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Ť Marina Grzinic presenta retrospectiva de su obra en el Laboratorio Arte Alameda
El videoarte ahora es cuestión de concepto
MERRY MAC MASTERS
Para la videoartista eslovena Marina Grzinic (1958), los "europeos del este" aportaron "sangre nueva" al movimiento del video, ya que a principios de los años ochenta hubo un "renacimiento" en cuanto a lo que se percibía como videoarte, que continuó hasta después de la caída del muro de Berlín en esa parte del mundo.
De acuerdo con Grizinic, el movimiento del videoarte, tanto estadunidense como europeo occidental, llegó a una especie de "fin formalista". Era una cuestión de calidad formal, de cómo uno armaba una imagen de color, pero también había "vacío", dice.
Casi dos décadas después lo que se cuestiona es el futuro del video, eso en vista de la "accesibilidad" de la cámara de video que en la actualidad se ha vuelto muy fácil de usar. Hoy día, apunta Grznic, ya no es una cuestión de la tecnología, sino del concepto: "Lo que uno quiere hacer y decir, eso es lo más importante para el medio del video. Lo que es tu posición y cómo la haces visible. No tendría sentido hacer una película hollywoodense con video. Sin embargo, tal vez puedas hacer algunas lecturas mucho más radicales de cosas bastante extraordinarias que nunca formarán parte de la producción fílmica o televisiva documental general.
"Sin embargo, mediante el empleo de una cantidad mínima de tecnología uno está en posibilidades de cuestionar y hacer visible lo que la televisión como un medio nacional y el producto fílmico tipo Hollywood tratan de hacer invisible. (Para ellos) no es bueno hacer política y manejar información ya que las personas tienen que ser divertidas para que olviden. No obstante, la esencia del video arte es recordar, hacer las cosas visibles, despertarte para que veas lo que se esconde entre una imagen y otra".
Bajo el nombre de Video/Internet/CD-ROM, Grzinic presenta, junto con Aina Smid, una especie de retrospectiva de su trabajo, hasta el 27 de enero en el Laboratorio Arte Alameda, Dr. Mora 7, Centro.
Con un doctorado en filosofía, Grzinic se involucró en el video y el arte electrónico hace 23 años -cuando su país era parte de la ex Yugoslavia-, mediante los movimientos underground, en especial, la música punk. Asegura que su grupo musical de puras féminas fue la primera de su tipo en la historia del socialismo. También hacía performance y participaba en un espacio "clandestino" donde era la curadora. Para la autora de libros como In a line for Virtual Bread y Time, Space, the Subjet and New Media in the year 2000, el video era un medio "natural" para aquellos provenientes del rock
Los primeros trabajos de Grzinic eran de índole política y estaban relacionados con la sexualidad, un tema "prohibido" para el socialismo. Luego, trabajó para la televisión eslovena, un "gran promotor" del video arte, que no era comercial y cuyos programas tenían una orientación cultural y artística. Además, "para ellos éramos muy baratos. Hacíamos toda la programación artística, para la cual no pagaban nada; sólo utilizábamos las instalaciones técnicas que son de video, pero que sólo se aprovechaba el diez por ciento de sus posibilidades. Nosotros como artistas por vez primera empleamos en toda su extensión dicha equipo".
Según la entrevistada su trabajo se caracteriza por siempre ver en qué medida la imagen se vincula con el poder: "Uno no es un político pero llamo eso la política de la imagen. No se trata sólo de hacer imágenes bellas sino ver qué puedes aprender de la manera en que vives, del mundo, de las cosas que no son visibles. El cuestionamiento de la relación de la imagen, la estructura del poder -no sólo poder en términos sociales, sino en el arte como una institución- es el punto más importante de mi trabajo".