Viernes 20 de septiembre de 2024, p. 6
Madrid. El estudio clínico Respire 21, efectuado por el Instituto Jérôme Lejeune y el Hospital Necker-Enfants Malades, ambos con sede en París, demuestra que un diagnóstico muy precoz del síndrome de apnea obstructiva del sueño (AOS) y su tratamiento, en caso necesario, mejora el desarrollo neurocognitivo y conductual de los niños pequeños con síndrome de Down. Los resultados se publicaron en la revista Lancet Regional Health-Europe.
Contó con la participación de un grupo de 40 niños con síndrome de Down (desde 6 meses hasta 3 años de edad) que se sometieron a un cribado precoz y sistemático de la AOS mediante un estudio inicial del sueño con polisomnografía domiciliaria cada seis meses (se realizaron cinco en total).
Esta muestra se comparó con un grupo de control de otros 40 niños con Trisomía 21 que se sometieron a una única polisomnografía a la edad de 36 meses, de acuerdo con la recomendaciones internacionales actualmente en vigor.
Los resultados confirman la prevalencia de 97 por ciento de AOS en pacientes de 6 meses de edad, con 54 por ciento de casos de intensidad moderada o grave. Con el tratamiento, la gravedad de la enfermedad se redujo, lo que condujo a mejoras estadísticamente significativas en la calidad y la arquitectura del sueño, así como en el desarrollo neurocognitivo y conductual de estos niños, en comparación con el grupo de control. Las conclusiones de este estudio son muy alentadoras para mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down.
Los niños que fueron sometidos a cribado y, en su caso, a tratamiento, tenían un cociente de desarrollo cuatro puntos superior al de los que no fueron sometidos a cribado pero que tuvieron un seguimiento habitual. Aunque esta diferencia es estadísticamente significativa, la cuestión de su impacto clínico sigue abierta
, señala la doctora Clotilde Mircher, genetista y jefa del departamento de consultas del Instituto Jérôme Lejeune.
Guillaume Duriez, director general del instituto francés, subraya que se trata de perspectivas muy alentadoras para todas las familias, ya que podrían permitir a los niños con síndrome de Down disfrutar de una mejor calidad de vida
.
Según explican, estos resultados deberían ayudar a ajustar las recomendaciones internacionales, que actualmente aconsejan el cribado de la apnea del sueño entre los tres y cuatro años de edad para los niños con síndrome de Down. Tenemos que cambiar las prácticas: el cribado debería empezar antes del año de edad
, explica la profesora Brigitte Fauroux, responsable científica del estudio y jefa de la Unidad Funcional de Ventilación No Invasiva y Sueño Infantil del Hospital Necker.