La Paz., El ex mandatario boliviano Evo Morales presentó ayer tres condiciones al presidente Luis Arce para poner fin a las protestas que han agitado al país en la última semana: la destitución de varios ministros, que se le permita ser candidato del partido oficialista en las próximas elecciones y resolver la escasez de hidrocarburos.

Acompañado de 12 mil seguidores, Morales recorrió 190 kilómetros durante siete días, desde Oruro hasta La Paz, en protesta por la crisis económica y un supuesto intento desde el Ejecutivo de torpedear su candidatura presidencial.

“Si Lucho quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a ministros narcos, corruptos, drogos y racistas”, advirtió sin mencionar nombres. También dio el mismo lapso para que resuelva la escasez de carburantes en el país.

La canciller Celinda Sosa denunció la marcha del ex gobernante como parte de la gestación de un golpe de Estado contra Arce, con el objetivo de habilitarse como candidato en 2025, pese a que la Constitución se lo prohíbe.

Tras el mitin que encabezó Morales, sus seguidores intentaron tomar por la fuerza las oficinas de la Central Obrera Boliviana (COB), alineada con Arce. La policía y mineros afines al oficialismo dispersaron a los manifestantes.

Al finalizar la protesta, simpatizantes de ambos líderes se enfrascaron en una batalla campal con cartuchos de dinamita y fuegos pirotécnicos, pero fueron dispersados por la policía con gas lacrimógeno, informó el portal boliviano Brújula Digital.

La marcha no logró su objetivo de ingresar a la plaza Murillo, donde se ubica el Palacio de Gobierno, que fue cercada por partidarios de Arce. Morales anunció su regreso al Chapare.