Miércoles 4 de septiembre de 2024, p. 17
Profesores y trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) denunciaron que de los cerca de 18 mil docentes de esa casa de estudios, sólo 30 por ciento tienen plaza base, y de ellos cerca de 2 mil son utilizados para cubrir personal administrativo, es decir, cobran por una actividad educativa que realmente no realizan
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En entrevista con La Jornada, Rosario Trejo, profesora de Upiicsa y ex directora de la Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género; Hugo Velasco, profesor de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y ex representante docente de la comisión organizadora del Congreso Nacional Politécnico, y Rafael Guerrero, profesor de la Escuela Nacional de Medicina, señalaron que el Politécnico carece de un tabulador salarial propio, por lo que es común que las plazas docentes de base sean entregadas a amigos o conocidos de directivos y líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), mientras tenemos compañeros con cinco, 10 y hasta 20 años con plazas interinas
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Insistieron en que, pese al compromiso de limpiar de corrupción las instituciones
, en el IPN prevalecen los malos manejos en recursos públicos, pero también hay un uso indebido de las plazas académicas, lo que impacta directamente en la calidad de la enseñanza que se imparte, y de la investigación que se realiza en el instituto
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Señalaron que las autoridades centrales del IPN, que atiende a poco más de 216 mil estudiantes de bachillerato, licenciatura y posgrado en 90 unidades académicas en todo el país, no han respondido a la demanda de transformación democrática que exige la comunidad politécnica. Ha pasado una década desde el movimiento estudiantil y de trabajadores más importante del Politécnico, que estalló en 2014, para exigir un Congreso Nacional que nos diera autonomía y democracia, y hasta ahora no se ha cumplido con ese compromiso
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Samuel Soto, María Eugenia Góngora y Adrián Alvarado, trabajadores de apoyo del IPN, afirmaron que no se ha avanzado hacia una verdadera transformación de la institución, porque a la par que creció la matrícula, que en los años 80 era de poco más de 60 mil alumnos, ahora tenemos más del triple, pero disminuyen de forma sistemática las plazas docentes, y en particular los puestos de base para todas las tareas de apoyo: seguridad, intendencia, mantenimiento, jardinería y labores administrativas
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El IPN, aseguraron, está listo para su transformación
, por lo que consideraron urgente retomar los canales de diálogo que permitan abrir un debate en la comunidad politécnica hacia la construcción de una institución más democrática y transparente, que mantenga vivos los principios que le dieron origen, porque el Politécnico tiene mucho qué aportar aún en la transformación del país
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