En Cali la salsa es literatura
a música transforma vidas, de eso no tengo duda. Pero no sólo vidas, cambia las ciudades, modifica su lenguaje, sus formas, su estilo y sus colores. Cali, la apacible ciudad del valle del Cauca colombiano, es un ejemplo palpable de ello, pues desde que empezaron a vivir los ritmos animados del Caribe, allá por los años 30, ha sufrido una metamorfosis asombrosa.
Al aluvión de músicas, bailes, antros y visitas cada vez más constantes de agrupaciones salseras, se ha sumado una excitante actividad literaria-musical sólo comparable a la que tienen Cuba y Puerto Rico.
Se dice que esta zaga literaria en Cali la inició el escritor Umberto Valverde (1947-2024) con la publicación en 1972 del libro Bomba cámara. Momento en que la salsa vivía su explosión como fenómeno sociomusical y Bomba cámara era uno de los temas más populares de la orquesta de Richie Ray y Bobby Cruz.
Los 10 cuentos de Valverde contenidos en Bomba cámara narran las tensiones vitales de la juventud de los barrios populares de Cali y su nexo con la salsa. Nexo que se expresa no sólo en la identificación rítmica y bailable, sino de forma muy especial, espontánea e inconsciente en la gramática de los textos, pues en estos se daba una suerte de retroalimentación ideológica que servía para entender el mundo y para justificar las actitudes ante el amor, la familia, la patria, la gastronomía y, en fin, toda la cosmovisión de la época.
El ejemplo de Valverde contagió a otros literatos caleños que, animados por la salsa, se lanzaron a escribir novelas, cuentos y poemas en clave musical. Aparecen así autores como Andrés Caicedo, quien publicó en 1977 Que viva la música; Alberto Esquivel con Acelere (1985). Los cuentos El de la rumba soy yo
y Estarás formando lazos no conmigo
del libro En la escuela de rumberos (2005), de Rey Carlos Villadiego; Con el pucho de la vida (2011), de León Valencia y El tumbao de Beethoven (2012), de Fabio Valencia. Autores que son considerados pioneros en el ejercicio de producciones literarias influidos por la música afroantillana conocida como salsa.
Juan Esteban González Puerta, investigador literario de la Universidad de Antoquia, me dice que estos esfuerzos literarios salseros se han convertido en memoria cultural y musical de la ciudad y que a través de estas narraciones se encuentra un trozo de la historia de Cali.
En la actualidad, el fenómeno literario
sigue y esta importante tendencia ha dado frutos como los siguientes:
Salsa forever, de Rafael Quintero (Universidad del Valle). Partiendo de la pregunta ¿por qué nuestra ciudad adoptó esta música que se desarrolló con mayor ahínco en Nueva York?, Rafael Quintero hace un viaje por la música del Caribe en Cali, desde los años 40 hasta los 70, y revela aquella tesis que alguna vez dijera el escritor cubano Alejo Carpentier, en el sentido de que un país no se define por sus fronteras geopolíticas, sino por sus regiones geoculturales. El libro de Quintero es una deliciosa crónica, fácil de leer, que se sustenta en referencias históricas y de sus protagonistas. Es un ajuste de cuentas con aquellos que dudaban que la salsa al llegar a Cali se quedaría para siempre.
Si en Nueva York llovía en Cali no escampaba (edición independiente). Se trata de 13 historias sobre Migración, salsa y caina
, como se señala en la portada. No es un libro de música, aunque hable sobre ella; no lo es sobre narcotráfico, así dibuje algunas estampas sobre el asunto. Es un libro de historias a las que no nos sustraemos, sobre todo si conocemos de que va la cosa en Nueva York. En el caso de Lizandro Penagos, el autor, periodista y escritor, son vivencias en Queens cuna del cartel de Cali
, que al narrarlas hacen equilibrio entre la crónica y el ensayo con trasfondo de la ciudad que hechiza, intimida, asombra, y acoge
.
¡Ecuajey! Historias salseras de rumba y nostalgia caleña, de Gerardo Quintero Tello (Editorial El Silencio, 2025), es un libro que porta en su título un grito de batalla que todos los rumberos conocemos: El ¡Ecuajey! del gran Ismael Maelo Rivera, El Brujo de Borinquen. Toda una invitación a la batalla salsera en la pista, como ocurre en Cali desde los años 50 hasta hoy; un recorrido sonoro y literario.
71 días. Retrato de Héctor Lavoe en Cali (Editorial 15712, tercera edición, 2024) es una crónica del escritor y periodista Alejandro Aguirre, de los 71 días que vivió Héctor Lavoe en la ciudad de Cali en 1981. Narración construida con testimonios de músicos y amigos que conocieron la intimidad musical del cantante durante esos días, así como un análisis que explica el fenómeno de este intérprete proveniente del barrio neoyorquino y elevado por las masas a la categoría de leyenda de la salsa.
Celia Cruz: Reina Rumba es la obra clásica de Umberto Valverde que tras su deceso ha sido reditada por el Fondo de la Caleñidad, proyecto editorial encaminado a fortalecer los quehaceres de autores locales. Reina rumba ha significado un parteaguas en la literatura salsera por su forma escritural, pues no se sabe a ciencia cierta si es un reportaje, una entrevista, una biografía, una autobiografía, una confesión o un poema. Lo cierto es que se ha convertido en un libro-leyenda, como su personaje.