Rafael Acosta y Javier Bátiz
os nombres son imprescindibles en la historia del rock mexicano: Javier Bátiz y Rafael Acosta; ambos iniciaron su trayectoria casi al mismo tiempo: existe un registro de 1959 sobre una grabación de Los TJ’s, grupo liderado por un precoz Javier Bátiz, la cual contiene las canciones Sad Nights y Nocturnal. Ese mismo año Rafael Acosta participó en la grabación de Rock, nombre del primer elepé de Los Locos del Ritmo. Mientras Rafael era conocido por ser el compositor de Tus ojos, una de las canciones más exitosa de esa época, Javier llegaba al entonces Distrito Federal para sustituir a Johnny Laboriel, vocalista de Los Rebeldes del Rock; afortunadamente, esto no cristalizó y Bátiz inició la travesía rocanrolera por su cuenta y fundó The Famous Finks con quienes grabó un elepé en 1964. Y como coincidencia, por las redes sociales están rolando fotos de la boda jipi de Rafael Acosta ocurrida en marzo del año 68; en la ceremonia, Bátiz tocó la marcha nupcial. Pero, siempre hay un pero, en estos días los legendarios y pioneros rocanroleros atraviesan por momentos difíciles debido a graves complicaciones de salud. Ambos requieren del apoyo de ustedes, amables lectores. Estos son los datos de las cuentas donde pueden depositar su donativo. La de Javier Bátiz es Claudia Madrid Hernández, Banco Banorte cuenta: 1040107670, Clabe 072 028 01040107670 1, sucursal 8702, Tijuana, Baja California, México. La del baterista de Los Locos: Rafael Jesús Acosta y Córdova, Banco BBVA cuenta 4252 3134 57 39 1196, Clabe: 012180011631828008.
Lecturas y rock: Trisolero y Anda en busca de Adrián
Dos libros empezaron a circular entre la grey lectora-rocanrolera. Ambos tienen el rock como telón de fondo aunque con diferentes matices. Trisolero, de Rock and Rul, describe las calles del barrio, el Metro, el trabajo como jale obligado, las chavas, los cuates, pero sobre todo, los lugares donde tocó El Tri, o mejor dicho, Álex Lora: Balderas, los hoyos fonqui, Acapulco, el Palacio de los Deportes, el Foro Sol; cada descripción es acompañada con frases de canciones lorianas. Y como reiteración al culto a Lora los relatos terminan con la ya desgastada frase ¡Qué viva el rocanrol!
. Por otra parte, Anda en busca de Adrián, el libro de Paco Martín García describe en primera persona tres vidas entrelazadas: la de Vera ocupa 30 páginas; Vincent, 53 y Adrián 53. El segundo párrafo inicial adelanta “Esa tarde Vera, Vincent y Adrián acordaron escribir de sus vidas, de sus grandes alegrías, sus victorias, sus miedos y esperanzas. –Y algún día alguien nos leerá– respondió pensativo Vincent”. Las confesiones citan claras frases de canciones de rock.
PD: el pasado sábado el Tianguis del Chopo se lució –se mochó chido, dijera alguien– al festejar su 44 aniversario: programó rock en vivo con The Jimmys Pank, Ultraviolentas y Moodra; un conversatorio dedicado a los 40 años de La Jornada y la entrega de cuatro reconocimientos a nuestro diario. Cerraron la fiesta Transmetal y Anabanta y al final se partió el pastel por el cumpleaños del recién declarado Patrimonio Cultural inmaterial de CDMX: el Tianguis del Chopo. Salú.