ENTREVISTA
Jaime Cárdenas, consejero electoral del IFE
Fox teme a la transparencia informativa
MIREYA CUELLAR
En el presunto desvío de recursos de Petróleos
Mexicanos (Pemex) a la campaña presidencial de Francisco Labastida,
el Instituto Federal Electoral (IFE) debe seguir su propia ruta de investigación
y no esperar los resultados de las pesquisas judiciales para actuar, consideró
el consejero electoral Jaime Cárdenas, quien mostró su preocupación
por la actitud "persecutoria" de ciertos sectores del gobierno y algunos
medios de comunicación contra quienes "destaparon" el tema.
El gobierno foxista, apuntó el consejero durante
una entrevista en sus oficinas del IFE, "parecía haber avanzado
mucho en materia de transparencia, se hicieron foros en los que se discutió
una ley para regular el acceso a la información del Estado, que
como tal debiera ser pública... pero ahora vemos que al generarse
este conflicto entre el PRI y el gobierno se da marcha atrás.
"Y lo que es peor, parece que la orden es perseguir a
los medios que informan y a las que suponen sus fuentes, llamándoles
en el lenguaje del antiguo régimen filtradores, como si los
medios de comunicación en México no tuvieran capacidad para
generar un trabajo de investigación."
-¿A qué atribuye esta persecución?
-Al atraso político. Hay grupos en el gobierno
y en general en ciertas esferas del poder -partidos políticos, senadores...-
que creen que asuntos tan graves como el presunto desvío de recursos
de Pemex para una campaña política no debería ser
conocidos por la sociedad. Es un retroceso muy grave para una sociedad
abierta y democrática, basada en la transparencia, como es la que
se supone estamos construyendo.
Transparencia como arma contra la corrupción
"
Hace
falta que nuestros políticos y algunos comunicadores se enteren
de lo que es una sociedad abierta, democrática, en la que el principio
es la máxima revelación y lo que se reserva una excepción.
"Esa es una de las cosas que debemos trascender como sociedad,
la corrupción no sólo se combate con actos represivos de
fiscalización del IFE, la PGR o la Secodam, sino con transparencia.
Sin embargo, ahora parece que el gobierno y algunos medios han iniciado
una persecución hacia todos los funcionarios dispuestos a hablar
de los temas que en una sociedad democrática deben ser del dominio
público."
-En el IFE también hay problemas por la información.
Ahora mismo no conocemos los datos que le remitió Pemex.
-Aquí hay una discusión desde hace cinco
años, porque los consejeros mantenemos distintas percepciones sobre
el tema. A quienes insistimos en la transparencia y damos información
se nos acusa de eso, como si fuera un delito. Cuando simplemente
soy congruente con lo que pienso; si no hay una disposición legal
que lo prohiba, los medios pueden tener acceso a la vida interna de la
institución. Este es un organismo público y debiera estar
obligado a dar información.
"Ciertamente la situación tiene que ver con el
hecho de que en el país no haya una regulación respecto a
qué información es pública y cuál no."
-En el caso Pemex-Labastida ¿a qué atribuye
la molestia de algunos sectores por el hecho de que se hiciera público?
-Noto en el gobierno mucho miedo. Le tiene miedo al PRI.
Le tiene miedo a investigar, a llevar los hechos hasta sus últimas
consecuencias. Es una primera impresión. Pero no hay que ser injustos
y adelantar juicios, mejor esperemos las actuaciones de la PGR. Ya citaron
a declarar a Carlos Almada, según dijo el procurador, vamos a ver
si citan a la presidenta del PRI, Dulce María Sauri, o a otros ex
funcionarios, como Ernesto Zedillo, al propio Labastida, que imagino debe
ser el más interesado en que el asunto se aclare.
Vamos a ver hasta dónde llegan la capacidad y la
voluntad de investigación de la PGR. Ojalá que sea una capacidad
en favor del esclarecimiento de los hechos. Porque eso es lo importante,
el esclarecimiento de los hechos ... y preocupante que un sector del gobierno
haya pasado eso a segundo término y se dedique a buscar filtradores.
-¿Qué hará el IFE, esperará
a que la PGR investigue y sólo si ella decide hacer algo el IFE
actuará?
-No. Yo creo que el IFE seguirá su propia ruta.
