En Agüitas, sospechoso fuego amigo // Los tarascos nunca se rinden
uego amigo es expresión que alude al ataque o daño causado por las propias fuerzas a sus aliados, ya sea intencionalmente, por error o… por compromisos contraídos con anterioridad. Por razones que no tiene caso ventilar ahora, el gobierno del estado de Aguascalientes decidió rematar en 1995 la plaza Monumental, construida con fondos públicos, a Diversiones y Espectáculos de México (Demsa), la división taurina del consorcio de Alberto Bailleres, quien al poco tiempo se haría también de la Plaza de San Marcos, sin que apenas se objetara la venta y consecuencias de sendas privatizaciones.
“Es mi fiesta y con ella hago lo que quiero”, ha sido desde entonces la bandera de la rica tradición taurina hidrocálida, reducida a las decisiones y preferencias de una empresa privada, sobre todo de un sano y oportuno nacionalismo, no se diga del compromiso de tomar la estafeta de la empresa de la Plaza México y de mejorar su pobre oferta de espectáculo. Pero como alguien dijo: “Que algo te guste no quiere decir que lo comprendas, o: hay maderas que nomás no agarran el barniz”.
Temporada de Otoño nombraron los creativos de la empresa o del gobierno o de ambos a un formato de feria con carteles cerrados que impiden la repetición de algún triunfador. Serán sólo tres corridas, una novillada y un festival a beneficio de la Academia Taurina Municipal, oferta en la que se reitera un internacionalismo por lo menos inoportuno al incluir a seis espadas extranjeros cuando hoy en México sobran toreros con probadas cualidades y méritos para ocupar esos puestos. Pero cuando no se cree en lo nuestro, asumimos como propio lo ajeno, como en Sudamérica pues. El colmo de esta temporada de otoño, es que a Miguel Aguilar, tras su rotundo triunfo del pasado 31 de agosto en la San Marcos, como estímulo lo incluyan en el festival benéfico y no en una terna.
El sábado 18 de octubre será la corrida del 450 Aniversario de la Fundación de la Ciudad, con astados de Santa Bárbara para Alejandro Talavante, Héctor Gutiérrez y Diego San Román. El sábado primero de noviembre el Festival a beneficio de la Academia Taurina Municipal, con novillos de Santa Fe del Campo, Santa Inés, San Isidro, Campo Real, De la Mora, Puerto del Cielo y La Asunción, para el rejoneador Emiliano Gamero y los matadores Luis Fernando Sánchez, Borja Jiménez, Jesús Enrique Colombo, Miguel Aguilar y Marco Pérez. Y al día siguiente la Corrida de las Calaveras, con toros de Las Huertas para Emilio de Justo, Diego Sánchez y Arturo Gilio. El domingo 16 de noviembre, en la San Marcos, los novilleros César Ruiz, Andrés García y Jesús Sosa con novillos de Palma del Río, en la novillada del Cristo Negro. Y en el 51 Aniversario de la Monumental, el sábado 22 de noviembre, reses de Villa Carmela para Andrés Roca Rey, Luis David y Bruno Aloi, que recibe la alternativa.
Con respeto pregunto a la gobernadora del estado, Tere Jiménez Esquivel, y a su esposo, el ganadero Luis Alberto Villarreal, si ese “gran impulso a la tauromaquia y ese apoyo incondicional a la mejor tradición taurina de Aguascalientes”, ¿no será posible impregnarlos de un urgente nacionalismo que revalore a nuestros futuros ases, estimule a los triunfadores de la región y de otros estados y genere un interés que recupere la pasión de aficionados y públicos por nuestra fiesta brava, o en Aguascalientes proseguirá una mala copia de los errores y antojos de la empresa en la Plaza México? ¿Decide el gobierno o los propietarios? ¿Por qué apuestan?
Emociona el cartel de diestros michoacanos para el festejo charro-taurino del próximo martes 30, en la Monumental de Morelia, encabezado por Emiliano Villafuerte El Moso, con el rejoneador Enrique Fraga y los matadores Paco Dóddoli, Omar Villaseñor, Hilda Tenorio, Antonio Mendoza e Isaac Fonseca. Se trata de una sinergia con demasiada fortaleza y la suficiente autoestima como para que inadvertidos burócratas intenten prohibir lo que desconocen sólo por quedar bien.