Martes 22 de octubre de 2024, p. 17
Los programas de transferencias de dinero y de protección social que incluyen atención médica en la infancia, a mujeres embarazadas y otras acciones contribuyen a la disminución de la pobreza y la desigualdad. También las estrategias de pensiones para adultos mayores retrasan la mortalidad en la vejez, mientras los sistemas de cuidados son útiles para conservar y mejorar la salud de las personas, afirman la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En el informe La urgencia de invertir en los sistemas de salud en América Latina y el Caribe para reducir la desigualdad y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), los organismos advierten que mayores recursos económicos para el sector son necesarios ante la evidencia del retroceso de 27 por ciento en el desarrollo social (salud, pobreza, desigualdad, educación) provocado por la pandemia de covid-19; además, prevén que sólo 22 por ciento de las metas de los ODS se alcanzarán en 2030.
Con estos datos, señala el documento, la región de las Américas se consolidó como la más afectada por las crisis generadas por la emergencia sanitaria.
De ahí la importancia de incrementar la inversión en salud, porque es un elemento esencial del desarrollo productivo, inclusivo y sostenible, así como para superar las brechas sociales y económicas que prevalecen en los países de la región, afirmó José Salazar, secretario ejecutivo de la Cepal.
En el estudio que se presentó ayer, también se advierte que el nivel de salud de la población está condicionada por factores como la baja capacidad de las naciones para crecer, la alta desigualdad, la baja movilidad social y por una gobernanza poco efectiva.
Salazar dio a conocer que se identificó que en los sistemas sanitarios prevalecen debilidades estructurales por un subfinanciamiento y elevado gasto de bolsillo (el que realizan las personas de sus propios recursos para atender enfermedades).