Debe seguir su propia ruta a partir de la queja presentada por el PRD.
Seguramente en los próximos días el consejero Alonso Lujambio
nos convocará para informarnos de todas las diligencias que está
llevando a cabo. Hay que recordar también que a partir de un anónimo
que recibió Lujambio, la comisión había decidido abrir
una investigación "de oficio".
-¿Los consejeros han tenido acceso a la información
que recibió la Comisión de Fiscalización con motivo
del caso?
-La situación es complicada, no logramos ponernos
de acuerdo. La información está en la comisión y se
establecen filtros para conocer los expedientes, se señalan restricciones
para el acceso a la información. Son condiciones indebidas, dado
nuestro cargo de miembros del órgano de decisión del IFE.
-¿Usted cree que el malestar entre ciertos sectores
del gobierno tiene relación con las versiones de que había
una negociación en curso entre el PRI y el gobierno?
-No lo sé, pero he visto información en
ese sentido y no veo por ningún lado a los perseguidores de filtradores
haciendo preguntas al secretario de Gobernación.
"Estoy muy sorprendido porque yo veía en este gobierno
una corriente en favor del derecho a la información y del deber
de informar de los órganos del Estado, y ante este problema concreto
la actitud ha sido muy confusa. Por momentos hay indefinición, perplejidad,
y no está claro si su postura es a favor de una cultura de la transparencia
o si en algunos casos sí y en otros no.
"Es un asunto de la mayor importancia para el país,
para el desarrollo democrático de México. No puede estar
en manos de cinco o seis funcionarios por más avezados o por más
honorables o correctos que éstos sean. Es un asunto en el que debe
haber un escrutinio público. El IFE y el país viven ese dilema:
sectores que quieren una gran transparencia y otros que ponen un freno."
-¿Pero en el IFE no se suponía que todos
eran teóricos de la transición y tenían muy claro
su papel en este momento?
-No quiero parecer chistoso, pero lo que ocurre quizá
es que leemos libros distintos. Hay orientaciones diferentes. Hay una orientación
que ve la transición como una negociación para olvidar el
pasado. Otros ven la transición en un sentido más abierto;
sí a la negociación, eso es parte, pero no a cambio de ocultar
el pasado. Si quieren borrón y cuenta nueva está bien, pero
la sociedad mexicana tiene derecho a saber de qué va a perdonar,
¿a quién se le pide que olvide?, ¿que perdone? ¿olvide
qué?, ¿perdonar qué?, ¿este será el
gobierno de la transición? No lo sé. Hay varios indicios
preocupantes. Por ejemplo, desde el 10 de diciembre pasado, la Cámara
de Senadores aprobó un proyecto de ley de responsabilidades administrativas
que ya había pasado por las manos de los diputados. Es un proyecto
muy importante para la transparencia de la función pública
y de las responsabilidades administrativas. Ahí se establece que
el registro patrimonial será público, estará a la
mano de los ciudadanos... de la sociedad durante tres años, una
vez que el funcionario deje el cargo, entre otras cosas. No hay explicación
oficial de por qué la ley aprobada no ha sido publicada por el Ejecutivo.
Administración del miedo
'También veo una tendencia a empezar a administrar
el miedo. La gente del poder sabe detectar y administrar el miedo; cuándo
abrirlo, cerrarlo, dosificarlo... y eso es muy propio de un régimen
autoritario. En una democracia no debemos tenerle miedo a la libertad y
a la transparencia.
"Y el miedo es una herramienta que el poder siempre puede
usar. En el 94 se dijo que si ganaba un partido diferente al PRI sería
el caos, y ahora se pretende que si se dan a conocer detalles de la supuesta
transferencia de recursos hacia la campaña del PRI se va a generar
una crisis económica, social... que el Presidente ya no va a poder
negociar con los partidos, que el PRI no le va a pasar sus iniciativas
en el Congreso y esto será el caos. Me parece absurdo. Mientras
más autoritario es el esquema del Estado, más administración
del miedo existe. Y ahí están las sociedades en las que la
gente tiene tanto miedo que no participa, no protesta, no levanta la voz.
Un reto que tenemos los mexicanos es vencer nuestros miedos y, desde el
poder, ser muy conscientes de los costos que tiene para una sociedad seguir
administrándolos".