El secretario de Finanzas en la campaña
de Labastida recibió $500 millones del STPRM
Interviene la PGR teléfonos de dirigentes del
PRI involucrados en desvío de Pemex
Las pesquisas señalan que Romero Deschamps transfirió
a banco de Houston 400 millones
GUSTAVO CASTILLO Y ENRIQUE MENDEZ
La Procuraduría General de la República
(PGR) documentó que de los mil 100 millones de pesos entregados
por Pemex al sindicato petrolero, 500 millones los manejó directamente
Jorge Cárdenas Elizondo, secretario de Finanzas del PRI en la campaña
de Francisco Labastida; otros 400 los transfirió Carlos Romero Deschamps
a una cuenta en dólares al Citibank en Houston, "ante el temor de
una devaluación y crisis económica", luego del triunfo de
Vicente Fox en las elecciones de 2000.
Por conducto de la Unidad Especializada en Delincuencia
Organizada (UEDO), la PGR tiene intervenidos decenas de números
telefónicos como parte de la llamada Operación Crudo -conforme
a lo permitido en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada-, entre
ellos los de 10 dirigentes del PRI que pudieron conocer de los movimientos
financieros y que, por tanto, están incluidos en las indagatorias.
Además, de acuerdo con documentos que obran en
la averiguación previa, se estima que Romero Deschamps, líder
del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana (SNTPRM), y Ricardo Aldana Prieto, secretario de Finanzas de esa
organización gremial, se habrían "guardado" 200 millones
de pesos más.
El manejo irregular de mil 100 millones de pesos, detectado
a partir de la Operación Crudo, inició el 8 de junio
del 2000, y el proceso judicial arrancó seis meses después,
el 10 de diciembre.
Una investigación periodística permitió
a La Jornada publicar en exclusiva, el 19 de enero de este año,
que la PGR ya indagaba los recursos que por conducto del STPRM se triangularon
desde Pemex a la campaña presidencial priísta; que había
tres arraigados, dos de ellos incluidos en el programa de testigos protegidos,
y que el ex director de Pemex, Rogelio Montemayor Seguy, tiene el carácter
de indiciado en la denuncia que la Secretaría de la Contraloría
y Desarrollo Administrativo (Secodam) presentó ante el Ministerio
Público Federal por su probable responsabilidad en el desvío
de mil 100 millones de pesos.
El 10 de diciembre de 2001 la PGR solicitó al Area
de Lavado de Dinero de la Secretaría de Hacienda su colaboración
en la indagatoria, y un día después la dependencia contestó
interponiendo una denuncia por conducto de la Procuraduría Fiscal
Federal, y con ello puso al descubierto la manera en que se distribuyeron
los recursos presuntamente desviados de la paraestatal.
Ayer La Jornada tuvo acceso a las declaraciones
ministeriales de los tres principales testigos con que cuenta la PGR, y
a partir de las cuales es posible reconstruir el mecanismo que utilizó
el PRI para recibir 500 millones y utilizarlos sin que se notara. Se trata
de Alonso Veraza, ex coordinador administrativo de la Secretaría
de Elecciones del tricolor; Antonio Cázares Castro, y Andrés
Heredia, dos ex empleados del partido que decidieron acogerse al programa
de testigos protegidos.
De los mil 100 millones, 640 fueron depositados inicialmente
en una sucursal de Scotiabank Inverlat el 8 de junio del 2000. Ese mismo
día ?sin que se especifique si hubo una transferencia? Ricardo Aldana
Prieto solicitó a Banorte que entregara, mediante distintas operaciones,
el dinero en efectivo a Alonso Veraza, Melitón Cázares, Andrés
Heredia, Joel Hortiales Pacheco, Elpidio López y Gerardo Trejo Mejía,
empleados del PRI.
En sus declaraciones, Veraza dijo que por órdenes
de Cárdenas Elizondo y del subsecretario de Finanzas, Alonso Bretón,
él y sus compañeros retiraron 500 millones de pesos mediante
14 cheques expedidos por Aldana Prieto entre el 9 y el 23 de junio. El
dinero lo recibieron en las instalaciones de Cometra en efectivo, y posteriormente
lo entregaron en la oficina de Cárdenas Elizondo.
