Viernes 4 de octubre de 2024, p. a11
A veces sólo hace falta que surja un personaje distintivo para hacer estallar la maquinaria mediática de un deporte. Caitlin Clark, novata del año de la WNBA, pareciera ser esa talento que esperaba el basquetbol femenil para ahora lanzarlo como una industria de entretenimiento.
Esto representa otro impul-so para el deporte femenil profesional, pues deja claro que las mujeres pueden destacar por sus capacidades atléticas, ya que en varios casos sólo se sexualiza la imagen de las deportistas
, indicó Franciso San José, catedrático de mercadotecnia de la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Anáhuac.
Clark apenas llegó a las canchas del profesionalismo el 15 de mayo y enseguida se perfiló para romper los esquemas mediáticos del deporte femenil. Con una trayectoria universitaria en la que impuso varios récords, su nombre ahora como profesional con Indiana en la WNBA se convirtió en un atractivo para llenar estadios e incluso conseguir contratos de imagen de gran valor y atípicos en el deporte femenil.
Con los Iowa Hawkeyes de la liga universitaria de Estados Unidos se convirtió en la jugadora con más triples al tiempo que impuso una marca de 3 mil 921 puntos anotados.
Así, su debut con el Fever de Indiana, de la WNBA, desató tal expectativa que se agotaron los boletos para verla, siendo la primera vez en 20 años que el club vio llena la arena donde juegan.
Incluso desde antes de debutar de manera profesional, las marcas ya reconocían el revuelo que podría causar por su talento inusual, como muestra fue la oferta de Nike para un contrato de imagen de 28 millones de dólares por ocho años, acuerdo que hace recordar a los inicios del emblemático Michael Jordan.
El llamado efecto Caitlin Clark también provocó que los otros clubes de la WNBA cambiaran de sede para los partidos contra Indiana con la intención de recibir a más aficionados. Las Vegas Aces, campeonas vigentes, se mudaron al T-Mobile Arena, con capacidad de 20 mil asistentes, para el duelo donde enfrentaron a la naciente estrella del basquetbol.
Si bien, la primera victoria de Clark con el Fever llegó hasta el juego seis de la temporada, los seguidores mantuvieron el interés por ver a la joven atleta en su esplendor. Incluso, justo el primer triunfo fue en casa de las Sparks en la Arena Crypto.com, en el cual se registró récord de asistencia para la franquicia de Los Ángeles con más de 19 mil personas.
Éxito mediático, pero bajos salarios
Sin embargo, existe un aspecto contrastante con todo el éxito mediático generado por Clark: su salario. La jugadora firmó un contrato de cuatro años por 338 mil dólares, por lo que en la primera temporada recibiría la irrisoria suma de apenas 76 mil 535 dólares, cifra muy lejana a los 55 millones de dólares que percibe la promesa de la NBA, Victor Wembanyama.
La diferencia de cifras se basa en las percepciones de ambos torneos. Con una historia de 78 años, la NBA reportó en 2023 ingresos de hasta 10 mil millones de dólares, suma que contrasta con los 200 millones que genera la WNBA con 28 años de existencia. Aunque por ahora Clark no recibirá un cuantioso sueldo, su incursión puede ser la pieza que le faltaba al basquetbol femenil para consolidarse de manera mediática.
Ahora, tras su primera temporada profesional, también firmó récord deportivos en puntos, triples, triples dobles y asistencias, con lo cual fue elegida novata del año de manera casi unánime.
Con Clark se demuestra que las mujeres pueden llamar la atención como ídolos al destacar en una disciplina deportiva. Ella le ha dado vida a una liga como la WNBA que estaba relegada, ahora es mediática con ratings de televisión y gran venta de boletos
, apuntó San José.
Si bien, el efecto Caitlin Clark ya es un parteaguas en Estados Unidos, San José reconoció que el mismo fenómeno aún podría tardar en México. Ya hay atletas reconocidas y famosas, pero todavía no despiertan ese interés o rango de audiencia. Aún falta trabajar un poco más para alcanzar ese nivel de profesionalismo
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