Opinión
Ver día anteriorMiércoles 25 de septiembre de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Isocronías

Lírica femenina tlaxcalteca

S

iete escritoras ha reunido Minerva Aguilar Temoltzin, autora de Vuelo de letras, libro nacido de un recital homónimo ofrecido por escritoras tlaxcaltecas y organizado por la Asociación de Escritores de México. Al decir de Obed González, director de Literatura de la Feria Internacional del Libro en Coyoacán, –auspiciadora del volumen que con ánimo representativo considera la lírica de tales voces femeninas–, en éste es posible palpar que somos lenguaje, somos flexibles y en constante transformación. Vayamos sucintamente a las poetas –nacidas entre los años 50 y 80–:

Angélica Minor: era el fuego / polvo azul / en torzales de oro, zarcillos / entre luces de neblina/ plateada, nada es verdad cuando andamos / en este cuerpo de arena / que al paso de los días / desmorona la brisa.

Citlalli H. Xochitiotzin: “Hay días […] donde vivir es un cuerpo dorado de nubes en el pecho. / Y todo canta”. Habla también de cómo las estrellas erizadas en la noche más obscura anuncian el amanecer. Y comunica: Dios nos llama con su acento de viento perdido.

Ignacia Muñoz: Teotlac / in catinimaliztli / ica yacatl / pacho / ihtoa / mialicaniti ce tlahui / in coxtemic. (Al anochecer / la soledad / como agua suave / se arrima / dice / vete a conseguir / una luz / para caminar el sueño). Y: Aquella tarde / me dolió saber / que no tienen flores / tus palabras.

Isolda Dosamantes: Esta mañana fría de escarcha / que anuncia otoño / declaro que / puedo envejecer a tu costado. Tuve que dejar atrás la casa del limonero, / las calles empedradas con cuestas tremendas, / el olor a tierra siempre húmeda, / húmeda como yo cuando te veo.

Marisol Nava: Sólo la tengo a ella, / sólo me tiene a mí. / Dos voces en un cuerpo. / Dos susurros dispuestos / a continuar. Dicha de salir al mundo / para retornar a casa: / franquear la puerta / y extasiarme con su aliento de seda, / refrescarme con su cuerpo de brisa, / reconocer su voz en cada silencio.

Olimpia Guevara: “Vuelvo a ti […] / con el corazón florido, / las emociones en rehilete […] / y la incertidumbre, añeja, / de siempre”. La lengua es cuestión de madres, de mujeres arrullando con los latidos de su voz y su música del mundo.

Y Tzuyuki Flores: “soy el lugar donde mi madre / sembró mi cordón umbilical […] / soy árbol de sueños […] / en mí están los cantos, / en mí todos los frutos”.