Veraza afirmó a la UEDO, el 17 de diciembre de
2001: "como a finales de mayo, Alonso Bretón me dijo que me había
incluido en una relación de personas que recogerían dinero
en efectivo para el partido".
Sin embargo, fue hasta " principios de junio que el mismo
Bretón solicitó que pasara a la oficina de Cárdenas
Elizondo a estampar la firma en un registro" que llevaba el propio secretario
de Finanzas.
Alonso Veraza, quien permanece arraigado y aún
no se acoge al programa de testigos protegidos, informó al Ministerio
Público que días después Bretón le ordenó
que, junto con otras personas, entre quienes estaba Andrés Heredia,
debía acompañarlo "para recoger un dinero".
Relató que abordó un vehículo estacionado
en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, de donde se trasladaron
a Cometra. Ahí los guardias le pidieron una identificación,
le entregaron unos documentos -que "tenían la mención de
una sección del STPRM"- para que los firmara.
"Una vez firmados los documentos, le entregaron bolsas
selladas con fajillas de dinero, las cuales fueron subidas a la camioneta
y enfilaron, él y Andrés Heredia, a las oficinas del PRI,
donde dejaron las bolsas en la oficina de Jorge Cárdenas, en un
momento en el que no estaba presente", indica la averiguación previa
PGR/UEDO/182/2001.
Veraza no sólo indicó la manera en que recogió
el dinero y a quién se lo entregó. Además proporcionó
la siguiente información:
"Parte del dinero se utilizó para pagar a proveedores
de la Secretaría de Elecciones, la nómina de empleados del
PRI y gastos de operaciones de los coordinadores de elecciones en los estados."
Como si se tratara de aportaciones de militantes, una
parte de esos 500 millones de pesos se depositó en efectivo a la
cuenta del PRI en Bancomer, en la que se concentraron los recursos de la
venta de boletos del Sorteo del Milenio Millonario, organizado ese instituto
político.
Por su parte, Antonio Cázares declaró al
Ministerio Público haber ingresado a la burocracia del PRI por invitación
de Alonso Bretón.
Informó que una de las tres ocasiones en que fue
a recoger dinero a Cometra, antes de llegar a las instalaciones centrales
del PRI pasaron a "unas oficinas ubicadas en la calle de Varsovia, en la
Zona Rosa, y que en ese lugar Andrés Heredia bajó una de
las bolsas con dinero".
En esa calle existía entonces una de las casas
de campaña de Francisco Labastida, y oficinas del senador Emilio
Gamboa Patrón, quien fungía como secretario Técnico
del Consejo Político Nacional del PRI; del actual secretario de
Asuntos Internacionales del CEN, Ildefonso Guajardo, así como del
ex vocero de la Secretaría de Hacienda con Ernesto Zedillo y colaborador
de la campaña labastidista, Alejandro Valenzuela.
Contó que hizo diversas entregas de dinero a "diferentes
directivos del partido" y precisó el monto y fechas de los pagos
efectuados a empresas que prestaron sus servicios al tricolor.
Sin que la dirigencia del PRI lo supiera, Antonio Cázares
llevó una doble contabilidad de los recursos que pasaron por sus
manos y que formaron parte de los 500 millones de pesos que llegaron a
ese partido.
En una libreta anotó montos y fechas del dinero
que recibió y posteriormente entregó a Alonso Bretón
y a Jorge Cárdenas Elizondo, así como a otros dirigentes
de la campaña de Labastida.
Cázares poseía una libreta de notas, documentos
relacionados con el sorteo priísta y también la contabilidad,
en una tabla excel, del dinero que movió, sus destinatarios y las
órdenes que había recibido.
Bretón no sólo manejó dinero, también
ordenó a sus colaboradores le proporcionaran "gente de confianza"
para que resultaran ganadores del Sorteo del Milenio.
