
Miércoles 16 de abril de 2025, p. 8
Antes de que el programa sueco de televisión La gran migración de los alces comenzara a emitirse desde ayer, Ulla Malmgren preparó café y alimentos para no perderse ni un momento del evento de 20 días, transmitido las 24 horas.
”¿Dormir? Olvídalo. No duermo”, afirmó.
Malmgren, de 62 años, no es la única. El programa, llamado Den stora älgvandringen en sueco, y a veces traducido como La gran marcha de los alces, comenzó en 2019 con casi un millón de telespectadores. En 2024, la producción alcanzó un público de nueve millones en SVT Play, la plataforma de streaming del canal nacional SVT.
Desde ahora hasta el 4 de mayo, las cámaras remotas de la transmisión en vivo capturarán a docenas de alces mientras nadan a través del río Angerman, a unos 300 kilómetros al noroeste de Estocolmo, en la migración anual de primavera hacia los pastizales de verano.
Pasan horas sin que ocurra mucho, y los fanáticos dicen que esa es la belleza del programa.
La gran migración de los alces es parte de una tendencia que comenzó en 2009 con la emisión minuto a minuto de un viaje en tren de siete horas a través del sur de Noruega por la emisora pública NRK.
El estilo de programación de televisión lenta se ha extendido, y ya hay producciones en Reino Unido, China y otros lugares. La ciudad central holandesa de Utrecht, por ejemplo, instaló un timbre de peces
en una esclusa del río que permite que los espectadores de la transmisión en vivo alerten a las autoridades que hay peces retenidos mientras migran a sus zonas de desove.
Annette Hill, profesora de medios y comunicación de la Universidad de Jönköping en Suecia, dijo que la televisión lenta tiene raíces en los reality shows, pero carece de la puesta en escena y, por tanto, los espectadores la perciben como más auténtica. Las producciones permiten que la audiencia se relaje y vea cómo se desarrolla el viaje.
Como experta y fanática del programa, Hill dijo que la transmisión en vivo la ayuda a desacelerar su día al seguir los ritmos naturales de la primavera.
El efecto calmante se extiende al equipo de producción, afirma Johan Erhag, gerente de proyecto para SVT.
Los alces han recorrido la ruta durante miles de años, lo que facilita que el equipo sepa dónde colocar unos 20 mil metros de cable y posicionar 26 cámaras remotas y siete cámaras nocturnas. También se utiliza un dron.
El equipo de hasta 15 personas trabaja desde la sala de control de SVT, produciendo el programa a distancia para no interferir con la migración.
SVT no ha dicho cuánto cuesta la producción, pero Erhag dijo que es barata si se tiene en cuenta las 506 horas de metraje emitidas el año pasado.