Tecpán. Vestidos con pantalones cortos, faja y torso descubierto, miembros de grupos culturales indígenas conmemoraron el sábado el equinoccio de marzo con un torneo del ancestral juego de pelota maya en un pueblo de Guatemala.

Once equipos de los departamentos Chimaltenango, Quiché, Sololá y Quetzaltenango, además de uno de El Salvador, acudieron a este torneo ritual celebrado en el salón del municipio de Tecpán.

La competencia, amenizada con marimba, se realizó a pocos kilómetros del sitio arqueológico de Iximché, donde los conquistadores españoles fundaron la primera capital de Guatemala, en 1524.

En la cosmovisión maya, el equinoccio representa un nuevo ciclo para la renovación de energías y se conmemora en Guatemala cada 20 de marzo con ceremonias y danzas ancestrales, que se unen al movimiento de la Madre Tierra.

El juego maya es una forma de reconocer su historia, su identidad, y lo que nos pertenece como miembros de este continente, explicó una de las jugadoras, Francisca Elías, del equipo I’xk’at de San Martín Jilotepeque.

Los antiguos indígenas practicaban el juego para resolver conflictos y evitar el derramamiento de sangre. Ahora, sus descendientes tratan de preservarlo. El juego de pelota maya tiene orígenes ancestrales muy importantes para nosotros, y es de utilidad para que nuestra cultura siga reivindicando nuestras raíces, afirmó Flor Bajacol, una de las aficionadas, de 34 años.

Cuatro jugadores de cada equipo deben golpear con la cadera una pelota de caucho para hacerla pasar al lado rival y ganar puntos. Si una escuadra logra cruzarla por un aro colocado a tres metros de altura, gana la partida.