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Ť En una coyuntura de guerra, difícil evocar
en EU su llamado por la paz y la justicia
Hoy celebrarán el "día de Martin Luther
King"
Ť Su voz fue callada el 4 de abril de 1968; su
discurso y su sueño aún resultan peligrosos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 20 de enero. Este lunes
se celebrará "El día de Martin Luther King", fecha oficial
para marcar el natalicio (15 de enero) del histórico líder
del movimiento en favor de los derechos civiles, por lo que la cúpula
política, las escuelas y las instituciones nacionales le rendirán
homenaje.
Pero pocos en estos actos oficiales se atreverán
a recordar la peligrosa voz del líder asesinado, la que llamaba
por la paz, la justicia y un cambio social fundamental en Estados Unidos.
Particularmente en esta coyuntura de guerra, algunas de las declaraciones
de King seguramente no serán repetidas en las celebraciones oficiales
de su día.
"Sabía que nunca más podría elevar
mi voz contra la violencia de los oprimidos en los guetos sin antes haber
hablado claramente sobre el más grande proveedor de la violencia
en el mundo actual: mi propio gobierno", escribió King en su autobiografía,
en referencia a su oposición a la guerra de Vietnam. En un sermón
en Nueva York en abril de 1967, afirmó que "una verdadera revolución
de valores pondrá sus manos sobre el orden mundial y dirá
sobre las guerras: esta forma de resolver diferencias no es justa.
"Este negocio de quemar seres humanos con napalm, de llenar
de huérfanos y viudas los hogares de nuestras naciones, de inyectar
drogas de odio venenoso en las venas de pueblos normalmente humanos, de
enviar hombres incapacitados y sicológicamente deshechos de vuelta
a casa procedentes de campos de batalla oscuros y sangrientos, no puede
ser reconciliado con la sabiduría, la justicia y el amor. Una nación
que continúa año tras año gastando más dinero
en defensa militar que en programas de mejoramiento social está
aproximándose a la muerte espiritual."
Un cambio sistémico
King, ya consagrado como el líder y la gran voz
moral del movimiento por los derechos civiles de los negros a principios
de los sesenta, empezó a espantar a la cúpula política
de este país al dirigir su mensaje contra la guerra en Asia, el
tema de la explotación de los trabajadores, la injusticia social
y económica, y lo peor de todo, vincular todo esto a una gran crítica
de las promesas incumplidas en este país. Ya de por sí había
logrado un cambio político sistémico en torno al debate nacional
sobre el racismo y la discriminación a través del gran movimiento
no violento que encabezó.
Pero al ampliar su mensaje a una crítica sistémica
del país, y aún más peligroso, al convocar a un gran
movimiento para enfrentar las injusticias de este sistema, King provocó
la furia de los centros del poder.
En uno de sus sermones en su iglesia Ebenezer, en Atlanta,
en noviembre de 1967, King advirtió a sus seguidores: "Si no has
encontrado jamás algo tan querido y tan valioso para ti que morirías
por ello, entonces no estás listo para vivir. Puedes tener 38 años,
como yo, y un día, alguna gran oportunidad se presenta ante ti y
te llama a levantarte por algún gran principio, algún gran
tema, alguna gran causa. Y rehusas hacerlo porque tienes miedo. Rehusas
porque deseas vivir más tiempo. Temes que perderás tu empleo,
o tienes miedo que alguien te critique y perderás popularidad, o
de que alguien te vaya a apuñalar, o a disparar, o a bombardear
tu casa. Entonces, rehúsas ponerte en pie. Bueno, podrás
seguir y vivir hasta los 90 años, pero ya estás igual de
muerto cuando tenías 38 años que como lo estarías
a los 90. Ese cesar de respirar en tu vida es sólo el anuncio tardío
de una muerte anterior del espíritu. Moriste cuando rehusaste ponerte
en pie por lo correcto. Moriste cuando rehusaste ponerte en pie por la
verdad. Moriste cuando rehusaste ponerte en pie por la justicia".
Agregó: "nunca pienses que estás solo.
Ve a la cárcel si es necesario, pero nunca vayas solo. Toma una
posición por lo correcto, y el mundo podrá no entenderte,
y te podrá criticar. Pero nunca vas solo, ya que en algún
lugar leí que uno con Dios es mayoría. Y Dios tiene manera
de transformar una minoría en mayoría".
Siempre insistiendo en la moralidad de la lucha por la
justicia, King, al convocar una marcha de los pobres sobre Washington por
la justicia y la paz, declaró en un discurso en la Catedral Nacional
de la capital, en marzo de 1968, que "llega un momento en donde uno tiene
que tomar una posición que no es segura, no políticamente
(viable) ni popular, pero que tiene que hacerse porque la conciencia dice
que es lo correcto. Yo creo que hoy hay una necesidad de que toda la gente
de buena voluntad se una en un acto masivo de conciencia y decir en las
palabras de la vieja (canción) espiritual negra: ya no vamos más
a estudiar la guerra". Añadió que "tenemos días difíciles
adelante en la lucha por la justicia y la paz, pero no cederé ante
la política de la desesperanza. Esta vez en verdad enfrentaremos
un Goliat. Dios nos ofrezca que seremos ese David de la verdad frente al
Goliat de la injusticia, el Goliat de la negligencia, el Goliat de rehusar
abordar los problemas, y continuar con la determinación de hacer
de América esa América grandiosa que debería ser....
