El Comité ¡Eureka!, fundado en los años 70 por la pionera defensora de derechos humanos Rosario Ibarra de Piedra, reprochó la divulgación de una lista con 183 nombres de detenidos-desaparecidos presuntamente arrojados al mar desde la base militar de Pie de la Cuesta, Guerrero, en los llamados vuelos de la muerte, en 1974.

Dicha lista se dio a conocer en días recientes, primero en un reportaje periodístico y después en los informes presentados por miembros del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (MEH).

Esta publicación, declara el comité, vuelve a abrir la puerta de escape a quienes cometieron y ordenaron esos crímenes. El comunicado se leyó ayer en la reunión que sostuvieron (sin prensa) las organizaciones de víctimas, los investigadores del MEH y funcionarios de la Secretaría de Gobernación.

En el documento suscrito en primer término por Claudia Piedra Ibarra, hija Rosario Ibarra, la principal objeción de ¡Eureka! es que no se ha comprobado si la información de esa lista es veraz.

Se recuerda que el Ejército ya había filtrado esos datos en 2001 y 2002, durante los juicios a los generales Quirós Hermosillo y Arturo Acosta Chaparro. En ese momento, la propia Rosario Ibarra sostuvo que se trataba de una triquiñuela de la Procuraduría de Justicia Militar para exonerar al ex presidente Luis Echeverría y al entonces titular de la Sedena, Enrique Cervantes Aguirre.

Por otra parte, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que arropó a la fundadora de ¡Eureka! cuando fue candidata a la Presidencia, publicó en su portal un texto de su líder, Édgar Sánchez, en el que apunta que independientemente de las implicaciones (la publicación de la lista de las víctimas de la base naval), confirma la particiación del Ejército como institución en crímenes de Estado.

El PRT recuerda que en 2013, todavía con Rosario Ibarra en vida, el Museo Casa de la Memoria Indómita, que era depositario de todos los archivos de ¡Eureka!, firmó un convenio con la Universidad Autónoma de la Ciudad de México para trasladar sus fondos al Centro Académico de la Memoria de Nuestra América (Camena), con la finalidad de digitalizar y sistematizar sus documentos y abrirlos al público.

Fue así como en el transcurso de este año por lo menos dos personas vinculadas al MEH, que ya entonces funcionaba dividido –como quedó evidenciado este viernes en Tlatelolco, donde no asistió Eugenia Allier, una de sus comisionadas– encontraron durante sus investigaciones la mencionada lista de víctimas de los vuelos de la muerte.

Édgar Sánchez explica la decisión de Rosario Ibarra de no divulgar la lista que le entregó un desertor del Ejército, justo cuando empezaban el régimen de Vicente Fox y el juicio (fallido) al perpetrador Miguel Nazar Haro, fue para hacer valer su criterio moral, político y legal de insistir en el principio de vivos se los llevaron, vivos los queremos y presentación con vida.

Señala que este principio rector es la guía central de ¡Eureka!, y subraya que, de forma impresionante, 50 años después, las familias de los muchachos desaparecidos de Ayotzinapa retoman esta misma consigna.