El organismo centra su intervención en
Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Yucatán
Persiste la injerencia del Banco Mundial en los 4 estados
mexicanos con mayor riqueza biótica
Serán invertidos 60 millones de dólares
en 34 áreas naturales prioritarias
ANGELICA ENCISO L.
Para el Banco Mundial el medio ambiente es un "área
prioritaria", y en México, una de las 15 naciones con mayor biodiversidad
del mundo, ha centrado su intervención en Chiapas, Oaxaca, Guerrero
y Yucatán, los estados con mayor riqueza de ese tipo en el país.
En estas entidades gira el trabajo de tres de los programas
que desde hace siete años comenzó a desarrollar aquí
el organismo multinacional. Se trata de los proyectos del Corredor Biológico
Mesoamericano, Areas Naturales Protegidas y el de Conservación y
Manejo Forestal.
Todos estos proyectos hacen especial énfasis en
el conocimiento, la investigación y el manejo de la riqueza biológica
del país, la cual en la década pasada no sólo despertó
el interés del Banco Mundial, sino también de las organizaciones
no gubernamentales extranjeras que desarrollan la mayor parte de sus trabajos
en esas zonas.
El
Corredor Biológico Mesoamericano incluye regiones de alta prioridad,
incluidos los bosques lluviosos de Tehuantepec y Yucatán, los bosques
secos de Yucatán y los humedales de Quintana Roo.
"En Chiapas existen bosques mesófilos templados,
un ecosistema que cubre uno por ciento del territorio nacional, pero contiene
diez por ciento de la diversidad floral del país", indica el manual
de operaciones del proyecto.
En Yucatán, agrega el documento, existe una gran
diversidad de flora y fauna; se han encontrado 900 especies de plantas
y 200 de animales en tan sólo una hectárea de bosque tropical
perennifolio. Además, se sabe de unas 70 especies de anfibios y
reptiles, 320 especies de aves y 120 especies de mamíferos.
El texto indica que de acuerdo con la Comisión
Nacional de Biodiversidad (Conabio), que es la ejecutora del proyecto,
la gran diversidad existente se debe a la conjunción de biota neoártica
y neotropical y a la variación climática espacial, que alcanzan
su mayor expresión en Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
El proyecto tiene considerado incluir el desarrollo de
instituciones para el manejo del medio ambiente, la descentralización
de la administración ambiental y el mejor manejo de los recursos
naturales; asimismo, ofrece ayuda para el diseño de políticas
del sector.
"La flora y la fauna de estos estados presenta una proporción
significativa de especies endémicas y varios ecosistemas de alta
prioridad para la conservación: selva baja, bosque mesófilo,
bosque seco, humedal y sabana. Los ecosistemas que colindan con territorios
de Guatemala y Belice constituyen la mayor masa de ecosistemas de bosque
continuo en todo México y Mesoamerica."
En relación con la agrobiodiversidad, el texto
indica que los grupos indígenas han adoptado un gran número
de plantas y todavía conservan un grado muy elevado de variación
genética entre ellas, incluidas las formas semidomésticas
y el conocimiento para saber cómo utilizar a sus parientes silvestres.
"En este proceso, el cual tiene fuertes vínculos
con los patrones tradicionales de uso del suelo, seguirán perdiéndose
prácticas potencialmente útiles, a menos que se realicen
actividades sistemáticas para rediseñar la sustentabilidad
local.
"La agrobiodiversidad es de especial importancia en la
península de Yucatán y en Chiapas, donde la selección
y domesticación de especies han tenido lugar por milenios".
El proyecto se desarrolla desde 1995 en los corredores
de Sian Ka'an-Calakmul, Quintana Roo; Sian Ka'an-Calakmul, Campeche; norte
de Yucatán; Selva Maya Zoque, Chiapas, y Sierra Madre del Sur, Chiapas.
El Programa de Consolidación del Sistema de Areas
Naturales Protegidas (Sinap), que será manejado por un organismo
del Banco Mundial, considera 34 zonas prioritarias, en las que se invertirán
60 millones de dólares, 26 de los cuales serán aportados
por el gobierno federal y 15 por la iniciativa privada.
El programa consta de dos fases, la primera empezó
a operar en 1997 y se acaba de presentar la segunda versión (Sinap
II). En ésta también se prevé la protección
de los ecosistemas, el uso sustentable de la diversidad biológica
y el mejoramiento de su conocimiento.
Todo ello con el fortalecimiento institucional nacional,
estatal y local; el desarrollo de capacidades para el manejo de las áreas;
el estímulo de la participación internacional y regional,
y la promoción de la participación de socios de los sectores
público y privado en cada área.
Entre las reservas en que ya trabaja el Banco Mundial
están islas del Golfo de México y el parque nacional Bahía
de Loreto, Calakmul, El Triunfo, isla Contoy, Mariposa Monarca, Sierra
de Manantlán, Montes Azules, Río Lagartos, Sian Ka´an
y El Vizcaíno.
Se sumarán, entre otras, Sierra Alamo, Sierra de
Huautla, La Encrucijada, Pantanos de Centla, Banco Chinchorro, La Sepultura,
El Pinacate, Sierra de Laguna, Los Tuxtlas, Sierra Gorda, El Ocote, Bonampak-Yaxchilán,
Maderas del Carmen, Huatulco, Cañón de Santa Elena y San
Pedro Mártir.
Los recursos del programa serán coadministrados
por el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN),
que también administra fideicomisos como el de la Mariposa Monarca.
El Proyecto de Conservación y Manejo Forestal se
puso en marcha en 1997, con una inversión de 50 millones de dólares,
y se desarrolla en los estados de Guerrero, Oaxaca, Chihuahua, Durango,
Jalisco y Michoacán. Está considerado "asistencia ambiental"
y se dirige a organizaciones indígenas.
Este proyecto también consideró la descentralización
de las actividades, con la supervisión del gobierno.