Ť Denuncian escalada de violencia sin precedente en contra del Partido del Trabajo

Asesinan en Brasil a alcalde paulista; era jefe de campaña de Lula da Silva

Ť Fue secuestrado el viernes y exigían a cambio una transferencia de presos, informa el gobernador de Sao Paulo Ť Balean al líder de los sin tierra Ť El presidente Cardoso llama a la unidad por la paz

AFP, PL Y REUTERS

Sao Paulo, 20 de enero. El asesinato de Celso Daniel, alcalde del municipio paulista de Santo André y también coordinador del programa electoral del líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, conmocionó hoy a la clase política y la sociedad brasileños, en momentos en los cuales el tema de la violencia se ha convertido en uno de los más importantes de la campaña para las elecciones generales de octubre próximo.

Celso Daniel era uno de los hombres de confianza de Lula Da Silva, candidato favorito para la presidencia. Su asesinato ocurrió el mismo fin de semana en que el líder del Movimiento de los Sin Tierra (MST), José Rainha, fue baleado en el hombro mientras escapaba a una emboscada en el oeste del estado de Sao Paulo.

Rainha, emboscado

Un vocero del MST, que defiende la ocupación de las grandes haciendas no trabajadas, dijo que Rainha fue emboscado la víspera por el hermano del propietario de una finca ocupada por los campesinos sin tierra.

"El grado de violencia y arrogancia de los asaltos y secuestros requiere una acción enérgica de todos. Por encima de partidos, creencias y posiciones sociales, es necesaria la unión de todos por la paz", expresó el presidente Fernando Henrique Cardoso en una nota oficlal. En declaraciones a un canal de televisión dijo que es "un compromiso de la policía encerrar a los asesinos de Celso en la cárcel".

Daniel, de 50 años, fue secuestrado el viernes por la noche cuando el vehículo blindado en el que viajaba fue interceptado por ocho hombres en una calle de Sao Paulo, y su cadáver fue encontrado el domingo. La policía informó que el ingeniero y profesor universitario presentaba 18 impactos de bala, por lo menos 10 en la espalda y varios en el rostro.

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, informó que un presunto secuestrador intentó negociar telefónicamente la libertad del alcalde a cambio de la transferencia de presos, pero las conversaciones terminaron al descubrirse el cadáver en la periferia de la ciudad.

Alckmim afirmó que "esta es una guerra" contra la violencia, y "vamos a trabajar firmemente en la detención de esos criminales". En este sentido, anunció un decreto que permitirá el pago hasta de 50 mil reales (unos 20 mil dólares) "a quienes nos lleven a la detención de esa cuadrilla" que asesinó a Daniel, y otro para pagar recompensas a quienes denuncien a delincuentes. Datos oficiales de la Secretaría de Seguridad de Sao Paulo revelan que en los tres primeros trimestres del año pasado hubo 12 mil 365 homicidios.

La policía investiga dos hipótesis sobre el homicidio de Daniel: secuestro con fines financieros -un delito que ha aumentado 300 por ciento en el último año en Sao Paulo- o represalia política. Hace un mes, el dirigente y alcalde petista fue nombrado coordinador del programa de gobierno que presentaría Lula da Silva, quien se encuentra al frente de todas las encuestas de opinión.

Pero esta no es la primera acción de violencia contra un dirigente del PT. Quince alcaldes de ese partido en Sao Paulo recibieron amenazas de muerte por carta el año pasado, firmadas por una presunta organización identificada como Frente de Acción Revolucionaria Brasileña, que critica el acercamiento de dirigentes petistas con agrupaciones políticas de centro.

En septiembre fue asesinado el alcalde de Campinas (a unos 70 kilómetros de Sao Paulo), Antonio da Costa. Otros dos alcaldes y un concejal sufrieron atentados el año pasado.

"Hay una escalada sin precedentes contra el partido", denunció hoy el secretario de Relaciones Internacionales del PT, Aloizio Mercadante, quien reveló también haber recibido amenazas. Precisamente medios de prensa argentinos revelaban este día que el propio Lula da Silva habría recibido amenazas.

Al conocerse el secuestro de Celso Daniel, quien militaba en la fracción moderada del PT, Lula había pedido al gobernador Alckmin que tratara la cuestión como si fuera "la más importante de su vida". El presidente Cardoso, a su vez, había dado órdenes al ministro de Justicia, Aloizio Nunes Ferrira, de que se ocupase del asunto, y éste puso a la policía federal a colaborar con el gobierno de Sao Paulo.

El PT lanzó este domingo una campaña nacional contra la violencia y en demanda de nuevas políticas de seguridad, con un acto ecuménico en Santo André, el municipio en el que Daniel cumplía su tercer mandato como alcalde.

Al acto, que comenzó incluso antes de conocerse la muerte del alcalde, acudieron más de ocho mil personas, entre ellos la cúpula del PT y representantes de diversas religiones. Un tono de indignación ante la falta de seguridad y la impunidad dominó los discursos, consignó la edición online del diario Folha de Sao Paulo. Así, Frei Betto, asesor de movimientos pastorales y sociales, manifestó su "rabia" ante la falta de acciones por parte de la policía y del gobierno de Sao Paulo.

El tema de la violencia se ha convertido en uno de los más sensibles en la política brasileña y la precampaña electoral.

"El asesinato del alcalde de Santo Andre, Celso Daniel, es la más fehaciente demostración del cuadro de violencia en que se encuentra el país. La barbarie que asume proporciones increíbles (...) denota la fragilidad de las políticas públicas y la desatención de las autoridades", afirmó la Orden de Abogados de Brasil.

Por su parte, el ex senador y político derechista Antonio Carlos Magalhaes sostuvo que el crimen de Daniel "tiene una connotación política, al menos presumiblemente. Existen muchas coincidencias. El año pasado asesinaron al alcalde de Campinas". En este sentido, el alcalde de Porto Alegre, Tarso Genro, consideró necesario "dar un estatuto político a la investigación de la muerte de Celso Daniel, independientemente de que haya sido ejecutado por marginales o por la extrema derecha, porque el asesinato de alcaldes del PT y los atentados sufridos por los integrantes del partido comprometen a las instituciones políticas del país".

Ejército espía a políticos

El diario Jornal do Brasil reveló este domingo que el ejército brasileño tiene un sistema para espiar a partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales, entidades estudiantiles y manifestaciones.

Según el rotativo, que cita documentos confidenciales y reservados, el sistema ha estado vigente en los gobiernos de los presidentes Itamar Franco (1992-94) y de Cardoso, quien inició su primera gestión en 1995. El espionaje es realizado a través de agentes que se infiltran en las organizaciones para obtener informaciones de documentos internos, "en procedimientos que violan la Constitución".

Una parte de los documentos a los que hace referencia el diario revelaban acciones de agentes secretos de una brigada de infantería en una pequeña ciudad del norteño estado de Pará, donde haciéndose pasar por periodistas monitoreaban la misma región que al inicio de la década de los 70 fue sede de una acción guerrillera. El Folha de Sao Paulo afirmó el año pasado que el ejército abrió en 1998 una operación secreta que supondría el espionaje del MST.