Sábado 18 de octubre de 2025, p. 19
Lima. El nuevo gobierno de Perú suspendió ayer al jefe de la policía de Lima tras las protestas en la capital que dejaron un muerto a manos de un suboficial y más de un centenar de heridos.
Jóvenes de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) lideraron las manifestaciones del miércoles contra el Congreso y el gobierno de derecha que el 10 de octubre reemplazó al de Dina Boluarte.
Las marchas, que se han intensificado en el último mes al grito de que “se vayan todos”, se enmarcan en la peor crisis de inseguridad que enfrenta Perú, y especialmente Lima, por cuenta de las extorsiones y asesinatos del crimen organizado.
Durante la más reciente manifestación, el rapero Eduardo Ruiz, de 32 años, murió por el disparo de un suboficial que fue detenido y será separado de la policía.
Al menos 113 personas resultaron heridas entre uniformados y civiles, según el balance de las autoridades.
Inminente militarización de las calles
Ante el auge de la violencia, el nuevo gobierno anunció ayer que declarará el estado de emergencia en Lima para enfrentar a las organizaciones delictivas.
“Próximamente, seguramente en algunas horas, anunciaremos las primeras medidas en ese sentido”, anunció el nuevo presidente, José Jerí, durante una ceremonia en una base policial de Lima.
Bajo el estado de emergencia, el gobierno podrá militarizar las calles y restringir derechos como la libertad de reunión.