Ť Una vez más, la recaudación recae en los pobres: SME
Afectará a más de 21 millones eliminación de subsidio eléctrico
Ť Se seguirá apoyando a los sectores agrícola, industrial y de servicios, señala Almazán en foro de Casa Lamm y La Jornada
ENRIQUE MENDEZ
Con la eliminación del subsidio a las tarifas por consumo de energía eléctrica, el gobierno federal pretende "recargar" una vez más la recaudación de recursos en un grupo minoritario de la población, pues se mantendrá ese privilegio a los sectores industrial, agrícola y de servicios, afirmó el secretario del Trabajo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), José Antonio Almazán.
Durante el foro organizado por Casa Lamm y La Jornada en el que se revisó la reforma fiscal aprobada en diciembre por el Congreso, el dirigente del SME presentó cifras que desmienten la versión oficial respecto a que la medida anunciada por la Secretaría de Hacienda sólo impactará a 30 por ciento de los usuarios.
Almazán refirió que de acuerdo con las tablas oficiales de consumo nacional, resultarían afectados 21 millones 523 mil consumidores, más de 95 por ciento de la población cuyo consumo es superior a 125 kilovatios cada bimestre.
Actualmente, dijo, el subsidio que supuestamente destina el gobierno federal a los usuarios asciende a 40 mil 763 millones de pesos -de los cuales la administración foxista pretende ahorrarse 10 mil millones-, pero en realidad es de 61 mil 500 millones de pesos, pues 21 mil millones se destinan a la industria, que utiliza la electricidad no como un satisfactor básico, sino como un insumo que le permite obtener ganancias.
Por lo tanto, expresó, la medida que comenzaría a aplicarse hasta el 7 de este mes es "una decisión desigual porque se busca recargarla, no en el conjunto, sino en el grupo minoritario que usa la electricidad como un bien indispensable, que debería considerarse como un derecho humano fundamental".
Informó que de acuerdo con los cálculos del SME, el consumo típico de una familia promedio no es de 125 kilovatios, como dice la actual administración para hacer creer que el retiro del subsidio no afectará a los mexicanos de menores recursos, y detalló: "una familia pobre, con 5 focos de 60 vatios, un refri, una tele, un radio y una plancha no consume menos de 240 kilovatios/hora".
Estas cifras, agregó, son "técnicamente irrefutables", por lo que la decisión de las autoridades "afectará a todos los usuarios domésticos, con más razón a quienes habitan en zonas de clima extremo y requieren, además, utilizar aire acondicionado".
En ese sentido, convocó a la sociedad civil a evitar que se aplique esa decisión, manifestándose en contra, al igual que se hizo para rechazar la aplicación del IVA en alimentos y medicinas, hecho que consideró como "un triunfo" de los ciudadanos en contra del proyecto presidencial.
La reforma, un Frankenstein: Katz
Previamente, el doctor Isaac Katz planteó que si bien la iniciativa del presidente Vicente Fox Quesada estuvo "destinada al fracaso" desde que la envió al Congreso de la Unión, en el Poder Legislativo se perdió "la gran oportunidad de hacer una buena reforma tributaria, que no volverá a presentarse en muchos años".
Lo que vendrá, dijo, serán "parches, más parches", y ello impedirá contar con un sistema tributario limpio, eficiente y fácil de administrar y entender.
Durante su exposición "reprobó" los cambios hechos por los legisladores en materia fiscal, porque "en sólo un día y medio dieron vida a un engendro, a un Frankenstein. Sin duda, el sistema tributario estaba mejor antes, que ya de por sí era malo".
Lo más rescatable de los cambios, dijo, son los ajustes que se hicieron para el cobro del ISR, pues -entre otras disposiciones- ahora se obligará a los contribuyentes a reportar a Hacienda todos sus ingresos que sean mayores de 300 mil pesos, pues con ello se eliminará una fuente importante de evasión fiscal.
También calificó de "ridícula" la lista de bienes y servicios que la Cámara de Senadores estimó debían considerarse como "suntuarios", y por los cuales se cobrará a los consumidores 5 por ciento adicional al IVA con el que ya están gravados.
Los senadores, dijo, creen que en "la dieta de los ricos" se incluye caviar para el desayuno y salmón ahumado en la comida, "que es más barato que el guachinango"; tal vez se quedaron con el trauma infantil de que no podían comer salmón porque era noruego, pero ahora viene de Chile y es baratísimo, y que además sólo beben champaña.
Además, y a partir de los criterios dispuestos por Hacienda, ahora es un lujo para los obreros comprar un par de botas industriales, y hasta un cinturón, por ser de piel, "que se usa para que no se le caigan a uno los pantalones". Para Katz, "la única botana de este impuesto es que Fox pagará 5 por ciento más por sus botas".
No sólo eso, refirió, gravaron con ese impuesto los rines de magnesio, que "hoy sólo se encuentran en el museo del automóvil, y todo... šporque hay que fregarse a los ricos!" Consideró que a pesar de todos esos nuevos gravámenes, de los 60 mil millones de pesos adicionales que el gobierno pretende recaudar, sólo 15 mil provendrían del pago por bienes suntuarios, que además -advirtió- "es muy fácil evadir".