Les digo que nuestro objetivo es la libertad... Podremos superar todo porque
el arco del universo moral es largo, pero se curva hacia la justicia..."
Insistiendo en que la lucha no es nacional, sino de la
humanidad entera, King declaró en ese mismo discurso que "con nuestro
genio científico y tecnológico hemos hecho de este mundo
una vecindad, pero aún no hemos tenido el compromiso ético
de hacerlo una hermandad. Pero de alguna forma tenemos que lograrlo. Tenemos
que aprender a vivir juntos como hermanos o todos pereceremos como tontos.
Estamos atados juntos en una sola confección del destino, atrapados
en una red inescapable de mutualidad. Y cualquier cosa que afecta a uno
directamente afecta a todos indirectamente. Por alguna razón extraña
yo nunca podré ser lo que debiera ser hasta que tú seas lo
que debieras ser. Y tú nunca podrás ser lo que debieras ser
hasta que yo sea quien debiera ser".
Referencias a la globalización
Advirtiendo contra la inconsciencia social, King afirmó
que "demasiada gente se encuentra viviendo dentro de un gran periodo de
cambio social, y aun así falla en desarrollar las nuevas actitudes,
las nuevas respuestas mentales, que la nueva situación demanda.
Acaba quedándose dormida durante una revolución". En 1968,
King aplicó esta referencia a lo que ahora se llama globalización:
"Ningún individuo puede vivir solo, ninguna nación puede
vivir sola, y cualquiera que siente que puede vivir solo está dormido
durante una revolución. El mundo en que vivimos es geográficamente
uno. El desafío que enfrentamos hoy es hacerlo uno en términos
de hermandad".
Desde el inicio de su movimiento, King insistía
con promover una lucha sobre la base moral y estratégica de la no
violencia ?mensaje que incluía en todas sus declaraciones. En noviembre
de 1956 King dijo en Alabama que "al proceder por la justicia, asegura
moverte con dignidad u disciplina, usando sólo el arma del amor.
No permitas a ningún hombre rebajarte tanto como para odiarlo. Siempre
evita la violencia. Si te rindes a la tentación de usar violencia
en tu lucha, las generaciones aún no nacidas serán las receptoras
de una larga y desolada noche de amargura y tu legado principal al futuro
será un reinado sin fin de caos insignificante".
Ante el esfuerzo por controlar la libertad en tiempos
de guerra, como el actual, King envía un mensaje: "limitar la libre
expresión se racionaliza sobre las bases de que una tradición
estadunidense más urgente prohíbe la crítica del gobierno
cuando la nación está en guerra.... Nada puede ser más
destructivo de nuestras tradiciones democráticas fundamentales que
el esfuerzo vil de silenciar a los disidentes".
Su voz fue callada por una bala en Memphis el 4 de abril
de 1968. Estaba ahí para apoyar una huelga de trabajadores. Décadas
después, se estableció un día oficial en su memoria.
Sin embargo, las grandes empresas, los políticos y otros buscan
definir su legado como algo reducido a unas cuantas frases famosas, como
las de su discurso en Washington "Tuve un sueño", sobre los derechos
civiles de los negros. Pero ese sueño es mucho más grande,
y por lo tanto se mantiene peligroso.
El propio King recordó que "la vida es un cuento
constante de sueños destrozados.... La vida es una larga y continua
historia de construir un gran templo y no poder acabarlo". En un sermón
en su iglesia en Atalanta, en marzo de 1968, King dijo a seguidores que
"cada uno de ustedes de alguna manera está construyendo algún
tipo de templo. La lucha siempre está presente. A veces uno se desanima.
A veces hay mucho desencanto. Algunos de nosotros estamos intentando construir
un templo de paz. Nos pronunciamos contra la guerra, protestamos, pero
parece que la cabeza de uno se estrella contra un muro de concreto. Parece
significar nada. Y muy frecuentemente, al salir a construir ese templo
de paz, uno se siente solo, uno acaba desalentado; uno queda en la incertidumbre.
Bueno, ese es el cuento de la vida. Y lo que me contenta es que escucho
una voz gritando a través de la vista del tiempo, diciendo: "podrá
no realizarse hoy, y podrá no realizarse mañana, pero es
bueno que esté dentro de tu corazón. Está bien que
lo estés intentando. Tal vez no lo verás. El sueño
podrá no ser cumplido, pero es de por sí bueno que tengas
el deseo de hacerlo realidad. Es bueno que eso esté en tu corazón".
La lucha continúa.