Viernes 24 de octubre de 2025, p. 18
Especialistas en temas de paz y estudios del Medio Oriente consideraron que la solución al conflicto en aquella región, en particular en la franja de Gaza, debe ir más allá de las visiones a corto plazo y el desarme de Hamas, como plantea el acuerdo de paz presentado por Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
Señalaron que hay más detalles que resolver, como la desarticulación de otros grupos armados que actúan en la región, más allá de Hamas; la próxima elección del líder en Israel, pues el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien puede ser relegido, responde sobre todo a intereses de los ultraortodoxos; la necesidad de la presión internacional para que las dos partes alcancen acuerdos, y la garantía de seguridad y respeto para 2 millones de habitantes en la franja.
En un foro virtual convocado por la organización Save Democracy, Mario Sznajder, profesor emérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén, puntualizó que no habrá manera de estabilizar Medio Oriente sin una solución política al problema palestino.
Agregó que sin fuerte presión internacional, en particular de Washington, las partes en conflicto no lograrán salir adelante. “Hay tantos detalles problemáticos aquí: ¿cómo se realiza el desarme de Hamas y el desarme (de otros grupos) de la franja de Gaza en general para establecer un nivel normal de gobernabilidad, donde haya seguridad personal para los 2 millones de personas que viven ahí?”
Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia en México, destacó que Trump sólo se preocupó por la primera fase del acuerdo de paz: frenar el conflicto, pero sin comprometer a otros actores de la región, árabes y no árabes.
Zidane Zeraoui, investigador y especialista en medio Oriente de la Universidad Nacional Autónoma de México, planteó que hoy no hay claridad de si existe esperanza con el plan de paz lanzado por Trump.
Destacó que hay dos factores que pueden desestabilizar el acuerdo: la existencia y operación de grupos armados distintos a Hamas, y que Netanyahu responde sobre todo a intereses de la ultraderecha y ultraortodoxos de su país, que son “los que están dictando su posición”.












