a lo largo de esta semana por residentes de antiguas colonias asentadas en los terrenos de lo que fue la Fundidora Monterrey, cerrada definitivamente en 1986 durante el gobierno del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado. Allí, la autoridad municipal decidió construir un muro de 1.5 kilómetros de longitud, que aisla esa zona del complejo Cintermex, sede del encuentro convocado por la ONU.
Los habitantes de esas colonias, unas 300 familias, bautizaron la valla como el "Muro de la Pobreza" y consideran que se trata de una iniciativa del ayuntamiento para ocultar la pobreza en que viven esos ex trabajadores de la fundidora. Los residentes, principalmente de la colonia Caraco han demandado desde hace varios años la regularización de los terrenos, hasta ahora sin éxito.
No son los únicos. A mediados de la semana, maestros de la normal básica Miguel F. Martínez también realizaron un plantón para reclamar al gobierno del estado que cumpla convenios previamente firmados sobre el pago de algunas prestaciones, principalmente relativas a salarios y seguros. En este caso, más que realizar una gran movilización, aprovechan las visitas de reporteros para hacer públicas sus peticiones.
Otro movimiento que ha encontrado espacios de difusión pública en esta semana es el de un grupo de familias asentadas en las márgenes del río Santa Catarina, que atraviesa la ciudad y que se encuentra seco desde hace varios años; ese grupo de familias, que vive en la parte poniente de la capital, precisamente por donde se entra a Monterrey por la carretera que llega de Saltillo, aprovecha el lugar para criar cerdos. Sucede que las autoridades municipales los desalojaron el miércoles y los animales fueron llevados al rastro para sacrificarlos.
Estos incipientes porcicultores no han dejado de protestar desde el día del desalojo.
Ayer viernes se sumaron nuevos grupos a la oleada de protestas. Integrantes del cuerpo de granaderos, a quienes esperan jornadas de intensa actividad durante la cumbre de la ONU (se espera la llegada de unos 30 mil participantes a los foros alternativos), anunciaron que realizarán un paro, precisamente durante los días del encuentro, si no reciben un inmediato incremento de sueldo. Desde hace tres años sus salarios están congelados, según manifestaron ayer.
También este viernes por la noche fue organizado un plantón frente a la sede del gobierno estatal. Maestros federales anunciaron que se apostarán en ese sitio, en plena Macroplaza, para realizar una vigilia que sólo será alumbrada por velas, como una forma de exigir que les paguen salarios atrasados.
Y las movilizaciones apenas comienzan. Desde el miércoles próximo se reunirán en Monterrey grupos de deudores de México, Argentina, Colombia, Venezuela y El Salvador, a los que se sumarán los participantes en el Foro Social y están también convocadas dos grandes marchas para los días en que la ONU desahogue su cumbre.