Así, Cázares propuso a su esposa, quien
resultó "ganadora" de un millón de pesos. El premio le fue
entregado en Bonos del Ahorro Nacional, que fueron cambiados de inmediato
con un cheque de caja y "devueltos al partido en varias exposiciones".
Ese mecanismo se utilizó en otros casos, como ha
documentado la UEDO. De seis testigos que han comparecido ante el Ministerio
Público, sólo uno no reconoce haber devuelto el dinero ganado.
Sin embargo, el resto señaló que cuando
se les notificaba haber ganado su "premio", también eran advertidos
que debían devolver el dinero a la campaña.
Andrés Heredia y Antonio Cázares informaron
al Ministerio Público que por órdenes de Bretón recabaron
el dinero de varios de los "premiados". Más de 90 por ciento de
los recursos regresó a las arcas del tricolor.
Según la investigación de la UEDO, 28 priístas
resultaron "premiados" con dinero en Bonos del Ahorro Nacional, mientras
que los otros supuestos premios ?camionetas y autos de lujo? permanecieron
varios meses en el estacionamiento del edificio 3 de la sede nacional priísta,
y un día desaparecieron sin que nadie conociera su destino. Se dijo
que habían sido "entregados" a los ganadores.
Las indagatorias de la PGR permitido detectar que la cuenta
de Bancomer que sirvió para depositar los recursos obtenidos de
la compra de boletos del Sorteo del Milenio, también fue utilizada
en los estados de la República para que los coordinadores locales
de campaña contaran con dinero líquido para el proselitismo
labastidista.
En todos los casos, la instrucción directa provenía
desde las oficinas de Jorge Cárdenas y de Alonso Bretón.
El bono de Romero Deschamps
El secretario general del STPRM, Carlos Romero Deschamps,
después de haber obtenido el préstamo de 640 millones de
pesos, negoció con Rogelio Montemayor Seguy el pago de los supuestos
adeudos que la paraestatal tenía con el STPRM.
Según el sindicato, por incumplimiento de distintas
obligaciones salariales y de prestaciones, entre éstas el rezago
en los programas de vivienda para los trabajadores, la conversión
de plazas de confianza a sindicalizadas y préstamos hipotecarios,
Pemex debía al sindicato 5 mil millones de pesos.
La negociación consistió en que los líderes
sindicales y Montemayor determinaron que Pemex sólo pagaría
mil 100 millones de pesos y se finiquitarían los pasivos.
De esta última cifra ?a pagarse el 19 de octubre
de 2000?, supuestamente la paraestatal se cobró el préstamo
de 640 millones de pesos que ya había entregado al STPRM en junio
de ese año, y de los cuales la PGR afirma haber comprobado su origen
irregular.
Con este acuerdo, el STPRM obtuvo en total mil 100 millones.
De los primeros 640, 500 llegaron al PRI, pero 160 se
quedaron en manos de los líderes sindicales. Información
obtenida en el propio sindicato, revela que Romero Deschamps repartió
una parte a los secretarios generales de cada sección en sendas
reuniones celebradas entre el 12 y 14 de junio de 2000, en la sede del
sindicato, sita en Zaragoza 13, colonia Guerrero.
De los otros 460 millones de pesos, Romero Deschamps,
diputado federal priísta, y Ricardo Aldana Prieto, acordaron transferir
400 millones de pesos a una sucursal del Citibank en Houston, Texas, para
su depósito a una cuenta en dólares "ante el temor de una
devaluación y crisis económica".
Fuentes cercanas a ambos líderes aseguran que ese
dinero es "legal", está "intocado"; que la cuenta "no ha estado
oculta porque se abrió a nombre del STPRM", y que esa transferencia
ante el panorama político que previeron fue "normal".
Por otra parte, el ex director de Pemex, Rogelio Montemayor
Seguy, entregó ayer por conducto de sus abogados una declaración
ministerial por escrito ante la UEDO y se anunció que la semana
próxima "se darán a conocer nuevos argumentos de descargo,
los cuales fortalecen la legalidad de los convenios que Pemex celebró
con el STPRM en 2000, y que son objeto de la denuncia y la averiguación
previa que lleva a cabo la PGR".