Martes 25 de noviembre de 2025, p. 15
De 1999 a 2017 los precios de las me-dicinas aumentaron 450 por ciento debido a que la industria produce fármacos innovadores “siempre más caros, pero sin la justificación suficiente de que son mejores que los anteriores”. Es una tendencia que ha continuado y se refleja en catálogos de insumos que crecieron de manera inercial. En la nueva gestión de servicios se busca racionalidad, indica IMSS-Bienestar.
En el análisis de la situación de los servicios médicos para personas sin seguridad social, el organismo identificó que muchos de los más de 4 mil tipos de productos contenidos en el catálogo de insumos no se utilizaban, pero sí se contabilizaban para los reportes sobre desabasto.
El problema fue evidente con los oncológicos, de los cuales había más de 700 claves y una prescripción “poco razonada en muchos casos”, asegura el organismo.
Indica que en la actualidad, los hospitales tienen asegurado el abasto de fármacos necesarios para la atención de pacientes.
La actualización del catálogo de medicamentos es uno de los asuntos que se han ido resolviendo para mejorar la calidad de los servicios para personas sin seguridad social en los 23 estados como parte del plan de gobierno para lograr un sistema único de salud en el país.
Modelo unificado
El objetivo es que sea universal, totalmente público y bajo la rectoría de la Secretaría de Salud (Ssa). Información de IMSS-Bienestar resalta que este planteamiento no es nuevo. Lo hizo el ex secretario de Salud Julio Frenk en la gestión de Vicente Fox. La diferencia es que en aquel momento se propuso la participación del sector privado y para la 4T eso es inviable.
Se plantea la necesidad de avanzar hacia un modelo que integre distintas fuentes de financiamiento que actualmente están en distintas partidas presupuestales.
La propuesta no ha tenido con-senso entre los tomadores de decisiones porque no se define el origen del dinero y la participación de las instituciones de seguridad social en la integración de una única bolsa de recursos para la salud.
Otro aspecto que en el pasado frenó la iniciativa fue el laboral, por desafíos como los que ahora enfrenta IMSS-Bienestar en el pago de nómina. Y es que los empleados tienen condiciones generales de trabajo (CGT) diferentes al estar afiliados a diversos sindicatos.
Por ejemplo, en el Hospital General Aurelio Valdivieso de Oaxaca coexisten el Sindicato Nacional de Trabajadores de la SSa y 17 gremios más, cada uno con toma de nota y sus propias CGT. De ahí las expresiones de inconformidad que, según información oficial, serán cada vez menos porque se van a resolver con el sistema de nómina digital que empezará a funcionar en enero de 2026.












