Consideran inevitable que sea condenado por intento de golpe de Estado en 2023

Miércoles 3 de septiembre de 2025, p. 21
Río de Janeiro., Lo que empezó este martes en Brasil es lo que se considera un “juicio histórico”: un ex presidente de la república, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) está siendo sometido al Supremo Tribunal Federal (STF), instancia máxima de la justicia del país. Hasta sus correligionarios más fieles dan por seguro, a ejemplo de analistas y adversarios, que seguramente será condenado. Y seguramente a una pena elevada, que deberá sacarlo del sistema donde se encuentra actualmente – prisión domiciliaría– y conducirlo a una instalación del ejército, a raíz de su condición de capitán retirado, o a una cárcel común.
Entre las muchas dudas sobre qué pasará luego de la condena considerada inevitable, una gana peso especial: ¿cuál será la reacción de Donald Trump, quien ya hizo pública su creencia de que Bolsonaro es víctima de una manipulación de la justicia para condenarlo pese a ser claramente inocente?
Este martes a las nueve de la mañana el juicio empezó con un informe elaborado por el juez del STF, Alexandre de Moraes, uno de sus más combativos integrantes.
Dos horas después le tocó el turno a Paulo Gonet, el fiscal general de la república. Hay otros siete reos en el mismo juicio, pero obviamente el interés se concentra en el ex mandatario Bolsonaro.
Tanto Moraes, en un informe inicial, como Gonet, han sido especialmente duros en sus planteamientos en el juicio.
“No se necesita un esfuerzo intelectual extraordinario para reconocer que cuando el presidente de la república y luego el ministro de Defensa convocan a la cúpula militar para presentar un documento formalizando un golpe de Estado, el proceso criminal ya está en marcha”, indicó Gonet.
Señaló que el plan para mantener a Bolsonaro en el poder también involucraba a otros elementos, incluidos esfuerzos previos para sembrar dudas en el sistema de votación electrónica de Brasil y un motín por parte de los partidarios de Bolsonaro el 8 de enero de 2023, después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue investido.
Los fiscales también alegaron que el complot incluía un plan para asesinar a Lula y a uno de los jueces del Supremo Tribunal.
Por la tarde le tocó el turno a la defensa de los reos. Y una vez más se confirmó la expectativa generalizada: lo único que pueden hacer los abogados es tratar de impedir que sea impuesta la pena máxima. Pero de todas formas sobran evidencias, por lo que se trata de una tarea especialmente difícil, casi imposible.
Al contrario de lo que se comentaba, Bolsonaro optó por no comparecer ante el tribunal. Se quedó en la casa alquilada en un barrio aristócrata –y caro– en Brasilia. Los pocos allegados que obtuvieron autorización de la justicia para visitarlo relataron que el ex mandatario estaba entre deprimido y extremamente irritado, mientras seguía el juicio por televisión.
Hacia el final de la tarde siguieron los abogados defensores de los otros reos denunciados.
La defensa de Bolsonaro se manifestará este miércoles.
Entre ellos estaba Demóstenes Torres, abogado del almirante retirado Almir Garnier Santos, jefe máximo de la Marina durante el gobierno del ultraderechista.
Torres dedicó los primeros 21 minutos de su participación a elogiar a integrantes del STF y a asegurar que si “Bolsonaro me pide cigarrillos desde la cárcel, se los llevaré”.
El ex mandatario no fuma.
Otro punto que llamó la atención de los observadores se refiere al teniente coronel Mauro Cid, quien fue edecán de Bolsonaro.
Ayer Cid informó que pidió pasar a retiro en el ejército por no tener “condiciones sicológicas” para mantenerse activo.
Este miércoles le toca el turno a la acusación directa contra el ex presidente. La expectativa principal gira alrededor de un punto: ¿Bolsonaro irá a presentarse personalmente o seguirá guardando distancia?
En tanto, el presidente Lula señaló al diario O Globo: “Espero que se haga justicia, respetando el derecho a la presunción de inocencia de los procesados. Quiero que Brasil conozca la verdad y sólo la verdad. Él (Bolsonaro) puede defenderse como yo no pude. Y no me quejé, no lloré, luché. Si es inocente, que demuestre que lo es”.