Viernes 11 de julio de 2025, p. 4
Más de 600 perros han sido capacitados por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) desde 2011 para la intercepción de mercancías que pueden ser vehículo de transporte y diseminación de plagas, enfermedades o sustancias que afectan a los vegetales y animales del país, como la fiebre porcina africana, el clembuterol o el gusano barrenador.
Durante un recorrido por el Centro de Adiestramiento Canino (Ceacan), ubicado en Tecámac, estado de México, el instructor Roberto Cesario Gómez explicó que actualmente hay 83 perros y 81 manejadores distribuidos en todo el territorio nacional, quienes realizan inspecciones sanitarias de mercancías –nacionales o extranjeras– en puntos fronterizos, carreteras, aeropuertos y puertos marítimos.
En México estamos libres de más de 2 mil enfermedades que existen en el mundo, y cada una de ellas puede transmitirse por distintas vías, como vectores o productos infectados. Así que, cada vez que un perro detecta un producto, contribuye a frenar miles de plagas o enfermedades
, comentó Cesario, quien funge de enlace de capacitación, adiestramiento y monitoreo de la unidad canina del Ceacan.
Detalló que un perro puede memorizar más de 100 olores, como lo hacen los ejemplares que operan en la Ciudad de México y Cancún, Quintana Roo, los dos puntos con mayor diversidad en la procedencia de vuelos. Sin embargo, subrayó que lo más importante en su formación es que aprendan a identificar un olor específico, aquel que indica la presencia de una enfermedad –como el dragón amarillo, el gorgojo khapra o incluso el virus del covid-19–, una tarea que ha sido el eje del trabajo del centro desde su fundación en 2011.
Explicó que los perros deben cumplir con un perfil particular para desempeñar estas tareas: tener un alto nivel de actividad física, ser glotones y juguetones, no ser depredadores ni agresivos, y mostrar buena sociabilidad tanto con humanos como con otras especies (como en el caso del ganado). Señaló que la mayoría de los perros son reclutados entre el primero y segundo año de vida, y se retiran del servicio al cumplir ocho años de labores o al alcanzar 10 años de edad.
Destacó además que la mayoría son perros criollos, provenientes de albergues ubicados en diversas zonas de la Ciudad de México y su área metropolitana, así como de donaciones de particulares.
Cesario indicó que actualmente se encuentran en formación las generaciones 74 y 75, dentro de un programa intensivo de seis semanas.