Es una de las más antiguas del poniente de la ciudad
Se distingue de sus vecinas porque adoptó nombres de lagos, aunque los más veteranos cuentan que en su origen tuvo los de ciudades ubicadas en el cono sur






Domingo 7 de septiembre de 2025, p. 25
Ante los ojos de los vecinos más añosos, la colonia Argentina Antigua ha sufrido cambios importantes que la marcan para bien o mal, pero no le restan importancia como uno de los barrios más añejos en la capital.
Pasó de ser una colonia popular a tener uso de suelo semirresidencial, lo que afectó a los vecinos que comenzaron a pagar impuesto predial muy alto de sus propiedades; esto también abrió la puerta a la edificación de complejos habitacionales del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, así como por las inmobiliarias.
Ubicada al poniente de la ciudad, cuenta con una población de 7 mil habitantes, algunos con la edad que les ha permitido ver el desarrollo de la colonia hasta su actual etapa.
Delimitada por otras como Ampliación Torre Blanca, San Joaquín, Torre Blanca, Argentina Poniente y la colonia Nuevo México, también la atraviesan avenidas principales como la calzada México-Tacuba.
Al sur limita con la calle Ignacio Allende, una de las vialidades más importantes, pues llega hasta la calzada Legaria; al oriente, con General Arista y al poniente con Lago San Martín.
La Argentina Antigua también está rodeada por panteones, como el Francés, Español, Americano, Alemán y a unos metros, sobre la misma Ignacio Allende, el Sanctorum.
Al preguntar a sus residentes por qué se llama Argentina Antigua, responden con ideas vagas y vetustos pasajes en los que mencionan que antes sus calles tenían nombres de provincias de aquella nación sudamericana, pero pasaron a ser nombradas lagos, lo cual los diferencia de la Argentina Poniente, cuyas calles llevan nomenclatura de ríos.
Lo cierto es que en esta zona pasaba el río San Joaquín, que disfrutaron sus antiguos residentes, que jugaban futbol en los llanos de la zona, hasta que se urbanizó y el afluente, como el resto de los que cruzaban esta ciudad, fueron entubados.
Labor comunitaria
Don Vicente Moisés, quien nació aquí en 1942 y es uno de los habitantes con más años, recuerda que el terreno conformado por 32 hectáreas “era pura milpa”, donde aún pasaban las vías férreas que transportaban a la gente cerca de calles repletas de polvo por la terracería.
Con sus recuerdos se puede reconstruir la historia de esta colonia, pues dice que él, junto con sus amigos, realizó viajes y kermeses para financiar la construcción de una de las parroquias más tradicionales de la colonia, la Inmaculada Concepción, en la calle Lago Cardiel.
La edificación la encabezó el padre Pascual Borja, y una de las antiguas fábricas de mármol que se encontraba en Argentina Antigua donó material para que tuviera los detalles que aún hoy persisten, a pesar de los años.
En la década de los 60 del siglo pasado se empezaron a pavimentar las calles, así como a instalar el drenaje, pues ya presentaba anegaciones en temporada de lluvias. Don Vicente recuerda que sobre Ignacio Allende la bajada del agua que se acumulaba en otras colonias asemejaba un río, muchas personas salían de sus casas para verla correr. Hoy esto aún sucede por las inundaciones, lo que genera que el agua se meta a los domicilios.
Al lado de su hija Mirna, otra de las residentes con más años, cuenta que el mercado Argentina, es de los más tradicionales y grandes. Este centro de abasto congrega a vecinos de otras colonias y a restauranteros que surten sus negocios.
Otro de los emblemas de la colonia es el convento de San Joaquín, sede de hechos históricos como una persecución, en 1914, cuando el ejercito Carrancista ingresó a la Ciudad de México y usó estas instalaciones de cuartel. Un año después este lugar sufrió daños en medio de la ocupación militar, por lo que el retablo dorado fue trasladado a la parroquia de San Cosme.
La historia ha pasado por los ojos de estos vecinos que con añoranza ven que hoy es una colonia con altos índices delictivos: por algo patrullas se colocan en varias esquinas, pero en el fondo saben que emergió como una zona popular que permitió a la gente asentarse y construir sus viviendas.