Ť Reabrirían templo que cerraron durante el conflicto con el EZLN

Firman "acuerdo de paz y reconciliación" indígenas ligados a Paz y Justicia en Chiapas

ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL

Tuxtla Gutierrez, Chis., 20 de enero. Indígenas de la zona norte de la entidad, ligados al grupo paramilitar Paz y Justicia, firmaron un "acuerdo de paz y reconciliación", por el cual aceptaron reabrir uno de los templos que cerraron durante los conflictos que sostuvieron con bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

De acuerdo con el gobierno estatal, los indígenas católicos de San José El Limar, municipio de Tila, que cerraron templos cristianos en 1995, cuando iniciaron los enfrentamientos entre paramilitares de Paz y Justicia con bases zapatistas, signaron un documento que prevé la reapertura de una parroquia católica el próximo 14 de febrero, y una peregrinación que no se descarta encabece el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi.

En San José El Limar, bastión de Paz y Justicia, existen dos grupos de catequistas, uno ligado a la diócesis de San Cristóbal y otro que se alió a la diócesis de Tabasco.

El gobierno de Chiapas informó en un comunicado que "ambos grupos han decidido reconocer la autoridad del obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, a quien le solicitaron reconozca a un grupo de indígenas como catequistas del lugar", y al que entregarán el templo del lugar, mismo que permanece en posesión de los simpatizantes de Paz y Justicia.

Los partidarios de Paz y Justicia y su grupo de catequistas se oponían a las acciones del obispo de Tila, Heriberto Cruz Vera, a quien acusaron de fomentar la creación de células guerrilleras.

Incluso los paramilitares prohibieron a los religiosos al mando de Cruz Vera transitar por la carretera de terracería que comunica a Tila con casi 20 comunidades de la zona baja del lugar, bajo pena de ser emboscados.

Católicos fieles a Cruz Vera instalaron un templo paralelo en la casa particular de una catequista sólo identificada como Margarita, a la que atacaron paramilitares en 1996 y era constantemente vigilada y agredida por priístas.

No obstante, señaló el gobierno chiapaneco, ambos grupos "llegaron al acuerdo de solicitar un sacerdote para que se haga cargo del templo católico", y solicitaron permiso "para que sacerdotes de la parroquia de Tila oficien los sacramentos las veces que sean necesarias". El acta firmada establece que los grupos en conflicto se comprometen a respetarse mutuamente, "y nombrar una nueva directiva integrada por personas de ambos grupos católicos".