Lunes 6 de octubre de 2025, p. 28
Entre enero y agosto de 2025, México ha importado alrededor de 32 millones 16 mil toneladas de granos básicos, principalmente maíz, soya y trigo, de los cuales 27 millones 576 mil toneladas, 86 por ciento, provienen de Estados Unidos, revelan cifras oficiales.
La dependencia de granos estadunidenses ha ido incrementando de manera paulatina, toda vez que según un estudio del U.S Grains Council y el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), en 2013 la proporción era de 78 por ciento.
Del total de las importaciones de granos y oleaginosas provenientes de Estados Unidos entre enero y agosto de este año, 61 por ciento son de maíz, 11 de soya, 11 de trigo y el 17 restante es otro tipo de semillas.
Las mayores compras al país vecino se dan en un contexto en el que México ve cada vez más deteriorada su autosuficiencia en granos y oleaginosas, dado que ahora se encuentra en 42 por ciento, dos puntos porcentuales menos que el año pasado.
Es decir, por cada 100 toneladas de granos que se consumen en México, 44 toneladas son compradas en el extranjero, principalmente en Estados Unidos.
A detalle, el índice de autosuficiencia ha bajado en tres alimentos clave para la dieta del mexicano: en el caso del maíz, éste pasó de 51 por ciento en 2025 a 49 en lo que va de este año. Esto, en un contexto en que se prevé una caída de la producción, de 24.33 millones de toneladas en 2024 a 23.31 este año.
En el sorgo, la autosuficiencia bajó de 99 por ciento en 2024 a 83 por ciento en 2025, mientras que la del trigo descendió de 32 a 22 por ciento, de acuerdo con el estudio del GCMA y el U.S Grains Council.
El documento también revela que si bien México registra un superávit comercial general en productos agroalimentarios de 19 mil 192 millones de dólares en 2025, también tiene un déficit de más de 12 mil millones de dólares en granos y oleaginosas.
Sin embargo, para Juan Carlos Anaya,quien es director general del GCMA, Estados Unidos funge como la reserva estratégica de México, lo que se comprueba con el hecho de que más de 85 por ciento de las importaciones agroalimentarias mexicanas provienen de dicho país. “Este nivel de interdependencia comercial coloca a la relación bilateral como un pilar de la seguridad alimentaria”, explicó.
Recordó que nuestro país, Estados Unidos y Canadá en conjunto producen 18 por ciento de los alimentos del mundo y alcanzan un índice de autosuficiencia alimentaria del 112 por ciento. “Este bloque trilateral se posiciona como la región agroalimentaria más fuerte del planeta”.
Enfatizó en que la cercanía con Estados Unidos y Canadá es una ventaja estratégica en materia de seguridad alimentaria y logística, por lo que la revisión del T-MEC en 2026 se vislumbra como una oportunidad para impulsar una política agropecuaria comercial trilateral que consolide a Norteamérica como la región agroalimentaria más competitiva del mundo.